domingo, 30 de octubre de 2011

DRAVEIL : « LE COME-BACK »

Semana de vacaciones escolares aquí en Francia lo que quiere decir, al menos teóricamente, de poca intensidad de tráfico… ¡JA!
 
 
Hacía tiempo que no me encontraba embotellamientos como los de estos días, bueno, “solo” por las tardes ya que, por la mañana, los que estaban de vacaciones aún no se habían levantado… A tal punto que este viernes, sin pizca de ganas, me fui al trabajo en bici.

En principio había previsto una semana tranquila y no demasiado cargada: El lunes una sesión de rodillo muy corta y ligera, para soltar músculos y, el miércoles, ida y vuelta al trabajo sin forzar demasiado.
 
 
Cómo os he dicho, el viernes no tenía ningunas ganas de ir al trabajo en bici pero, después del embotellamiento que tuve que sufrir el jueves por la tarde y en previsión de la operación salida prevista para el día siguiente, me “resigné” a la evidencia.

Para colmo, mi súper-luz frontal me estuvo dando la tabarra durante todo el trayecto apagándose cada dos por tres (un falso contacto de una pila, ya reparado, imperdonable cuando pagas casi 100 € por ella). No había peligro para mi seguridad ya que las otras cinco (dos delanteras y tres traseras) funcionaban perfectamente pero cuando te has habituado a circular con las “largas” las echas de menos…
 
 
Y mis mesaventuras no se acabaron ahí ya que llegando al trabajo, sobre el carril bici, estuve a punto de ser atropellado por un ciclista suicida (iba sin ninguna luz siendo aún noche cerrada) que debía circular medio dormido… Viendo el despiste del tío, le pegué uno de mis míticos gritos huracanados, esos que suelo pegar cuando nos sale un perro en medio de la montaña (los “Companys” de mountain-bike saben de lo que hablo ;-) y conseguí despertarlo antes de que nos chocásemos de frente… ¡sin airbag!
 
 
Ayer sábado día tranquilo sin salir de casa ya que invitamos a unos amigos a comer paella, lo que acabó convirtiéndose en una de esas jornadas maratón (un buen entrenamiento para la Navidad que se avecina…). La fiesta (muy agradable) acabó bastante tarde. Menos mal que esta noche, con eso del cambio de hora, hemos podido dormir un poco más ya que si no, no creo que hubiese salido a la hora habitual.
 
 
Y habría sido una lástima, ya que hoy domingo, después de casi dos años sin salir con nosotros, Philipe…
con el grupo de Draveil, han vuelto al redil…
Para celebrarlo, Marc nos hemos conducido hacia la vallée Chevreuse en una mañana que ha amanecido con un poco de niebla pero que, finalmente, ha quedado espléndida para rodar en bici.

Un circuito que, al final, les ha parecido un poco largo (102 km) y demasiado exigente (775 m de desnivel) para esta época del año ya que en Orsay han estado a punto de abandonarnos pero, como no debían conocer el camino de vuelta se han quedado con nosotros para abandonarnos definitivamente en las proximidades del Escargot, que hemos subido Marc y yo solos ;-)


Bueno, esta era la última semana de la temporada 2011. En los dos meses que quedan para las vacaciones de Navidad tengo que viajar a Turquía dos (puede que tres) veces. En esas semanas no podré tocar la bici (excepto el domingo y si no llueve), durante las otras, ritmo capilar… seguramente en solitario, ya que los colegas no han comprendido todavía el interés de un tal entrenamiento… ;-)

Bonne Route

domingo, 23 de octubre de 2011

LA ETAPA DEL TOUR 2012

Aún no ha empezado la temporada y ya estamos inmersos en los objetivos de la próxima. En efecto, al día siguiente de presentarse el itinerario del Tour, se publicaban las dos etapas escogidas para los amateurs.

La primera el 8 de julio en los Alpes (los profesionales pasarán el jueves 12 de julio):
Y la segunda el 14 de julio en los Pirineos (el 18 de julio para los pros):
Como podéis ver dos super-etapas que van a constituir uno de los principales objetivos para los cicloturistas de todo el mundo ya que la mitad de los participantes son extranjeros. Algunos se atreverán incluso con las dos (y eso que hay menos de una semana de intervalo entre ellas).

Por nuestra parte (Florián y yo) ya hemos reservado hotel. Lo hicimos el mismo día de la publicación y ya no encontramos nada a menos de 40 km de la salida, para que os hagáis una idea del poder de atracción de estas pruebas y eso que la inscripción cuesta 75 € (nada más y nada menos :-(

El precio a pagar por disfrutar, durante un día, del privilegio de rodar sobre el mismo recorrido y en las mismas condiciones (rutas cerradas al tráfico) que los profesionales.

¿Qué cual hemos escogido? No os lo digo por ahora, os dejo adivinar… El resultado en el próximo post junto con el resumen de la semana pasada… ;-)

Por cierto, si queréis apuntaros a alguna de ellas tendréis que pasar por una de las agencias de viajes que trabajan con el Tour de Francia. Animaros porque vale la pena…

Bonne Route

lunes, 17 de octubre de 2011

CASTAÑAS

Tras un domingo de lluvia y una semana donde el gris ha sido la nota predominante (aunque casi sin agua), este fin de semana hemos tenido, aquí en el norte de Francia, dos días bien soleados pero con mucho frío a primeras horas de la mañana.

En efecto, ayer domingo estuvimos a tan solo 2° C durante un buen rato aunque en cuanto el calor del sol empezó a hacer efecto las temperaturas subieron rápidamente, entrando a casa, hacia las 12h00, con unos 15° C.

Como os decía, casi no ha llovido esta semana (salvo un poco de “calabobos” el miércoles por la noche) por lo que he aprovechado para ir tres días al trabajo en bici: martes, jueves (con el suelo mojado, por lo que tocó limpieza + engrase) y viernes. Un poco más de 180 km repartidos en tres sesiones dobles.

Pensaréis que es mucho para esta época del año. Puede que sí, aunque a decir verdad, solo en volumen ya que estoy rodando a un ritmo muy relajado si exceptuamos cuando coincido con alguno de esos misiles de vuelo rasante que me adelantan de vez en cuando y a los que intento seguir la estela. Hay que ver la cara que se les queda cuando ven que el gordito fluorescente (con mochila incluida) al que acaban de pasar intentado arrancarle las pegatinas se les pega a la rueda como una garrapata. La carne es débil… ;-)

Aunque esta semana, si sigo saliendo (ya que el tiempo es bastante incierto), iré aun más “cool” ya que ayer remplacé el plato de 38 dientes por el de 34. En efecto, he planificado el inicio de la temporada para principios de noviembre por lo que para poder seguir yendo al trabajo, al mismo tiempo que mejoro mi tejido capilar, he tenido que adaptar el desarrollo ;-)

Como podéis intuir, la nueva frontal va fenomenal y cumple su cometido a la perfección incluso en la pista donde estoy deslumbrado por los faros de los coches que vienen de frente. Además, he descubierto que he acertado instalándola en el casco ya que puedo adelantar la trazada con solo girar un poco la cabeza lo que es un factor de seguridad suplementario.

Y en cuanto a seguridad se refiere, por ahora llevo tres luces delanteras (dos fijas y una intermitente), tres traseras (dos intermitentes y una fija que ilumina también lateralmente), chaleco ciclista fluorescente (marca Spiuk), funda de mochila fluorescente (Decathlon) y tiras en los tobillos fluorescentes. Un auténtico árbol de Navidad ambulante…

Llegamos al fin de semana y, como era de esperar después de tanta ida y venida al trabajo, el sábado no tenía muchas ganas de coger la bici así que, aprovechando el buen tiempo, me fui con la familia a recoger castañas al bosque.

Paisaje de otoño…

Coge el botín y corre… ;-)

Este es uno de mis entrenamientos invisibles favoritos en esta época del año al que sigue una sesión de “home-cinema” engullendo un buen cuenco de castañas asadas... Perfecto para eliminar las toxinas de las piernas y reponer el cuerpo en vitaminas y minerales. Eso sí, si no queréis que os dé un soponcio cuando subáis a la báscula, lo mejor es irse a la cama sin cenar… ;-)

Y el domingo, salida con los compañeros de Babou. Lo siento, no hay fotos ya que el teléfono táctil no funciona con guantes largos… :-(

Éramos unos diez (contando el Consejo de los Ancianos) y nada más salir nos enganchamos a rueda del grupo de Villeneuve le Roi (que pasaba en aquel momento por allí). No sé si era por el frío o la niebla pero iban a un ritmo realmente tranquilo hacia Fontainebleau (siguiendo la orilla del Sena) un recorrido que hacemos casi siempre en sentido ascendente. Nosotros, para no romper la dinámica de grupo, no dimos ni un solo relevo… por si acaso ;-)

Llegados a Melun se dieron media vuelta (ellos vienen de más lejos). Nosotros decidimos continuar, ahora ya entrando a los relevos (sobre todo Hervé, Patrice y yo de vez en cuando).

Marc, que conoce muy bien esta zona casi desconocida para el resto, nos iba guiando como si de un GPS se tratase, aunque con un cierto retraso, lo que nos costó (a los que íbamos tirando) algunas rectificaciones de trayectoria (incluso media vuelta por pasarnos de largo) hasta que pasó lo inevitable…

Llegando a la Forêt Senart iba tirando del grupo y, sin darme cuenta, se produjo un pequeño corte en el que nuestro “GPS” se quedó detrás. Cuando llegué a un cruce, tiré recto en vez de girar a la derecha y cuando me llegó la indicación del susodicho “GPS” para girar tuve que frenar ya que me había pasado… al parecer, frené más de la cuenta, ya que Patrice, que venía a rueda, hizo el afilador y se fue al suelo… Afortunadamente "castaña" sin consecuencias…

Después del susto y ya más calmados entramos a casa (a través de la Forêt Senart) con 110 km recorridos en 3h43 a una media de 29,3 km/h (era superior a 30 antes de la caída).

Y por la tarde… nueva sesión de “home-castañas”… esta vez viendo “UP”… ;-)

Bonne Route

lunes, 10 de octubre de 2011

CICLISMO INDOOR

Dicen las malas lenguas que si no te gusta la lluvia es mejor que te dediques al tenis. Pues bien, para no tener que dejar el ciclismo, hay otras alternativas aunque un poco más aburridas: Las sesiones de rodillo.

En efecto, como os podéis imaginar por el título y la introducción, desde hace ya unos días, el mal tiempo ha llegado aquí al Norte. Por ahora “sólo” la lluvia, ya que las temperaturas continúan a un nivel aceptable… entre 12 y 18°C.

El martes hizo aun buen tiempo, por eso aproveché para realizar un último trayecto de ida y vuelta al trabajo. Y al parecer no fui el único ya que, cuando llegué al Technocentre me encontré con los vestuarios casi en “over-booking”. Hasta seis ciclistas nos juntamos al mismo tiempo… ni en los mejores días de verano.

De todas formas y excepcionalmente, podría decir que durante la semana, la llegada de la lluvia no me molestó demasiado, por dos razones:
- Después de un mes de septiembre bastante intensivo, había previsto una semana de recuperación.
- El martes me di cuenta que para seguir yendo al trabajo en bici por las mañanas me hacía falta un bastón blanco o una luz mucho más potente que la que llevo. Al final, después de consultar a los compañeros más experimentados en estas lides, me decidí por la luz más potente… No me he complicado mucho la vida ya que he escogido la misma que llevan la mayoría, una Silva X-Trail que me acaba de llegar… ;-)

Esta es la pinta que tendré a partir de ahora (por las mañanas). El árbol de Navidad ambulante se va completando poco a poco… ) Lo curioso del caso es que la luz no me hace falta sobre la carretera (con la que llevo me basta y sobra para ver y, sobre todo, para ser visto) sino en un carril bici que discurre al lado de una nacional. A pesar de estar bien aislado, (a tres metros de la circulación), con las luces de los coches que vienen de frente no veo la pista, la tengo que ir intuyendo.

Espero que con una luz más potente pueda contrarrestar el efecto del deslumbramiento, aunque a lo mejor, lo único que consigo es deslumbrar yo a los conductores… Así que si oís hablar de un aumento de los accidentes de circulación en las cercanías de Orsay ya sabéis de quién puede ser la culpa… ;-)

Bueno, volviendo al fin de semana, afortunadamente, no todo fue lluvia, el sábado, aunque el cielo estaba bien cubierto, tuvimos un respiro así que, después de desayunar tranquilamente en familia, aproveché para dar una vuelta de unos 60 km a ritmo muy tranquilo (casi capilar) en previsión de lo que nos esperaba el domingo, es decir… más lluvia.

Y el domingo… ni me levanté para ver si llovía e hice bien pues estaba cayendo la del pulpo. Así que, después de desayunar otra vez en familia (los estoy mal acostumbrando ;-) y arreglar la campana de la cocina por segunda vez (en pocos meses) me dispuse a estrenar, por fin, mi nuevo rodillo (que venía en el mismo lote que la Bianchi que compré hace unas semanas)
junto con el “cuenta” inalámbrico que se ve en la foto.

Como veis, me está quedando una instalación bastante profesional (por cuatro duros) aunque ayer no la pude disfrutar demasiado ya que apenas llevaba media hora cuando me ocurrió lo inimaginable…

PINCHÉ la rueda trasera… :-(

Seguro que estáis flipando (yo, ya lo hice ayer ;-): Pinchar en un rodillo, esto solo me podía pasar a mí… y de paso, sesión de entreno a tomar por allí…

Después de un largo análisis (de al menos dos minutos) digno de los mejores ingenieros, llegué a la conclusión de que no se trataba de un pinchazo en el sentido propio del término sino de las consecuencias de la degradación del caucho a causa del calor producido durante todas las sesiones de este pasado invierno.

Por eso es tan importante el no salir a la carretera con la misma rueda que entrenáis en el rodillo, corréis un grave peligro. Por mi parte, decidí cambiar todo (cámara y cubierta). No demasiado caro ya que he constituido un stock reciclando las viejas cubiertas usadas sobre la carretera.

Bueno nada más por hoy… Mañana, día de huelga de funcionarios aquí en Francia, iré al trabajo en bici ya que, en días como estos, los embotellamientos pueden ser antológicos y… de paso, podré estrenar mi nueva luz frontal.

Ya os contaré si se hizo la luz… ;-)

Bonne Route

domingo, 2 de octubre de 2011

2° PICO DE FORMA

Lo que tenía que ocurrir ha ocurrido… Tantos días de buen tiempo seguidos han hecho posible que pueda ir y volver del trabajo bastantes veces por semana y quedar los miércoles por la tarde con los compañeros del club ESR (Entente Sportive Renault).

Al final, he acabado el mes de septiembre con más de 1100 km (lo que es mucho para esta época del año) pulsaciones por los suelos al levantarme y el mejor peso (sin ser nada del otro mundo) de todo el año… es decir, que he alcanzado un segundo pico de forma.

Bueno, un poco relativo ya que hay que tener en cuenta que la mayoría de los compañeros de ruta están bajando un poco el listón por lo que mi estado de forma destaca aun más.

Muchos, saturados ya de tanta bici, pensarán que a estas alturas de la temporada, todo esto es inútil pero yo no lo creo así. Para empezar, es muy difícil que yo me sature psicológicamente, solo me ocurre justo después de correr los grandes objetivos de la temporada y una semana (máximo diez días) sin bici me bastan para recargar las baterías.

Por otro lado, cuanto más en forma esté en el momento del parón (de unos diez días) que marcará el inicio de la nueva temporada (en la 2ª semana de noviembre) menos bajará mi estado de forma por lo que la próxima temporada la empezaré desde un nivel más alto y, de paso, después de Navidad, tendré menos kilos que perder ya que partiré de más bajo.

Pero bueno, ya habrá tiempo de verificar (o no) estas teorías, así que volvamos a la salida de hoy: Condiciones ideales para rodar, tiempo espléndido y casi sin viento (aunque un poco fresco por la mañana).

Al principio éramos once (incluyendo los cinco “ancianos”: Jean Charles, Bernard, Attilio, Gérard y Eli). Estos últimos nos han dejado muy pronto, ya que uno de ellos ha perdido el bidón en una zona de obras y, a pesar de que hemos aflojado bastante durante un rato, no han vuelto a enlazar.

Nos hemos quedado Marc, Patrick, Patrice (esta vez sin amigos por lo que nos ha acompañado hasta el final), Gérard y, el retorno de Americo que después de pasar una temporada en Portugal, ha vuelto con ganas de pasar relevos… :-0

Patrick seguido de Americo…

Y Marc con su nuevo maillot BMC…

Aquí he tomado yo las riendas del grupo, los otros en fila india y sin ni siquiera resollar, aguantando como podían rumbo a Fontainebleau siguiendo un itinerario inverso al habitual… Unos 65 km tirando en solitario del carro a más de 30 km/h de media (nada del otro mundo para los cocos de la Cotesua pero impensable para mi hace tan solo un año).

Después de pasar una ruta forestal en bastante mal estado… a fondo (al menos para mí ya que yo no podía tirar más rápido del grupo ;-) hemos decidido volver por la orilla del rio Sena aquí ya con el poco aire que soplaba favorable y los otros participando un poco más en los relevos.

Gerard tirando del grupo a casi 35 km/h… En total 118 km con no demasiado desnivel (480 m) a una media de 30,5 km/h. Nada mal para esta época del año…

Bonne Route