sábado, 31 de diciembre de 2011

2011: UN AÑO ATIPICO

Es fin de año y toca hacer balance de un año que estuvo lleno de novedades e imprevistos, unos buenos y otros no tanto, aunque finalmente, no me puedo quejar. Os dejo juzgar a vosotros:

El primer trimestre del año (muy frio en el Norte de Francia) estuvo marcado por mi estreno en una sala de musculación (siguiendo los pasos de mi hijo) y por mis primeras idas y venidas al trabajo en bici gracias a las cuales he logrado reducir (y mucho) las horas en los embotellamientos y sobre el rodillo.

Sesión de gimnasio en el hotel en Valladolid, una manera como otra de aprovechar el tiempo en mis numerosos desplazamientos y, sobre todo, de compensar los atracones de tapas, lechazo y otras delicias bien regadas con Ribera de Duero  ;-)
 A las puertas del Technocentre de Renault…
Llega la primavera y con ella las primeras vacaciones en España donde pasé lo que sin duda fue uno de los mejores sino el mejor) momentos de la temporada.

En efecto, lo que consistía en un entrenamiento personal que me servía para constatar mi progresión de cara a las marchas que se avecinaban, se convirtió (por obra y magia de las redes sociales, como siempre tejidas por Manolo TUSINU) en lo que yo bautizaría como la Blogger’s Route: Una salida, non-stop de 150 km y 2000 m de desnivel acompañado de un grupo selecto representando los diferentes estamentos del ciclismo de la comarca.
Un día mágico en muy buena compañía. Por cierto, viendo el nivel que están cogiendo algunos de los participantes, os adelanto que estoy preparando, una pequeña sorpresa (tipo Hoz de Jaca en la QH) para endurecer un poco más la próxima edición ;-)

Y de vuelta a casa, en el mes de mayo, llegan las primeras marchas de la temporada. La primera al lado de casa: La Velostar (153 km con 1050 m de desnivel a una media de 33,4 km/h) en compañía de Jean Claude.
Dos semanas después, esta vez con Florián, la Look saliendo desde el mismo circuito de Formula Uno en Magny Cours (168 km con 1650 m de desnivel a una media de 32,6 km/h).
El entrenamiento había dado sus frutos ya que las medias que alcancé, sobre todo en la segunda, donde Florián y yo rodamos prácticamente solos durante casi dos tercios de la ruta.

Pero llegó el mes de junio, y las cosas, desde el punto de vista ciclista se empezaron a torcer (y de qué manera). Primero con lo que fue mi primera caída en bici de carretera y que estuvo a punto de fastidiarme el fin de semana en familia en los alrededores del Mont St. Michel.

A pesar de mi cara aun quedó tiempo para practicar los deportes de riesgo, por aquello del piloto… ;-) 
Y luego, en lo que tenía que ser mi objetivo deportivo de la temporada (Time – Megève – Mont Blanc) el robo de mi bici, una Orbea Orca. Un golpe aun más duro de asimilar que el anterior.
Bueno, no todo fueron malas noticias durante este mes ya que, a mi iniciativa, empezamos a organizar una salida semanal (todos los miércoles) con los compañeros del club a la salida del trabajo.

Salidas de muy buen rollo y que todo el mundo a pedido que se reconduzcan el año que viene.

Vuelta al ruedo en el primer fin de semana de julio y, por vez primera después de cinco años, NO fue en la Marmotte… ooouuffff!!! sino en la Copains (157 km con 2780 m de desnivel a una media de 26,7 km/h). 
Como se puede ver por la media, y a pesar de la sonrisa de la foto, el estado de forma ya no era el óptimo, sin duda influenciado por los eventos ocurridos durante el mes de junio.

A pesar de todo, dos semanas después, conseguía sobrevivir al acontecimiento cicloturista por excelencia aquí en Francia: La Etapa del Tour (Issoire – St. Flour). En efecto, las condiciones climatológicas fueron tales que menos de 2000 ciclistas (de los màs de 6500 inscritos) conseguimos acabarla.
La temporada ciclista tocaba a su fin y que mejor manera de celebrarlo que pasando un fin de semana en buena compañía en una de las ciudades más famosas del mundo: Istanbul.


Después de las vacaciones en España, vuelta a casa para asistir al Salón du Cycle de París (una especie de caverna de Alí Babá para ciclistas ;-) 
Y empezar a restructurar mi parque ciclista con la Bianchi (prácticamente nueva) que compré de ocasión. No remplaza a la Orbea (esta, si todo va bien, llegará en la primavera 2012) sino la Vitus que ya no está para tantos trotes yendo y viniendo del trabajo. Seguramente la volveré a transformar en bici vintage ya que conservo todo el material.
Fin de temporada y con él, la vuelta al redil del grupo Draveil con su capitán de ruta: Philippe.
Un mes de noviembre dedicado a bajar el ritmo (para un adicto a las endorfinas como yo es impensable parar de salir en bici aunque solo sean quince días ;-)

Y vuelta al cultivo de los capilares, ésta vez de una manera mucho más agradable ya que pude contar con la incondicional compañía de Patrick y Marc (nuestro GPS humano ;-) 
Diciembre marca la vuelta a casa (por Navidad ;-) y con él, las actividades alternativas: Trekking en los alrededores de Vilanova (mucho mejor, para la salud y para el bolsillo, que en el Corte Inglés ;-)

Y un poco de BTT, actividad que tenia prácticamente abandonada este año…


En fin, para los amantes de las estadísticas: 11300 km (contando los 750 sobre el rodillo y 350 de BTT) o dicho de otro modo, un total de 435 horas pasadas sobre un “cacharro” de dos ruedas repartidas en 191 sesiones.


Pero si tuviese que quedarme con algo sería con los grandes momentos que he podido disfrutar sobre mis bicis. Algunos en solitario (las idas y vueltas al trabajo) pero otros muchos, los mejores, compartidos con el grupo Babou, Cotesua, Companys, Orgerus, Jean Claude, Florián y un sinfín de ciclistas ya sea en Francia (mi patria de adopción) o en España...


Así que, solo me queda decir: Muchas gracias a todos, Feliz año 2012 y Bonne Route

jueves, 29 de diciembre de 2011

MONTAÑEANDO

Ayer día de los Santos Inocentes, logré convencer a lo que queda de familia (mi hijo mayor se esta en Barcelona con su primo) para compartir conmigo una sesión de trekking.

La verdad es que me estoy empezando a aficionar y, dicho sea de paso, constituye un complemento de entrenamiento perfecto en esta época del año, sobre todo, en días como los que está haciendo esta Navidad aquí en Vilanova. 

El plan era ir en coche hasta la presa del pantano de Foix (donde lo dejamos aparcado), subir andando hasta Casa Alta por la pista situada a unos 200 m de la presa (dirección Castellet) y bajar de nuevo hasta la presa por el camino que va a salir en el acueducto (justo debajo de la presa).
No sé cuantos km hay exactamente, aunque el desnivel es considerable. A su paso, tardamos unas dos horas y cuarto en completar el circuito en lo que fue una estupenda mañana de excursionismo.
Y hoy nueva salida en BTT con Paco Bena, Jordi y Manolo. Después del plantón del lunes pasado, han vuelto a quedar y han contado conmigo.

Cita a las 09h15 en casa de Paco para ir juntos hasta el Garden de Cubelles (punto de encuentro). El recorrido, muy parecido al del domingo 18 de diciembre aunque hemos aparecido en los Rosales evitando la subida de la alambrada, cruzado solamente una vez el rio Foix, bajando desde Casa Alta por los Balcones y enlazando con una trialera que nos ha dejado en la bajada del Mas del Artís.

Buena mañana de mountain bike donde el solo incidente técnico ha sido el ajuste del cambio trasero de la bici de Manolo. Acababa de cambiar fundas y el cable estaba un poco destensado.
Aquí Paco ajustando el cambio…
Mientras Jordi supervisa la operación (deformación profesional sin duda… ;-)
Bonne Route

martes, 27 de diciembre de 2011

LAS VENTOSAS A RITMO CAPILAR

El sábado pasado, primera salida con la Cotesua, (Torredembarra, Salomó, Masllorenç, La Bisbal y vuelta por el Pantano). Como siempre, a saco, exceptuando un breve periodo justo antes de desayunar, cuando uno de los chavales pinchó (al parecer tres veces), momentos que aproveché para subir tranquilamente charlando un rato con Victor Iturat.

Desayunamos y, como siempre, descolgado en el primer acelerón (llegando a la Bisbal). Aunque cuando creía que ya me había quedado “tranquilo” y me conectando al modo capilar vi que me estaban esperando… todo un detalle que duró hasta el Arboç donde, como viene siendo habitual, se desbocó el ritmo hasta Vilanova. Bueno esto último es solo una conjetura, ya que yo me quedé detrás (esta vez si, a ritmo capilar, detrás de dos de los chavales del grupo que habían levantado el pie e iban hablando tranquilamente). 

Después de la pausa obligada por las fiestas navideñas hoy he salido a rencontrarme con uno de los circuitos más clásicos por estos lares: Vilanova, St. Jaume dels Domenys, las Ventosas, Bonany, Pontons, La Munia, Les Massuques, Torrelletas, Vilanova. Bueno la verdad es que ayer (St. Esteban) tenía cita para una salida en BTT con algunos Companys pero como me quedé leyendo hasta las dos de la noche (Ready Player One), acabé quedándome en la cama. La mañana deportiva quedó limitada a una salida a pie, en familia, hasta la Platja LLarga.
El circuito, de unos 94 km con más de 1100 m de desnivel, que no recorría desde hacia algún tiempo (aunque supongo que podría decir lo mismo de muchos de ellos ;-) no es de lo mejorcito para hacer capilares pero, la verdad, no me apetece mucho seguir saliendo por la costa, (empiezo a conocerme todos los agujeros de la carretera).

Además, este año he decidido innovar un poco e introducir algo de ritmo entre las sesiones de capilares (la del sábado con la Cotesua fue un buen ejemplo ;-). He leído bastante sobre el tema (incluso Chema Arguedas hablaba de ello en su blog) y parece ser que, con un poco de cabeza, no es malo, más bien lo contrario. Ya os diré…

A pesar de todo, mi objetivo era de no pasar de las 140 pulsaciones, salvo cuando el terreno me obligara a ello y sin pasarme  De este modo la salida se ha transformado en una sesión de fartlek, muy moderado, ya que no he pasado de las 157.

Y por vez primera en mi vida, he conseguido subir las Ventosas a un ritmo más que razonable, parando de vez en cuando para sacar fotos.




Tenía ganas de hacerlo ya que, a pesar del reciente incendio que estropeó un poco el paisaje al inicio de la subida, las diferentes vistas de la carretera durante la ascensión (una de mis favoritas) siempre me han recordado los puertos de montaña que subiremos este verano… ¡y todo eso aquí justo al lado de casa!

Aquí cerca del cielo… 
es decir, del final del puerto… ¡el famoso km. 8! (Me parece injusto que nunca salga en ninguna foto  ;-)
He continuado la ruta tranquilamente, con la misma filosofía (cortando la inyección para limitar las pulsaciones excepto cuando el terreno no lo permitía) llegando a casa en poco menos de cuatro horas (casi una más que en verano para completar el mismo circuito ;-) a una media de 24,3 km/h.

La verdad es que tenía ganas, porque ya no estoy acostumbrado a salidas tan largas y no sabia como sentarme en el sillín. Llevaba un pantalón un poco viejo (con la badana un poco/bastante gastada) y, además, me estoy reacostumbrando a mi sillín Specialized (el Fizik Antares que tengo aun en pruebas era insoportable).

¿Se me nota algo en la cara? ;-)

Bonne Route

viernes, 23 de diciembre de 2011

SENSACIONES

Hoy día de mountain bike por el Garraf. Salida corta, solamente 24 km aunque eso si con 520 m de desnivel (460 m en tan solo 11,5 km). Lo justo para subir hasta el Pic del l’Aguila por los balcones y vuelta a Vilanova.
Dicen que el verdadero ciclismo es el de carretera, aquel que nos rememora las grandes gestas de nuestros ídolos. Seguramente tengan razón pero yo, que empecé en esto del ciclismo con las ruedas gordas, raramente experimento sensaciones tan fuertes como las que consigo con la BTT. 

En efecto, saliendo en carretera después de un día de trabajo, tengo la sensación de que mi mente se vacía poco a poco. La sensación placentera generada por el esfuerzo va remplazando el stress progresivamente. Durante buena parte del trayecto vas pensando aun en los problemas cotidianos, aunque desde ángulos y enfoques diferentes (seguramente las endorfinas hacen que las neuronas se conecten de otra manera e incluso mejor) por lo que no es raro que encontremos pistas de solución a nuestras dificultades cotidianas. 

En BTT, sobre todo aquí en el Garraf donde el terreno es tremendamente técnico, reclamando toda la atención para no poner pie a tierra (en el mejor de los casos) o “cuerpo a tierra” (en el peor), la cosa es muy diferente. Desde las primeras pedaladas, nuestra mente está concentrada en encontrar la buena trazada tanto en subida como en bajada (esquivando piedras y/o agujeros). Intentando mantener la trayectoria que hemos anticipado al mismo tiempo que luchamos contra la tendencia natural de nuestra rueda delantera a irse hacia el obstáculo que queremos evitar. Gestionando la posición de nuestro cuerpo para poder superar las pendientes extremas: sentados en el pico del sillín con el cuerpo sobre el manillar para no perder tracción en las subidas o con el trasero casi sobre la rueda trasera en las bajadas.

En otras palabras, desde el principio, nuestras neuronas están completamente ocupadas, olvidando completamente los problemas cotidianos. 

Y cuando coronas (por ejemplo aquí en los Balcones),
superando pendientes o terrenos casi imposibles y levantas la cabeza del manillar, la belleza del entorno te entra, sin prevenir, hasta el último rincón de tu cerebro, A FONDO… saturando literalmente las neuronas ya predispuestas por las endorfinas. El “shock” de euforia ante paisajes de tal belleza es indescriptible… 

Lo mismo ocurre después de una bajada técnica donde hasta el último poro del cuerpo está concentrado en la trayectoria y el control de la bici. Cuando llegas abajo el chute producido por la adrenalina acumulada durante el descenso te deja casi KO de euforia.

Por eso, aunque durante estos últimos años me estoy dedicando casi exclusivamente a la bici de carretera, sensaciones como las encontradas el domingo pasado u hoy con mi BTT son difíciles de igualar.  Emociones que me harán volver siempre, aunque sea esporádicamente, a las ruedas gordas.
Bonne Route

jueves, 22 de diciembre de 2011

PRIMEROS PASOS EN ESPAÑA

Desde el sabado estamos de vuelta en España aunque esta vez no llegamos a tiempo para disfrutar de la (casi mundialmente) conocida salida de Navidad. Una pena, porque es una de las mejores salidas del año:

Por lo tanto, la primera sesion de bici, el domingo, fue en BTT con el grupo "Companys".

Este año no he rodado mucho en BTT (ni 300 km). Seguramente fue debido a eso que disfruté como un enano: Condiciones meteorologicas increibles, terreno en perfecto estado (no demasiado técnico) y los amigos de toda la vida con los que disfrutar durante 43 km y casi 765 m de desnivel.


Bueno, aunque por una vez, tuve que dejar de lado el control de las pulsaciones (es decir, los capilares) pero fue por la buena causa y provisionalmente ya que el lunes (justo antes de la maratôn comprando los ùltimos regalos de Navidad) vuelta a las andadas: Circuito corto a ritmo cool por la costa (como toca en esta época del año ;-)

Y a pesar del buen tiempo, no demasiada gente en la playa. En el norte de Francia, con estas condiciones, no cabria un alfiler …
Pero mi principal actividad estos dias es el trekking (con mi hijo Abel). Dos sesiones, una el martes donde fuimos hasta Sitges por la costa y hoy hasta el Mas del Artis. Dos sesiones de dos horas y media cada una  ideales para quemar las calorias acumuladas estos dias... ;-)
Bonne Route

domingo, 11 de diciembre de 2011

DIA DE FRIO y NIEBLA


Semana de entrenamiento a fondo. En efecto, tres días de musculación en el gimnasio (lunes, miércoles y viernes), dos de rodillo (martes y jueves) y dos salidas en bici (una corta ayer sábado y, la habitual con los compañeros, hoy domingo).

La sesión del miércoles fue la primera, en serio, dedicada al refuerzo muscular de las piernas, lo que me está permitiendo (desde el jueves) descubrir ciertos músculos ocultos de los que no tenía ni la más remota idea de su existencia… ;-)

Día de niebla aquí en el Norte a tal punto que, justo antes de salir, he decidido coger la Bianchi, equipada con luces, y he cambiado de chaqueta (por otra mucho más visible). Afortunadamente, la niebla solo ha aguantado durante la primera hora para dar paso a un paisaje blanqueado por la escarcha matinal. Y es que hacía un poco de frío: -2°C.

Con tales condiciones no es de extrañar que solo estuviésemos Patrick, Marc y yo. No cuento Bernard y Jean Charles, del Consejo de los Ancianos, porque se han dado media vuelta en la segunda rotonda cuando han visto la niebla… Aún nos estamos preguntando por qué se han levantado.

Nuestro GPS particular (Marc) nos ha llevado hacia el sur del Essonne y volver por la orilla del Sena. Ahora ya puedo rodar a un ritmo entre las 130 y 140 pulsaciones pero a pesar de ello, he pasado bastante rato alrededor de las 145 para poder seguir el ritmo impuesto, sobre todo, por Patrick. Ya me esperaban después de cada subida como para encima retrasarlos aun màs en el llano. De todas formas, tampoco me obsesiono demasiado siempre que no sobrepase excesivamente el ritmo establecido ya que la solución alternativa, salir solo, no me seduce demasiado… ;-)

No es de extrañar que la salida se me haya hecho un poco larga por culpa del cansancio acumulado durante la semana. A tal punto que, en la última parte del circuito, me tenían que ir indicando la ruta a seguir en cada cruce. Os podéis imaginar el cachondeo que se llevaban la pareja…

Menos mal que tengo toda la próxima semana para recuperar ya que, como máximo, podré realizar dos sesiones de rodillo. Nada de gimnasio por culpa de un seminario, un desplazamiento al norte de Francia y la preparación de las maletas ya que el fin de semana que viene… volvemos a casa por Navidad… ;-)

Nada más por hoy, el próximo post será ya desde casa en España. Aunque NO llego a tiempo para el almuerzo de Navidad, espero que nos veamos por las carreteras vilanovinas (sobre todo por la costa en estos tiempos de capilares ;-)

Bonne Route

lunes, 5 de diciembre de 2011

SESION DOBLE

Bueno, pues ya estoy aquí de nuevo de vuelta después de pasar una semana en Turquía siguiendo la fabricación de los primeros prototipos en condiciones de serie sobre la línea de montaje.

Las cosas han ido muy bien (mejor de lo que me esperaba) y, a estas alturas, aunque aun nos queda un poco de trabajo para tenerlo todo bien a punto, se puede decir que lo más duro ya ha pasado y podré concentrarme un poco más en el entrenamiento… al menos hasta la primavera… ;-)
Eso sí, nada de bici, menos mal que pude compensar un poco realizando tres cortas sesiones de musculación en la sala de Fitness del hotel, donde empecé a castigar un poco las piernas por vez primera esta temporada.

El sábado llovía y, encima, mi mujer ya me había previsto algo en la agenda (por si se me pasaba por la cabeza entrenarme en el rodillo), así que me presenté a la cita del domingo sin haber tocado la bici en toda la semana…

Y a las 08h30, en Babou… ¡SORPRESA!    No había nadie (creo que es la primera vez que me pasa). El resultado, sin duda, de unas previsiones meteorológicas hiper-pesimistas por lo que nadie osó presentarse… excepto el españolito de turno… ¡ahí, con dos c…!  ;-)

La verdad es que yo tengo una ventaja con respecto a todos ellos. Estoy abonado al Canal + Satélite donde hay una cadena “La Chaîne Météo” que ofrece unas previsiones bastante acertadas y, lo mejor, se puede ver el avance de las lluvias casi en tiempo real. Como os podéis imaginar lo primero que hice al levantarme fue ir a la ventana y, lo segundo, al ver que no llovía, encender la tele y calcular, a través de las imágenes del satélite, de cuanto tiempo podía disponer sin mojarme… ¡y acerté! Esta vez no pillé ni una gota de lluvia… :-)

Bueno, hay que reconocer que las condiciones no eran de lo más agradables (gris, el suelo bien mojado y un viento del sudoeste bastante fuerte) pero nada grave para un chicarrón del Norte… (de España of course ;-)

Así que sesión doble, la mía más la que no hicieron los otros… aunque con tales condiciones la media no fue para tirar cohetes (22,5 km/h) en un recorrido en el que hace un mes rodé a 25 km/h con una frecuencia cardiaca media mucho más baja (-8 pulsaciones)…

La buena noticia, al menos es que, como me llevé la bici de “recambio” (la Bianchi), mi trasero no tuvo que sufrir la tortura del sillín Fizik Antares de la semana pasada. Dejaremos eso para otra ocasión… ;-)

Esta semana, comienza el segundo ciclo de entrenamiento (el primero ha sido una mezcla de entrenamiento de capilares, musculacion del tronco y reposo). A partir de ahora ya podré subir hasta 140 pulsaciones (aunque cortaré la “inyección” a partir de las 135) lo que me permitirá poder quedarme a rueda de los otros con algo menos de dificultad... ¡eso sí, si vienen!    ;-)

Pero, sobre todo, voy a tener que encontrar el tiempo para aumentar el volumen de entrenamiento… lo que no va a ser nada fácil (al menos hasta las vacaciones de Navidad).

Bonne Route