Domingo soleado
con temperaturas casi agradables (entre 5° C y 12° C) aunque con ligero viento
del NO que condicionó nuestra salida. En efecto, no quedaba más remedio que ir
hacia Fontainebleau y volver por la orilla del Sena para intentar protegernos
del aire de cara.
Un poco más de
los habituales en la cita dominical con solo dos miembros del “Consejo de los
Ancianos” que no tardaron mucho tiempo en desaparecer, aunque no sé muy bien
donde ya que, desde la salida, nos juntamos con uno de los numerosos grupos que
pasaban por allí camino de la randonnée de Ormoy (a unos 10 km de nuestro punto
de encuentro).
Así protegidos
realizamos los primeros kilómetros a un ritmo bastante tranquilo solamente
perturbado por algún esfuerzo puntual cuando saltábamos de un grupo a otro.
Pero en el avituallamiento de la rando donde nosotros (como es lógico ;-) no
paramos, nos desviamos de su ruta. Nos quedamos solo seis: Marc, Patrick,
Gérard, Jean Claude (que parece que se va reponiendo de su lesión de rodilla), Pierre
(que está aun lejos de su mejor forma) y yo.
Parada para
cambiar el agua al canario y primer, y único, incidente del día: Pinchazo de
Patrick. No hay fotos porque Gérard y yo (que por ahora tenemos la próstata en
mejor estado que los otros ;-) no habíamos parado y cuando dimos media vuelta
ya venían.
Gérard aprovechó
el incidente para entrar directamente a casa aunque, de vuelta a Babou, nos lo
volvimos a encontrar. Había coincidido con varios grupos de la rando y se había
enzarzado de tal manera que acabó haciendo los mismos kilómetros que nosotros.
Nos quedamos cinco
pero solo tres dábamos relevos (como ya he dicho, J. Claude se está reponiendo
de una lesión de rodilla y Pierre no está aun en forma). El ritmo era bastante
sostenido salpicado de algún acelerón en las escasas cuestas que hay en este
recorrido (con solo 426 m de desnivel). Es decir, el tipo de entreno que me
toca ahora…
La verdad es que
yo iba bastante cómodo pero al final acusé un poco el cansancio acumulado
durante la semana de entreno y, aunque en el llano no se notaba, en las últimas
cuestas me faltaba un poco de chispa al acelerar. Normal, si tenemos en cuenta
que son los primeros acelerones desde Navidad.
Al final
acabamos con 98 km a una media de 28,4 km/h y 137 pulsaciones. Yo si que llevo
cuenta aunque durante la salida la pantalla solo marca la hora, las pulsaciones
y la temperatura. Pero en casa paso bastante rato analizando y comparando los
datos (deformación profesional ;-).
En cuanto al
Ultegra Di2, desde que lo he ajustado va mucho mejor (con las instrucciones que
me bajé de internet, es realmente fácil). El cambio trasero va tan fino que a
veces ni te enteras que has cambiado y el delantero pasa de un plato a otro a
una velocidad increíble. Pero los que más han mejorado son mis dedos que ya
están casi habituados a la posición de los pulsadores ;-).
Por cierto, ya
he resuelto los problemas del plato pequeño. Puse un FSA usado que tenía
guardado en un rincón del garaje y, después de unos cuantos ajustes, funciona
perfectamente con todos los piñones.
La gran sorpresa
me la llevé cuando fui a meter el nuevo plato en su embalaje de origen (que
afortunadamente había guardado) al darme cuenta que me habían montado un plato
intermedio (previsto para un triple) y que es más grueso que un plato pequeño
std… ¡No es de extrañar que no funcionase!
Esta semana me
van a oír en la tienda. No por el error, que es humano, sino porque estoy
seguro que el mecánico sabía que había un problema (yo estaba bastante atento a
la maniobra aunque no suficientemente encima) y en vez de intentar resolverlo, pasó
de todo y me dio la bici tal cual… ¡Inaceptable! Aunque desgraciadamente cada día
es más habitual… Por eso he aprendido a hacérmelo todo yo mismo y mis bicis no
pisan nunca el taller.
Bonne Route