Desde 2016 me he
vuelto adicto al Gravel. Comencé a practicarlo para preservar mi seguridad en
mis trayectos al trabajo y, rápidamente, se ha convertido en una alternativa a
la carretera y el BTT que, poco a poco, ocupa ya casi la mitad de mi tiempo consagrado
al ciclismo.
Durante estos
cuatro años de experiencia y algo más de 11 000 km he podido rodar con
tres best-sellers en lo que se refiere a neumáticos gravel: Hutchinson Over
Ride, Schwalbe G One Allround et Panaracer Gravelking. Siempre en sección de 35
mm, montados en tubeless y con presiones entre 2,5-3 bars delante y 3-3,5 bars atrás.
Os dejo aquí mis
comentarios para aquellos a los que pueda interesarles, pero antes de todo, me gustaría
precisar el tipo de terreno por el que me muevo habitualmente:
Commuting: 40%
carretera – 60% caminos bien entretenidos y estabilizados.
En mis salidas
gravel: 30% carretera – 70% caminos y/o singles no muy bien entretenidos y, a
veces, con barro no muy profundo ((Vallée Bièvre, Merantaise, Fôret Senart,
Bords de Seine, etc. al sudoeste de Paris).
Hutchinson
Overide :
El primero que tuve
y que se confirma como el más rodador (no es de extrañar teniendo en cuenta que
la banda de rodadura es completamente lisa) en contrapartida, en cuanto
encuentra la mínima capa de barro (aunque sea superficial) hay que poner pie a
tierra ya que pierdes motricidad y control. Es muy confortable y es también con
el que más he pinchado, (aunque esto también es un poco cuestión de suerte).
Algo que sorprende mucho con este neumático es que, cuando empieza a estar un
poco desgastado y después de tener aparcada la bici dos o tres días en el
garaje, empieza a transpirar el liquido preventivo (algo que también me pasa
con los neumáticos BTT y que aparentemente no impacta al rendimiento).
Schwalbe G-One
Allround :
Lo primero que me sorprendió
de este neumático es su agarre en barro “superficial”. Es increíble lo que
pueden hacer esos pequeñitos crampones en la banda central. Donde estaba
obligado a poner pie a tierra con los Hutchinson, con estos pasaba casi fácilmente
(eso sí, no le pidáis milagros ya que no es un neumático especial para barro).
En lo que se refiere a rendimiento sobre el asfalto, buena sorpresa, yo no resentí
ninguna pérdida con respecto a los Hutchinson y hasta diría que son algo más
confortables (con muy poca diferencia). Y por último, me parecieron algo más
resistentes a los pinchazos. Solo tuve uno, que tuve que acabar reparando con
un parche ya que el líquido no llegaba a cerrarlo definitivamente (y eso que el
agujero no era grande).
Panaracer
Gravelking :
No es el neumático
que yo habría escogido, pero estaban montados en el Specialized Diverge que
compré de ocasión. La primera impresión fue la falta de rendimiento con
respecto a los otros dos. Realmente penoso sobre el asfalto con la sensación de
no avanzar (sobre todo cuando se viene de los Hutchinson o Schwalbe). Mucho
menos confortable también, se siente una goma dura lo que parece confirmar la
excelente resistencia a la usura y los pinchazos (ninguno en 2500 km). Otro
punto positivo es que, sus crampones un poco más pronunciados acentúan el
agarre en barro y, sobre todo, el neumático previene antes de deslizar
incontroladamente lo que permite atraparse.
Mi
conclusión personal (para el uso que yo hago) :
En cuanto acabe de
desgastar los Panaracer (puede que antes) voy a volver a los Schwalbe que me
parecen el mejor compromiso de los tres entre rendimiento, control, confort,
usura y resistencia a los pinchazos.
Si tuviese una bici
exclusiva para ir al trabajo, escogería los Gravelking ya que el rendimiento en
esas circunstancias pierde importancia con respecto a la resistencia a la usura
y los pinchazos.
¿Y los Hutchinson?
Yo lo dejaría para los que hacen carretera o pistas en tierra muy bien
entretenidas sin nada de barro.
Bien evidentemente,
hay muchos otros neumáticos Gravel así que, si queréis compartir vuestras
experiencias, no lo dudéis, el blog está a vuestra disposición.
Bonne Route
No hay comentarios:
Publicar un comentario