martes, 17 de mayo de 2011

LA LOOK

Segunda marcha de la temporada en el bote, esta vez con Florian y “jugando” fuera de casa en terreno desconocido.

En efecto, el sábado a media mañana salimos hacia Nevers (a unos 220 km de casa). Ciudad, en la orilla del Loire, más conocida por su vecindad con el circuito de Magny Cours donde se celebran las carreras de F1 y moto GP del Gran Premio de Francia.

Las previsiones meteorológicas no eran demasiado buenas y, para confirmarlo, la lluvia nos acompañó durante todo el camino de ida. Y una vez instalados en el hotel (que para colmo, no disponía de agua caliente por culpa de una avería) nos dedicamos a la dura tarea de buscar un restaurante que sirviese un menú adaptado.

Al final y aunque parezca mentira, resultó imposible. Durante todo el fin de semana, fuimos incapaces de encontrar un restaurante italiano y/o pizzería. Eso sí, comimos muy bien, sobre todo al medio día del sábado, aunque los menús no estaban demasiado adaptados para “deportistas”.

Foto de una de las torres del palacio Ducal.

Por la tarde, como había dejado de llover y el suelo estaba empezando a secar, nos decidimos a rodar durante una hora para soltar las piernas. Tuvimos una suerte increíble ya que conseguimos no mojarnos a pesar de que pasamos por carreteras por las que acababa de llover y, nada más llegar al hotel, cayó un buen chaparrón.

El domingo, despertador a las 05h15 (hay que estar sonado para levantarse más temprano que para ir al trabajo ;-) Desayuno y a las 06h45 estábamos en el punto de encuentro voluntario (sobre el puente del río Loire) para ir, neutralizados, a 20 km/h, hasta el circuito de Magny Cours donde tuvo lugar la salida.

La verdad es que jugaron el juego a fondo, ya que la salida se dio, como en F1, a las 08h00 a la extinción del semáforo. Vuelta completa al circuito, de unos 4,5 km, con bastante desnivel y al campo… ¡Una salida memorable!

Como en la Velostar, salida a fondo: 37,5 km/h de velocidad media durante la primera hora donde lo más difícil (para Florian y para mi) era no perdernos de vista. Y en cuanto se establecieron los grupos y los que iban tirando del nuestro comprendieron que tampoco ganarían esta marcha, la cosa se calmó un poco ;-).

Así, con un ritmo bastante cómodo, llegamos al primer avituallamiento, a 60 km de la salida, donde (después de mi experiencia en la Velostar) yo no quería ni tenía necesidad de parar, pero Florian insistió y… perdimos el grupo bueno ya que nadie paró.

A pesar de todo, en cuanto reanudamos la marcha, nos pegamos un buen calentón intentando atraparlos. Pero después de unos veinte km a fondo, con las pulsaciones por encima de todo límite razonable, nos rendimos a la evidencia.

La tarea era imposible así que, pusimos un ritmo un poco más cómodo dando relevos y recogiendo “cadáveres” que aguantaban todo lo que podían a nuestra rueda hasta el segundo avituallamiento situado en el km 124 (a 42 km de la llegada).
Foto de un grupo que se hicieron la marcha tirando de un carrito donde estaba instalado un joven con problemas psicomotores. El chaval iba eufórico… ¡chapeau para todos! ¡eso si que es un reto!
Allí nos estaba esperando Christelle, la novia de Florian, para darnos ánimos (sobre todo a él ;-) y sacarnos unas cuantas fotos. Pero lo peor fue cuando apenas un minuto después de haber parado y con el tute que nos habíamos pegado en solitario, nos pasó otro grupo bastante numeroso, que tampoco paró por lo que tampoco le cogimos la rueda :-(
Continuamos con nuestro mano a mano particular y recogiendo nuestro lote de “muertos vivientes en versión ciclista” hasta que nos alcanzaron dos o tres desesperados que no paraban de pedir que pasáramos relevos sin “querer comprender” que nos llevaban un punto por encima de nuestras posibilidades.
Era tal su estupidez (en parte, fruto del cansancio que también debían llevar) que, a ratos aflojaban del todo. Aunque, nosotros a nuestro rollo, cuando tiraban a rueda (como podíamos) y cuando aflojaban manteníamos nuestro ritmo como buenamente podíamos hasta que decidían tirar de nuevo. A estas alturas, Florian con tan solo 2 000 km de entreno (aunque suficientes para estar a mi nivel durante toda la marcha y eso que yo llevo más del doble) empezaba a tener calambres.

Al final se escaparon en un repechón a unos cinco km de Nevers y nos dejaron, por fin, tranquilos con nuestra particular colección de “cadáveres”. Y así sin más incidentes, llegamos a meta en poco más de cinco horas para recorrer 167,4 km con 1 615 m de desnivel (sin contar los 17 km para ir hasta el circuito) a una media de 32,6 km/h.
En cuanto a la clasificación se refiere: 263 sobre 362 participantes en el circuito largo con un tiempo oficial de 5h 16 minutos… ¡A UN MINUTO DEL ORO!… “¡¡¡ Me cago’n too !!!!”

Aunque hay que relativizar ya que este año gracias a mis capilares (que ya trabajan a pleno rendimiento) he conseguido abandonar los puestos de “honor” a los que estaba abonado (si miramos la clasificación desde abajo) y he pasado a ser un ciclista más del montón… ;-)

Eso sí, para que os hagáis una idea, los seis minutos que paramos en los dos avituallamientos nos costaron 23 minutos, si hubiésemos seguido con el primer grupo o 16 minutos si hubiésemos salido detrás del que nos pilló en el segundo avituallamiento…

Pero lo importante no está ahí si no en el buen fin de semana que pasamos que habría sido perfecto (ya que cuando llegamos de vuelta al hotel, ya había agua caliente para la ducha y no empezó a llover hasta que nos montamos en el coche) si no llega a ser por ese p… minuto de los coj…. ;-)


Bonne Route

domingo, 8 de mayo de 2011

CORTA PERO DURA ;-)

Hoy salida bastante corta con el grupo Babou, apenas 93 km. Normalmente Marc busca siempre a alargar las salidas pero, hoy, no sé por qué, no se ha esforzado demasiado.
Bueno, tal vez sea normal si tenemos en cuenta que durante la semana se ha pegado dos tutes de 110 y 120 km y que hoy el ritmo era bastante fuerte… ;-)

No demasiada gente en el punto de encuentro, solo nueve (tres de los cuales, pertenecientes al consejo de los ancianos: Jean Charles, Atilio y Bernard, nos han dejado bastante pronto).




Americo seguramente diciéndole a Gérard: "Tu ne te preocupes, haz como yo, deja que tiren los otros" ;-)

Y Patrick (en primer plano) sin duda preguntàndose donde iba a explotar hoy, con el "consejo de los ancianos" al fondo.
Rumbo sur para volver con el viento favorable, dando relevos entre Marc, Patrick, Hervé (que venía eufórico de la Velostar: hizo el mismo tiempo que Claude FLY, unas 4h26 min) y yo. Gérard que empieza, por fin, a coger la forma bastante tenía con aguantar el ritmo y Américo, en su línea, solo se le veía asomar la nariz en los últimos metros de cada subida… ;-)

Hemos llegado casi hasta Maisse, luego Milly la Foret y desde allí, vuelta a casa subiendo la cuesta de Boutigny que he coronado en cabeza a pesar de la oposición de Patrick y Americo.

La ùnica forma de sacar una foto a Americo (por encima del hombro ;-)
Y nada más bajar, entre Boutigny y Guigneville, me he marcado una pequeña serie de unos cuantos kilómetros, a un ritmo justo por debajo del umbral, con todo el mundo a rueda y sin resollar. Las sensaciones realmente buenas…

En algún punto, Hervé nos ha dejado, aunque no creo que fuese porque no podía seguir mi ritmo, él que acabó la Velostar en 20 minutos menos que yo… ;-)

Y ya sin más incidentes, vuelta a casa, por la cuesta de Mennecy donde Patrick ha explotado completamente. Normal, ya habíamos pasado los 70 km… ;-)
En conclusión: 93 km con no demasiado desnivel (435 m) en poco más de tres horas a una media de 29,9 km/h. Un buen entreno de calidad con muy buenas sensaciones a tan solo una semana de mi segunda marcha: La Look.
Ya os contaré a mi vuelta de Nevers…

Bonne Route

miércoles, 4 de mayo de 2011

DIA DE VEREDICTOS

Ayer publicaron los resultados de la Velostar. Al final mi tiempo oficial es de 4h45 (el mismo tiempo que marcaba mi pulsómetro (seguramente empezaron a contar el tiempo después del tramo neutralizado).

En cuanto a la clasificación, acabé 250 de 396 y, solamente, 42 minutos después de los primeros. Por su parte J. Claude acabó con seis minutos de avance (en la plaza 230 y, sobre todo, 7° de su categoría). Otro de los componentes del grupo Babou (que también participó: Claude Fly (el de la bici Specialized en uno de mis últimos posts) acabó en el puesto 113 (en 4h 26 minutos).

Por cierto, la chica que iba en el mismo grupo que yo hasta el avituallamiento acabó once minutos antes que yo y quedó segunda de su categoría.

Lo dicho, un muy buen resultado para mi ya que he pasado de acabar entre los diez últimos a finalizar en el medio del pelotón (más o menos). Una lástima ya que me había acostumbrado a esos otros puestos de “honor” ;-)

Y ayer martes tocaba la prueba de esfuerzo. Sí, las circunstancias han querido que coincidiese tan solo dos días después de la marcha, si no, tenia que esperarme hasta el mes de julio, lo que no habría tenido mucho sentido.

Para estar un poco en condiciones, el lunes, después del trabajo, realicé una sesión de rodillo muy suave para eliminar las toxinas (Séance de Lundi).

La prueba era bastante completa, con V0² max y todo, pero en un cacharro de bici que dejaba mucho que desear (imposible de ajustar la posición adecuadamente, sin tan siquiera calapiés, etc.) aunque eso solo tiene influencia en los datos de potencia que, dicho de paso, no eran los que más me interesaban.

Estoy bastante contento porque el resultado me ha confirmado que empiezo a conocerme ya que, a través de mis sensaciones, habría podido acertar los valores con una o dos pulsaciones de error.

Hay van mis datos por si os interesan:
- Umbral aeróbico: 130 pulsaciones (por debajo, solo consumo grasas).
- Umbral anaeróbico: 165 pulsaciones (yo habría dicho 166 ;-)
- PMA: 176 pulsaciones (yo habría dicho 174 ;-)

Como datos anecdóticos:
- Pulsaciones máximas: 180 pulsaciones (aunque no forcé a fondo)
- Potencia máxima: 285 W (que, sin duda, en mi bici habrían sido bastantes más…)

Y por la tarde, como no había tenido bastante, quedé con Jean Claude para dar una “vueltecilla” de 73 km. Eso sí, a ritmo bastante tranquilo… Como dice Chema en su blog: Camina o revienta… ;-)Y eso es lo que estuvo a punto de pasarme, ya que, a pesar de haberme atiborrado de pasta al mediodía, cuando llevábamos una hora y media, me empezó a pegar una buena pájara. No era el cansancio (aunque lo había) sino que mis depósitos de glucógeno estaban vacíos ya que en cuanto metía combustible a la caldera, las sensaciones eran bastante buenas.

Menos mal, que por costumbre llevaba dos barras en el bolsillo del maillot (que devoré como si se tratase del más exquisito de los manjares) porque si no, Jean Claude me habría tenido que remolcar hasta casa… ;-)

En cuanto al circuito, lo escogió Jean Claude, y me sorprendió gratamente ya que, a pesar de rodar por la zona habitual, pasamos por unas carreteras (muy poco transitadas) que yo no conocía. Eso sí, esta vez el Escargot lo subí como su nombre indica… ;-)
Para mañana jueves ya he preparado los trastos para volver del trabajo en bici, lo que quiere decir que el viernes por la mañana también tendré que cogerla para ir a trabajar.

Bonne Route

lunes, 2 de mayo de 2011

VELOSTAR : 1ª Marcha de la temporada

Después de meses de entreno criando km de capilares, levantando toneladas de hierro en el gimnasio (para despertar los músculos más recónditos), casi 500 km de rodillo encerrado en el garaje, etc. ayer pude comprobar, en condiciones reales el resultado de tanto sacrificio pero, también, afortunadamente, de tantas salidas donde he podido compartir grandes episodios de cicloturismo y/o BTT con algunos de vosotros.

La recta final ha sido dura, con la vuelta al trabajo no pude tocar la bici entre semana. Mis músculos necesitaban una semana de reposo y mi cuerpo ya tenía bastante con asimilar los madrugones y alguna jornada de trabajo algo más larga de lo habitual (normal después de dos semanas de vacaciones ;-)

Eso sí, el sábado quedé con J. Claude que también se había inscrito para dar una vuelta de “activación” muscular. El recorrido escogido: Villejust, Janvry, Rotonda de Bris y vuelta por el (mundialmente famoso) Escargot. Un poco más de 50 km con casi 400 m de desnivel.

La intención era clara: Tranquilos en el llano, a ritmo en las cuestas y a probarme en el Escargot. El resultado: Genial, record batido en el Escargot, el cual subí a 21,1 km/h y 164 pulsaciones de media y, sobre todo, muy buenas sensaciones a pesar de haber dormido muy mal. La consecuencia: Moral a tope…

Y ayer nos dimos cita en Babou a las 07h15, para ir hasta el Estadio de Bondoufle (a unos 6 km) donde había que recoger los dorsales para una salida prevista a las 08h30.

Éxito total y organización casi perfecta para una de las pocas cyclosportives que se celebran en la zona. Y es que hace falta empeño para organizar una marcha en una de las regiones más pobladas de Europa. Según oí por la megafonía éramos unos 800 ciclistas en el circuito largo creo, (160 km – 1 000 m de desnivel), aunque tal vez sea entre los dos, ya que había otro más corto (90 km – 500 m). Ya os comentaré cuando publiquen los resultados, porque ayer, la emoción me tenía embargado.


Mi objetivo era probar mis reacciones en una salida a fondo, lo que antes era una rutina para mí, pero que, desde que me he vuelto adicto a los capilares, ya no suelo realizar. Al contrario, me estoy volviendo “diesel”.

Y la verdad es que ritmo tuve y de qué manera: Salida a saco, para que os hagáis una idea, durante la primera hora, en mi grupo (el segundo o tercero detrás de los profesionales), llevábamos una media de 37,5 km/h (158 pulsaciones medias). Durante la segunda, la cosa se “calmó” un poco y la media bajó a 37,1 km/h (al contrario que las pulsaciones que subieron hasta 160 p). Y en el avituallamiento, situado a 91 km, la media era aun de 34,2 km/h…Con los datos en la mano, me pasé casi una hora por encima del umbral anaeróbico…

Pero aun tuve tiempo de aprender… En efecto, en el grupo iba una pareja, un chico y una chica, (ella de un nivel muy similar al mío) pero que seguramente participaba en una de sus primeras cyclos, ya que él le iba indicando en todo momento lo que tenía que hacer: remontar en el grupo antes de una subida para no quedar descolgada, como posicionarse para abrigarse del viento, adelantar aprovechando los momentos de calma, etc.

Y yo, con la oreja puesta y siguiendo las instrucciones como si fuese yo el alumno. Ayer aprendí más de estrategia ciclista que en años de pedaleo… ;-)

Desgraciadamente para mi, no se pararon en el avituallamiento. Casi nadie del grupo lo hizo y los perdimos de vista. Jean Claude y yo, sí, ya que teníamos que cargar agua… una pena, porque empezaba a sentirme bastante bien en el grupo y creo que habría podido acabar con ellos… ¡No sé como la gente puede pegarse 160 km con solo dos bidones!

Cuando salimos del avituallamiento rodamos solos durante unos cuantos km hasta que nos alcanzó otro grupo. El problema es que pasé unos cuantos relevos y en la primera cuesta me quedé solo…

Cuando aun tenía a mi grupo a la vista, me alcanzaron otros cuatro pero como solo entraban tres en los relevos (yo no podía) no ganábamos terreno. Aunque al final, cuando me repuse un poco, decidí sacrificarme por la causa y les ayudé a atraparlos. Sabía que estábamos muy cerca de la cuesta más dura del día y que no podría seguirles (como así fue ya que los alcanzamos al pie de la subida).

Durante unos cinco km me quedé en compañía de otro chaval (que iba más o menos como yo, bastante “torrado”… ;-) hasta que nos cogió un grupo bastante grande por detrás, con el que conseguí acabar la carrera a pesar de que no podía forzar mucho ya que tenía amagos de calambres en las piernas.

Y a unos tres km del estadio… ¿a quién me encuentro? Pues a mi amigo Philippe (un ex del grupo Babou, con el que hice una Marmotte y que ya no sale con nosotros porque vive al norte de París.


Entramos juntos en el estadio (como si fuera la Paris Roubaix ;-) y me estuvo contando que la primera parte de la marcha la realizó en el grupo de cabeza, (junto a Yoann Offredo) y que en la primera hora llevaban una media superior a los 43 km/h. Al final, no aguantó el ritmo y se pasó unos 40 km rodando en solitario (no está mal para alguien que solo puede realizar dos sesiones de rodillo durante la semana).


En conclusión: 160 km con 1055 m de desnivel realizados en 4h46 min (tiempo de pedaleo al que habrá que sumar unos 5 minutos en el avituallamiento para obtener el tiempo oficial), lo que quiere decir una velocidad media de 33,4 km/h (mi record personal). Un resultado impensable hace tan solo dos años, cuando no entrenaba los capilares … Aun me acuerdo de la Bernard Thevenet (con un inicio muy parecido al de ayer) en la que me habían largado a los dos km de la salida real, que realicé casi en solitario y en la que acabé entre los diez últimos.


Ya os lo vengo diciendo, este año el grupo “capilar” (Manolo y Fran entre otros) van a dar que hablar en la QH. No estaremos entre los mejores (eso sería sospechoso o un milagro ;-) pero ya estamos empezando a sorprender a más de uno y, lo que si es seguro es que somos de los que más hemos progresado… Pero, independientemente del resultado oficial (que aún no conozco), una super-jornada de ciclismo, por carreteras conocidas (descubriendo alguna nueva) a un ritmo muy elevado, en un ambiente 50% cicloturista – 50% competición y, encima, aprendiendo...

Lástima que Espinete y sus amigos no se han apuntado a la fiesta, aunque como podéis ver en las fotos, Buggs Bonny y Dumbo si que estaban presentes ;-)

NOTA: Solo he sacado fotos de la salida y de la llegada ya que con el ritmo que llevábamos, no me he arriesgado a tener un accidente. Una lástima porque el paisaje en esta época del año es sublime.


Bonne Route