Con 128 km y
“tan solo” 3500 m de desnivel, era más fácil y más corta que los otros años. De
paso constituía mi objetivo deportivo de la temporada.
Este año éramos
cuatro (René, Emmanuel, Florian y yo) los que salimos hacia Annecy (la pequeña
Venecia francesa) directamente desde el Technocentre ya que la furgoneta no
estaba disponible hasta las 15h45. Alain, que viajó en su avión, se reunió con
nosotros el sábado a la hora de la cena (como veis, para ser director en
Renault no hace falta jugar al golf o el tenis… ;-)
Llegamos al
hotel en Doussard (el mismo del año pasado para la etapa de Albertville) a eso
de las 23h00 por lo que nos fuimos directos a la cama. Y al día siguiente,
después de desayunar, como solo estábamos a 20 km del “village départ” fuimos a
buscar los dorsales en bici relajando músculos sobre la orilla del lago de
Annecy.
Una vez en el
village, no resistimos la tentación de hacernos unas fotos en la portada de
Vélo Magazine…
Florian...
Emmanuel
Y yo… ;-)
Vuelta a “casa”
y comida en un estupendo restaurante, al borde del lago, que nos había buscado
René…
La comida
estaba a la altura de las vistas…
Y el ambiente
simpático y relajado. Como muestra, las frases en la primera hoja de la carta…
en francés (para que practiquéis un poco ;-). Mi favorita, la tercera frase (la
del régimen…)
A la mañana
siguiente, diana a las 04h45. Teníamos que estar en los SAS a las 07h00 e
íbamos en bici… Por desgracia, Florian estaba sólo en un SAS,
yo en otro,
justo detrás de él…
y el resto de
miembros del ESR en un tercero detrás mío… Bueno, en teoría René tenía que
salir en el último SAS pero logró colarse (sí, en Francia, también se hacen
trampas cuando se puede… ;-)
Había 11475
ciclistas en la salida (13500 inscritos) de 50 nacionalidades diferentes
repartidos en SAS de 1000 participantes. La dimensión que ha tomado la Etapa
del Tour sobrepasa los límites de lo imaginable, viene gente de todo el mundo
(Japón, Australia, Nueva Zelanda, muchos estadounidenses e ingleses, etc.)
La salida, al
límite de la zona roja, aunque sin pasarme de vueltas para no pagarlo en la
subida de Semnoz (último puerto de la etapa con 11 km y una media del 8,3%).
Las
dificultades empezaban a los 10 km con la Côte de Puget (5,4 km à 5,8%) seguida
del Col de Leschaux (3,6 km à 6,2%)… con magníficas vistas al lago de Annecy
aunque, como iba en modo “course”, no me entretuve a sacar fotos…
En la cima no
había descanso ya que desde Leschaux, venían una sucesión de toboganes seguidos
de un col en dos fases: Côte de Aillons-le-Vieux (6 km à 4%) y Col des Prés
(3,5 km à 6,5%).
Fue en éste
último donde atrapé a Florian que había salido diez minutos antes que yo (la
moral, que no era mala, subió bastante ya que no esperaba atraparlo tan pronto
;-).
Como estábamos
cerca de bascular, le esperé en la cima e hicimos la bajada juntos, aunque nos
separamos en cuanto iniciamos la subida del Mont-Revard, el más largo de la
jornada, (16 km à 5,4%).
Este puerto era
la trampa a evitar… la pendiente no es nada difícil por lo que la tentación de
apretar (ante la facilidad y, por consecuencia, la euforia resentidas) es muy
fuerte… Si lo hubiese hecho, habría subido el Semnoz a cuatro patas… ;-)
No estuve mucho
tiempo solo, ya que en las primeras rampas, Emmanuel que tenía un de esos días
“mágicos” me atrapó (recuperando de paso, los diez minutos de intervalo entre
su salida y la mía).
Nos quedamos
juntos durante toda la subida (regulando) y casi toda la bajada… ya que, hasta
para abajo, iba diez veces mejor que en la “Trois Ballons”.
En teoría, solo
nos quedaba el último col, pero antes de llegar a Quintal nos sorprendieron con
una seria de repechos que combinados con unos ligeros problemas gástricos hicieron
que Emmanuel se fuera solo para delante y, aunque lo tuve en el punto de mira
hasta el pie del puerto, ya no lo vi hasta la llegada.
En efecto, los
polvos Overstim’s que me dejé poner en el reavituallamiento no me sentaron nada
bien… sé que esta marca no me conviene, pero volví a caer en la trampa….
Y en Quintal,
el coco del día… 34-28 y paciencia, gestionando (y ya sin problemas gástricos
después de cambiar la poción “mágica” por agua pura)… Aquí, durante la etapa
del sábado 20 de julio, si alguien se decide a atacar, podrá hacer daño… ¡mucho
daño! Ya que no hay ni un solo descanso…
Mirar mi cara
en la foto que me sacaron unos primos de Florian cuando aún quedaban 7 km para
llegar arriba…
Florian tenía mejor
cara porque tenía que disimular delante de la familia… por eso sonríe… ;-)
Aprovechando de
paso alguna “ayudita” no del todo reglamentaria… ;-)
1h 19min para
subir este duro puerto que algunos pros y no de los mejores (durante el
entrenamiento) han subido en 37 minutos… Con Strava te enteras de todo ;-)
Al final, acabé
en 6h 29 min (3714 sobre 10624 clasificados)… Al mismo nivel que el año pasado
a pesar de mis cuatro kilos de más pero sin tener uno de esos días mágicos, sin
duda, por culpa de los mismos cuatro kilos… ;-)
El que si lo
tuvo fue Emmanuel que se sorprendió a todo el mundo (él incluido) con un muy
buen tiempo… 6h 11 min (2836 / 10624). Justo detrás mío, Florián en el puesto
5039 y acabando en 6 h 54 min (sin tiempo para entrenar… ¡la clase!).
Alain que tenía
la opción de pasar a profesionales en sus años mozos y que, finalmente, eligió
la carrera de ingeniero, terminó en 7h 22 min (6442)… Otro que si tuviera
tiempo para entrenar no le veríamos ni el pelo…
Y finalmente
René, que sigue progresando a su ritmo mientras descubre el mundo de la
carretera: 7h 34 min en el puesto 6990.
Pero lo más
importante es que todos llegamos bien y después de disfrutar de un día de
CICLOTURISMO. Y es que, para aquellos que no hayan participado nunca en la
Etapa del Tour, esto, aunque bastante caro, es de otro mundo: Carreteras 100%
cerradas al tráfico con un nivel de servicio, seguridad, organización, y
avituallamientos varios niveles por encima de todo lo que yo he visto hasta
ahora… Todos coincidimos en decir que este año (el del centenario) han rayado
la perfección…
Ya solo quedaba
bajar hasta Annecy (15 km sin dar un golpe de pedal), comer un poco de pasta,
volver al hotel (en modo recuperación), tomar una ducha y volver a casa.
Sí, ésta vez
volvíamos el mismo día… Bueno, al final, fue al día siguiente ya que entraba en
casa a las 02h00 del lunes. Lo que habríamos dado por estar en el avión con
Alain disfrutando de las vistas…
El lunes en el
trabajo habría sido menos duro… ;-)
NOTA: Os dejo
el link Strava (pinchar en la imagen) para aquellos que estén interesados en
los detalles del circuito.
Bonne Route
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