Como
habéis podido comprobar, tengo un poco abandonado el blog. La culpa de una
agenda bastante cargada con el trabajo (y mis desplazamientos, ahora, a
Valladolid), el bricolaje en casa y el regalo “envenenado” que me hice a mí
mismo al final del verano (un e-book kindle) y que me está haciendo consumir
mucho tiempo en un hobby que tenía un poco olvidado: la lectura.
Para
ser sinceros, no hay solo eso. También tiene la “culpa” esa impresión de
estar siempre recontando la misma historia. En efecto, las temporadas ciclistas
se parecen todas como gotas de agua.
Así que,
aprovecho que la semana pasada hicimos una salida un poco excepcional, para
retomar el blog. Si, el domingo 21 de octubre tenia cita a las 09h00 en la rotonda
del Cristo de Saclay para realizar un buen tramo de la randonnée du Toboggan
Meudonnais con mis compañeros del ESR (Entente Sportive Renault).
Mucha
participación, creo que estábamos casi todos (unos 20) pero en dos grupos
diferentes ya que no conseguimos juntarnos todos en el punto de encuentro. Una
excusa como otra cualquiera para “criticar” durante toda la mañana a Lionel
(que era el organizador ;-).
Con
nosotros estaba también Marc, que recibió mi mensaje de última hora (las
condiciones meteorológicas eran inciertas) y llegó a tiempo a Saclay (justo
detrás mío).
Era la
primera vez que participaba (parcialmente) a esta rando que se desarrolla por
nuestro paraíso particular de la Vallée Chevreuse. Y os puedo asegurar que NADA
que ver con el ambiente de otras marchas. Para empezar, no hay cronometraje (lo
que quita ya una buena parte de stress) pero es que en los avituallamientos, te
sirven canapés de foie-gras, ostras, vino blanco, etc…
Bueno,
como Marc y yo, no estábamos inscritos, no quisimos tomar nada, pero las ganas
no faltaron… ;-)
Todo
ello, no impedía que, en ciertos momentos, el ritmo fuera bastante/demasiado
rápido (al menos para mí, con cinco kilos de más con respecto al verano y en un
estado de forma… digamos que perfectible ;-).
También
pudimos comprobar que el ESR (como grupo ciclista) tiene un buen margen de progresión
en este tipo de pruebas: Ya he comentado que no pudimos/supimos juntarnos todos
en el punto de reunión previsto, relevos completamente desorganizados,
acelerones y parones constantes, Lionel que improvisaba sur atajos
particulares, Hervé que nos puso a todos en fila india y que “reventó”
literalmente en la Madelaine y, lo peor, en cada cruce, verificación del mapa
para encontrar el itinerario… ;-)
Si, que
supimos conservar, en cambio, una de nuestras tradiciones (y eso que Olivier
estaba ausente): Nuestra tradicional avería. Esta vez fue Eric quien se sacrificó
por la causa y pinchó en el 2° avituallamiento…
Y como
podéis constatar en las fotos, ni a tres y con una bomba de taller llegaban a
hinchar la rueda… El resto del grupo estaba demasiado ocupado con el foie-gras
y las ostras… ;-)
Finalmente
conseguimos volver a la carretera y, en Châteaufort, Marc y yo entramos
directamente a casa con ~100 km y 930 m de desnivel (lo que no está nada mal
para estas tierras. Mis piernas… como tablas ;-)
En
resumen, una MUY buena jornada de bici en un ambiente casi festivo… tendremos
que repetir el próximo año.
Bonne Route
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