jueves, 29 de julio de 2010

PASION CICLISTA

El otro día os comenté que, para la Etapa del Tour, había estado alojado en un hotel en Lugagnan (a tan solo tres km de Lourdes).

El hotel, que a simple vista no es nada del otro mundo, se llama Hotel des 3 vallées y está situado en un punto estratégico para todos los ciclistas. Tenéis, a tiro de piedra, algunos de los cols míticos de los Pirineos: Spandelles, Soulor, Aubisque, Tourmalet y Hautacam. Todos accesibles a través de una vía verde, en excelente estado, que pasa por la misma puerta del hotel.

En él recibiréis una muy buena acogida por parte de sus propietarios, Brigitte y Jean Pierre, los cuales se ocuparán de que paséis una muy buena estancia y, de paso, os chupéis los dedos con las delicias que os sirven en la mesa.

Pero tal vez nunca os habría hablado de este hotel si no fuese porque Jean Pierre, el propietario, es un antiguo ciclista con una pasión desmesurada por este deporte que le ha llevado a crear una exposición increíble que me estuvo mostrando durante casi dos horas. Y es que para él, cuando se trata de ciclismo, el tiempo no cuenta… ;-)

En ella podéis ver una colección de maillots míticos todos ellos firmados y dedicados:

Como el de Contador (se percibe el de Schleck justo al lado)…
Olano...
Fotos con los personajes célebres que han pasado por este hotel (que son muchos):
Otras que muestran momentos épicos de este deporte:
Y algunas bicicletas antiguas (en perfecto estado de funcionamiento) que han pertenecido a ciclistas célebres. Yo en cambio, preferí sacar una foto a este artefacto ;-)
Y eso sin hablar del fresco que ha hecho pintar (pagando de su bolsillo) en una de las paredes del hotel para que se pueda ver desde la vía verde y que fue inaugurado, durante la última jornada de reposo por algunos de los representantes del Tour de Francia.
Así que ya lo sabéis, si queréis subir unos cuantos puertos míticos y de paso disfrutar de esta exposición y de la estupenda acogida que os reservarán por el simple echo de ser ciclistas no lo dudéis: Hotel des 3 vallées.

¿Quién sabe? Tal vez durmáis en la misma cama que Lance Armstrong… ;-)

Bonne Route

miércoles, 28 de julio de 2010

INVITACION A NUESTRO NUEVO BLOG

Nada que ver con el ciclismo pero la idea me viene rondando la cabeza desde hace algún tiempo y finalmente me he decidido a iniciarlo como una forma de liberación o terapia.

Así que ya sabéis, si creéis que no solo de bici vive el hombre y que tal vez hay otras maneras un poco mejores y más justas de hacer las cosas hacer clic en el link:

http://sinvoz-nivoto.blogspot.com/

¡Pasen, pasen qué verán el pisito! Aunque aun quedan muchas cosas por hacer... :-)

Bonne Route

lunes, 26 de julio de 2010

FIN DE SEMANA INTENSIVO

El sábado, primer rencuentro con la grupeta Cotesua después de mi vuelta de los Pirineos. Y como suele ser habitual en estos casos, no pude disfrutar de su compañía durante mucho rato… La madre que los parió, como tiran estos tíos… ;-)

No valen excusas: Que si ahora estoy un poco diesel para poder aguantar muchas horas en bici durante la Marmotte o la Etapa del Tour, o que si aun no he recuperado, o que hacia mucho calor,...

¡NO! Hay que reconocer, humildemente, que esta gente está a un nivel bastante por encima del mío… Y a pesar de todo, disfruto como un enano por el simple echo de poder compartir la ruta, el desayuno y unas claras con todos ellos. El ambiente es realmente especial…

Salida hacia Vendrell, por la costa. Todo iba bien hasta que cogimos la nacional donde, no se sabe por qué misteriosa razón, la gente se puso a tirar a saco. Dicho y hecho, me quedé descolgado, a 20 m del grupo principal, con el amigo del Couto (lo siento pero no sé como se llama). Resistimos (bueno, mejor dicho, resistió, porque yo no podía darle un solo relevo) durante varios kms en esta situación hasta que tuvimos que claudicar.

Ya más tranquilos, fuimos avanzando en solitario hasta que, en la rotonda a la entrada de Torredembarra no sabíamos por donde tirar así que esperamos al grupo que venía detrás (Manolo, Ángel y otros) para asegurarnos el desayuno en Riera de Gaià… con las cosas de comer no se juega… ;-)
Después del desayuno, rumbo a Salomó, al principio tranquilo, pero pronto el grupo de cabeza fue descolgándose… Esperaron en este cruce, donde pude sacar las últimas fotos antes de perderlos definitivamente de vista (nada más arrancar ;-).
De nuevo en solitario, fui “absorbido” por un grupo donde estaban Germán y Jordi (entre otros). Fuimos rodando juntos unos cuantos kms hasta que en el descenso hacia Bonastre, se quedaron atrás (luego me enteré que Germán bajaba en plan conservador ya que había cambiado el tubular).

A pesar de bajar tranquilo les saqué un poco de distancia y cuando llegué a la rotonda en Bonastre… ¡Error Fatal! Cogí la carretera que va hacia Roda por la costa sin darme cuenta y, lo que es peor, sin oír los gritos que me pegaban desde atrás para que diese media vuelta.

En fin, después de un par de kms y cuando vi que no me alcanzaban empecé a darme cuenta de mi error pero entonces solo me quedaba una cosa por hacer: ¡Asumirlo!

Así que, aceleré el ritmo y cuando llegué, de nuevo, a la carretera de la costa decidí seguir adelante hasta el Arboç para volver a empalmar con la carretera del pantano (en vez de entrar directamente) ya que estaba casi seguro que pillaría o me pillaría alguien.

Y así fue, al poco, me volvieron a coger el grupo de Manolo, Ludwig, Angel, etc. y, en la bajada del chatarrero, enlazamos de nuevo con Germán y Jordi que se quedaron bastante sorprendidos de verme aparecer por allí.

Como manda la tradición, final feliz en el Japo contando nuestras batallitas…
El domingo, rencuentro con el grupo Companys y las ruedas gordas del mountain bike (que hacia ya más de tres meses que no la tocaba).

Desde hace algún tiempo, me tomo estas salidas muy tranquilamente (dejando el hacha de guerra en casa, disfrutando del rencuentro con los amigos y la montaña). De todas las maneras las sesiones del sábado con la Cotesua ya me dejan bastante tocado… ;-)

Salida tranquila hacia Casa Alta por los balcones (aun con los “barriguais”).
Parada de reagrupamiento en el Plà de las Palmeras donde saqué unas cuantas fotos para reflejar los diferentes estilos de subida en BTT.
El campeón…
Los competidores…
Los "sobraos"…
El…. ¿? ;-)
Seguimos hasta Casa Alta donde ya nos separamos… Nos quedamos (como casi siempre) Paco, Jordi, Christian (el “chavalín” que ya va como una moto) y yo.

Seguimos hasta els Monjos para volver por la cantera (donde se nos unieron dos chavales de Calafell) y después por el Pic de l’Aguila para abajo, eso sí, “tonteando” un poco por algunas trialeras.
(fotos borrosas por culpa del sudor ;-)
Y fin de fiesta en el Japo… tomando unas claras. En total solo salieron menos 40 kms pero con 815 m de desnivel…
Bonne Route

domingo, 25 de julio de 2010

EL TOUR QUE NO GANO CONTADOR… El GP que no ganó Alonso

Estaba intentando escribir mi crónica ciclista del fin de semana pero finalmente la actualidad deportiva ha acabado imponiéndose así que voy a contribuir a los debates y daros mi opinión sobre estos dos acontecimientos y ya hablaremos del “week end” mañana lunes.

Empecemos por el Tour de France que para eso estamos en un blog ciclista ;-)

Hoy ha terminado una de las pocas carreras ciclistas que consiguen interesar a los neófitos y que más entusiasmo levanta entre los aficionados a este deporte. Como siempre, los debates sobre la bici (o alrededor de una cerveza, café o comida familiar) han suscitado pasiones y, a veces, algunas controversias, sin duda avivadas, por el hecho de que Contador es español, y como tal, intocable.

La verdad es que, como amante de este deporte, estoy completamente decepcionado de este Tour de France (y ya van varios). Que 21 días de carrera queden resumidos a un corto pasaje sobre el pavés, un incidente de cadena y una contrarreloj no es para entusiasmarse. El resto lo vivo en cada una de la marchas en las que participo (o en mis salidas domingueras)… una sucesión de ciclistas que se descuelgan porque no tienen fuerzas para seguir el ritmo de los más fuertes…

Yo añoro aquel ciclismo épico en el que los grandes ciclistas atacaban sin pensar en las consecuencias consiguiendo victorias épicas (o hundiéndose en el intento) pero, al menos, transmitían emociones. El estilo cicloturista de ahora va bien para echar la siesta pero, la verdad, prefiero vivirlo sobre la bici disfrutando (o sufriendo) en mis propias carnes las sensaciones asociadas.

Sería muy fácil acusar de ello a los ciclistas, muchos lo habéis hecho, pero, sinceramente, yo creo que no son más que el eslabón más débil de una cadena donde los intereses económicos (y/o comerciales) de unos pocos han suplantado el espíritu deportivo.

Sinceramente, creo que en esta edición decir que Andy Schleck estaba más fuerte que Contador no debería sorprender a ningún buen aficionado y, de paso, no le quita ningún mérito a la victoria de Contador sino todo lo contrario.

A pesar de ello, Andy ha perdido este Tour por “méritos” propios. Todo empezó a cuando se lesionó su hermano Franck pero, sobre todo, cuando no se atrevió a atacar en los Alpes (cuando iba sobrado en la etapa de Morzine) y cuando (al parecer) su equipo le impidió tomar la iniciativa en Ax 3 Domaines. El resto… incidente de cadena incluido, es polémica estéril.


Ahora lo fácil seria acusarle de cobarde y cebarse con él pero… ¿qué habríais hecho vosotros con 25 años si de repente os hubieseis encontrado solos ante el mundo con tal responsabilidad? Personalmente, yo no creo que lo hubiese hecho mucho mejor que él…

Pero sobre todo… ¿Por qué nadie de su entorno le ha incitado a jugársela a riesgo de perder su segundo puesto atacando sin cuartel? ¿Tan grave es “morir” en el intento y quedar décimo en vez de segundo con sólo 25 años? ¿A quién beneficia esta actitud y este ciclismo conservador a ultranza que finalmente (y es mi opinión) le han impedido ganar? ¿Arreglaría algo el echo de prohibir el “pinganillo”?

Siento decepcionaros pero yo tampoco tengo las respuestas a estas preguntas…

Hablemos ahora de Formula 1:

Ante todo deciros que yo no soy un gran experto pero al igual que en el ciclismo, cuando veo un Gran Premio, lo que me gusta es que me transmita emociones y… desgraciadamente, desde hace algún tiempo la mayoría de las carreras están ya decididas antes (o justo después) del cambio de neumáticos. El resto va muy bien para echar una buena siesta después de la salida en bici… ;-)

Hoy podíamos haber tenido una excelente carrera con un Alonso (al parecer más rápido) que podía haber atacado a su compañero Massa, lo que nos habría dado una segunda mitad de Gran Premio super-emocionante. Al final, la estrategia de “equipo” y puede, que, una vez más, los intereses comerciales nos han privado de 20 vueltas de infarto.

Hablo de intereses comerciales porque, no sé si os habréis fijado, pero el principal patrocinador de Ferrari y la FIA (esta temporada) es el Banco de Santander (que sigue a Alonso desde hace mucho tiempo).

¿Os habéis fijado en el fondo del podium y la forma de los trofeos?

Personalmente, a mi me da lo mismo que se trate de dos pilotos del mismo equipo o que uno de ellos sea español (como Contador). Yo el deporte (y sobre todo el ciclismo) lo entiendo como un desafío en el que debe ganar el mejor independientemente de su nacionalidad y… si es español, pues mejor que mejor.

Al contrario, me ha dado mucha rabia que Schleck, siendo el mejor, no haya encontrado el coraje (con su entorno) para ganar este Tour (y eso sin acusarles de nada) y que Alonso gane por una decisión de equipo en vez de por méritos propios.

Puede que esto os choque pero yo estoy hablando de DEPORTE no de patriotismo (o de chovinismo como diríamos de los franceses). Aunque para mí, esos que excusan o defienden a ultranza a los nuestros (por encima del bien y del mal) hacen un flaco favor a nuestro país.

Bonne Route
PD: Evidentemente este artículo no aparecerá en la versión francesa del blog. Tampoco se trata de darles ideas ¿no? ;-)

viernes, 23 de julio de 2010

LA ETAPA DEL TOUR 2010

El sueño de todo ciclista es correr, un día, el Tour de Francia. Cuando eres cicloturista lo más cercano que puedes tener es correr la Etapa del Tour.

Todos los años, la Sociedad del Tour de Francia selecciona una etapa y organiza una marcha con el mismo recorrido y las mismas condiciones que los profesionales. Este año, por la primera vez, he podido participar en ella. Y encima he tenido la suerte de que me tocase realizar una de esas etapas míticas: Pau – Tourmalet.

Como os podéis imaginar, toda la preparación anual, e incluso el inicio de las vacaciones de verano, han girado en torno a este objetivo MAYOR. Y la verdad, es que no me arrepiento ya que la organización (perfecta) junto con el ambiente (de Tour) que acabo de vivir han superado con creces todas mis expectativas.

El viernes 16, con toda la familia, salimos hacia Lugagnan (un pequeño pueblecito al lado de Lourdes) donde teníamos el hotel (ya os hablaré de él en otra entrada de este blog). Después de dejar la bici y todos los bártulos nos dirigimos hacia Pau (a unos 40 km) donde habíamos quedado con Florian y los miembros de la grupeta de Orgerus para recoger los dorsales.

Al día siguiente, mientras las mujeres y una parte del equipo de Orgerus visitaban Lourdes y, de paso, le ponían unas cuantas velas a la Virgen; Daniel, Olivier y yo salimos a desentumecer los músculos bajo una fina bruma que no acababa de mojar bien el suelo.

Utilizamos la vía verde que pasa al lado del hotel para dirigirnos a Argelés y subir el primer km “oficial” del Soulor (digo oficial, porque antes de llegar al pie del col, ya habíamos subido más de 500 m de desnivel ;-).

Por la tarde: descanso, tertulia, cervecita… De izquierda a derecha: Daniel, Olivier, Eric, Christine (que también le da a la bici aunque no participó en la prueba) y Serge.

La logística es uno de los principales problemas a solventar cuando participas en la Etapa del Tour. En efecto, en esta edición, la salida y la llegada distaban de unos 80 km por lo que, si no quieres pegarte la pasada antes o después de la marcha tienes que recurrir a los coches de apoyo.

Por suerte, en esta edición, pudimos contar con la colaboración desinteresada de Chantal, Perrine et Christine que se levantaron con nosotros a las 04h00 de la mañana para llevarnos a Pau y vinieron a recogernos, con la familia, a Gripp (unos km más abajo de la estación de la Mongie).

La salida estaba prevista a las 07h00 de la mañana, pero nosotros ya estábamos allí a las 06h00. Por suerte (al estar abonados a la revista Velo Magazine) teníamos dorsales “privilegiados” por lo que nos situamos al principio del SAS n° 4 (zona naranja). Muy importante si tenemos en cuenta que había unos 10 000 participantes !!!
Por fin, después de más de una hora de espera, se dio el pistoletazo de salida. Durante la primera hora del recorrido y a pesar del terreno rompe piernas, mi media superaba los 32 km/h. Eso sí, a pesar de ir más fuerte de lo que había previsto (como siempre ;-) en ningún momento superé el umbral para no pagarlo más tarde y, sobre todo, para poder disfrutar plenamente del ambiente festivo (con un público incondicional que animaba a lo largo de todo el recorrido) y del hecho de poder circular al lado de grandes campeones (muchos km junto a Eric Zabel) por carreteras completamente privatizadas (como en el Tour ;-).

A este ritmo, no tardamos en plantarnos en Escot al pie del primer coco de la jornada: Marie Blanque. Ni que decir tiene que, después de mi participación en la Quebrantahuesos 2008, temía bastante los cuatro últimos km de este puerto que me habían quedado grabados, con fuego, en mi memoria.

Pero antes de llegar al mojón fatídico, cuando faltaban cinco kms adelanté a Serge y Eric que subían tranquilamente a su ritmo. Poco después, percibí a Alain que iba unos 25 m delante de mí y al que nunca conseguí alcanzar.

La verdad es que lo superé bastante bien, sin duda ayudó bastante el coronar a las 9h30 de la mañana (aun con la fresca). Las sesiones de Fuerza en el fondo de mi garaje con el rodillo también dieron sus frutos…

El avituallamiento estaba en el mismo sitio que en la Quebranta pero al otro lado de la carretera (con el tráfico cortado no hay ningún problema de seguridad ;-). Y como podéis ver en las fotos, organización perfecta y sin aglomeraciones.
Los casi 50 km hasta Ferrières (inicio del Soulor) pasaron bastante rápidos. La mayor parte del tiempo protegido en algún grupo, salpicados de algún calentón (controlado) para ir a la caza del grupo siguiente. Aquí solo hay que ocuparse de comer, beber y disfrutar del paisaje y del ambiente (un montón de gente animando a lo largo de todo el recorrido).

En Ferrières, después de parar en el avituallamiento, comienza el segundo puerto del día. El Soulor es un muy parecido al Télégraph aunque con dos pequeñas diferencias: los porcentajes medios son un poco más fuertes pero más irregulares (con algún descansillo).
Eso sí, los paisajes majestuosos… lo que hace que los kms pasen sin apenas darte cuenta.
Arriba ni paré, ya que aun llevaba agua y sólo quedaban unos 20 kms de bajada hasta Argelès, donde estaba el último avituallamiento del día. El único problema consistió en esquivar la vaca (que no sabía que el tráfico estaba cortado) y se nos cruzó en medio de la carretera.

El tramo entre Argelès y Luz Saint Sauveur es muy bonito pero (como decía ayer Perico) pestoso, pestoso y… pestoso. Los 20 kms se me hicieron eternos, suerte que iba bien protegido en un grupo.

Y en Luz Saint Sauveur empieza el espectáculo… Si el ambiente había sido bueno hasta ese momento, a partir de ahí fue el delirio. Los seguidores del Tour que ya estaban allí desde el viernes, esperando las etapas del martes y, sobre todo, de ayer jueves nos animaron la subida de lo lindo.

Gente ofreciendo agua por todos lados (y menos mal, porque hacia un calor sofocante), aplaudiendo y animando al personal con todos los artificios imaginables: karaoke, “retransmisión” en directo, disfraces, etc.

Iba disfrutando tanto que llegué al punto de agua que habían colocado a mitad de la subida sin darme cuenta (por cierto, por el camino volví a adelantar a Eric y Serge que parecía que no se paraban en los avituallamientos como yo).
Llené los dos bidones que ya iban casi vacíos y de nuevo para arriba a disfrutar… Solo empecé a sentir un poco el cansancio de la subida cuando faltaban unos cuatro kms, pero las vistas que desde allí se podían disfrutar hacían el sufrimiento mucho más llevadero…
Y los dos últimos kms la apoteosis final con la carretera casi tan cerrada como en las retransmisiones televisivas… Con ese ambiente, se te olvida todo el cansancio que llevas en el cuerpo y disfrutas como un enano. Había tanta gente que llegando a meta no pude ni sacar una foto de la estela que se encuentra en la cima…

Después de ponerme el chubasquero (iba completamente empapado del agua que me había echado la gente) ya solo quedaba descender los cuatro kms hasta la Mongie, donde me esperaba Florian y luego unos cuantos más con Serge y Eric, en medio de un tráfico demencial (aquí ya no estaba cortada la circulación) hasta Gripp donde nos esperaban nuestros mejores suporters…
En conclusión: 8h56 de puro placer ciclista (a menos de cuatro horas de Contador ;-) en lo que recordaré como una de mis mejores experiencias ciclistas. Sin duda ayudó el echo de tener un día con muy buenas sensaciones y, por la primera vez en mucho tiempo, sin ningún percance gástrico ni muscular.

Y aunque no sea muy importante… acabé en el puesto 2 613 de los 6 888 que lograron acabar la prueba (el resto hasta 10 000 tuvieron que subir, obligatoriamente, a los autocares escoba).

Bonne Route