Peter Thomson, nuestro escocés “favorito”, es un ciclista que ha
logrado transformar su pasión en “modus vivendi”. En efecto, instalado en
Sitges desde hace unos años, es uno de los socios fundadores de la empresa que
lleva su nombre y que se dedica a organizar “stages” ciclistas, en varios
países europeos, (principalmente destinados al público anglosajón), algunos de
ellos, asociados al Tour de France, el Giro o la Vuelta.
Este año he tenido la oportunidad de participar (como miembro del
equipo y, más concretamente, como “ride leader”) en uno de los stages
vinculados al Tour de France: Extreme Alps. Sobre el papel 670 km con 15640 m
de desnivel. Sobre el terreno, por razones meteorológicas y de logística,
tuvimos que acortar un poco.
Una semana muy, muy, muy intensa (en todos los sentidos) pero
inolvidable. Para resumir rápidamente, aunque acabé completamente agotado, me
sentía diez años más joven… ;-)
Todo empezó el sábado 13 de julio, TGV hasta Grenoble donde el resto
del equipo, que venía de Vilanova, debía pasar a recogerme. Una vez juntos,
rumbo a Deux Alpes donde pasaríamos la primera mitad de la semana y, de paso,
reconocer, en furgoneta, la primera etapa.
En los alrededores del hotel en Deux Alpes:
El domingo, después de preparar el taller y la sala de reuniones gran
jornada de reconocimiento (todavía en furgoneta) del recorrido de nuestra
“casi-Marmotte”. Y, al acabar, rumbo a Lyon donde, el lunes, debíamos recoger a
nuestros “huéspedes”.
Vistas pasado el sommet de la Croix de Fer…
Y el lunes por la mañana a las 08h30, el momento tan esperado… la
acogida de nuestros 30 clientes (la mayoría de origen americano y australiano).
Cargamos las bicis y maletas en las furgos y vuelta a Deux Alpes donde, el
ambiente después de comer era bastante relajado…
No duró mucho ya que, después de remontar las bicis, nos esperaba
nuestra primera salida yo (con Ricard en la furgoneta) como responsable del grupo
B. El recorrido: Deux Alpes, Alpe d’Huez (hasta la curva n° 16) y vuelta a Deux
Alpes por una carreterita casi desconocida pero con unas vistas increíbles
sobre el valle.
Tiempo para conocernos y las primeras risas…
El martes por la mañana yo tenía que ocuparme de subir las mochilas de
nuestros clientes al Alpe d’Huez (al restaurante donde veríamos pasar la etapa
del Tour de France). Y, os puedo asegurar que sufrí más en la furgoneta que el
resto del equipo sobre las bicis… En efecto, me pasé la subida esquivando a los
miles de ciclistas, (y no exagero), que estaban escalando la famosa montaña.
El plan era volver al pie de Deux Alpes (donde me junté de nuevo con
el grupo B capitaneado esta vez por Aigars) para subir, en bici, la Sarenne, de
nuevo el Alpe d’Huez (por detrás) y abordar la subida a Deux Alpes por una
carretera “secreta” con vistas increíbles.
Pero las condiciones meteorológicas (con un calor asfixiante) hicieron que modificásemos un poco el circuito (para gran alegría de nuestros clientes) dando media vuelta en la cima de la Sarenne y subiendo a Deux Alpes por la subida tradicional (con bici o en la furgoneta que yo había dejado aparcada abajo).
Aunque las chicas tenîan aun mucha fuerza...
Por mi lado, como tenía permiso de Sergi, yo me fui solo a explorar la
carretera “secreta” y, a pesar del rodeo que pegué, aun me dio tiempo de pillar
a alguno en la subida a Deux Alpes en plena agonía… ;-)
El miércoles era el día más duro (Deux Alpes, Croix de Fer,
Télégraphe, Galibier, Deux Alpes). Si remplazamos Deux Alpes por el Alpe d’Huez,
el mismo recorrido que la Marmotte…
Greig en los últimos km de la Croix de Fer…
Aunque finalmente, esta vez por culpa de la lluvia, acortamos bastante.
Para empezar en la cima de la Croix de Fer, todos los de mi grupo se subieron
en la furgoneta, por lo que hicimos la bajada a cubierto y, sobre todo, sin
arriesgar.
Comida en St. Jean de Murienne y sin apenas tiempo para digerir, rumbo
al encadenamiento infernal: Télégraphe – Galibier.
Asistencia en la cima del Télégraphe…
Los siete últimos km del Galibier siempre tan difíciles
y, encima, con lluvia y frio…
Ya habíamos prevenido a todos que si llovía haríamos la bajada del
Galibier en furgoneta… Con los americanos no se puede jugar en cuestiones de
seguridad.. Y nadie se quejó, aun más, tuvimos que recoger algunos clientes de
otros grupos y, por solidaridad, a dos turistas inglesas al borde de la
hipotermia… Una gestión de crisis que nos ha valido bastantes felicitaciones.
El jueves, primera de las tres jornadas dedicadas al Tour, aunque eso sí,
después de subir el Alpe d’Huez en bici (esquivando la marabunta humana que subía
por allí a las 09h00 de la mañana).
Prueba de que subimos en bici… Thomson Bike Tours moviliza bastante gente... ;-).
Y después del Tour, vuelta a “casa” en bici pasando por la Sarenne de
bajada (como los pros) y subiendo Deux Alpes hasta el hotel.
El viernes, nuestra cita con el Tour era en la cima de la Croix de Fry
(un clásico de la Time – Megève - Mt. Blanc). Teníamos que salir de Megève pero
las condiciones drásticas de la organización del Tour y de la Gendarmerie nos
hicieron neutralizar la primera parte ya que era imposible asegurar el apoyo logístico
con las carreteras cortadas (al paso de coches) desde varias horas antes del
paso de los pro. Una làstima ya que yo tenia bastantes ganas de descubrir el
col de l’Epine…
Al final salimos de Serraval para escalar la Croix de Fry bajo
condiciones caniculares… que no duraron mucho ya que mientras atendíamos el
paso de los corredores, nos cayó la del pulpo… Consecuencia: La mayoría optaron
por volver a casa en furgoneta.
El pasaje de los ùltimos...
Aunque algunos pocos decidieron desafiar las condiciones meteorológicas
sobre la bici (con Aigars y yo mismo como ride leaders). Y os puedo asegurar que
pillamos una buena tromba de agua en la parte final de Aravis y el falso llano
hasta Megève.
Si tenemos en cuenta la euforia del grupo una vez en el garaje del
hotel (era una verdadera fiesta) parecía como si fuese la primera vez que
pillaban la lluvia sobre la bici… ;-)
El
sábado, última jornada sobre la bici, tuvimos que acortar de nuevo por
cuestiones logísticas de Megève a Doussard y subir a Semnoz desde Annecy.
Algunos aprovecharon para hacer una visita turística a la “Venecia
francesa” y subieron un poco más tarde. Yo aproveché para subirla a mi ritmo, lo
que no me impidió de acompañar un poco a aquellos a los que conseguí atrapar…
Vistas desde la cima de Semnoz y de nuestro « Vantage Point »
(lo que se ve sobre la hierba son las mochilas de nuestros huéspedes que
naturalmente desaparecieron cuando partimos)
Ambiente Tour a dos km de la llegada en el vantage point…
Los lideres...
Cuando terminó la etapa ya solo quedaba volver al hotel (los primeros
km sobre la bici, luego en coche) desmontar las bicis y prepararse para la
vuelta a casa al dia siguiente…
En conclusión : ~333 km – 11680 m de desnivel. Jornadas de
trabajo sin fin (06h00 hasta 23h00 non-stop) donde lo más descansado era el
rato sobre la bici… ;-). Pero sobre todo muchos buenos momentos con el equipo (Lydia,
Père, Ricard, Jordi, Aigars et Sergi) y con la treintena de aficionados que
tuvimos la suerte de acoger.
Una experiencia que os recomiendo, siempre y cuando habléis inglés y tengáis
ganas de invertir un poco de tiempo para compartir vuestra pasión con unos
cuantos “fanáticos” anglosajones. Eso sí, prepararos porque la aventura es durísima…
yo tardé una semana en recuperarme ;-)
Bonne Route