REPOSO EN EL FARWEST

Por fin he tenido tiempo de colgar la crónica de la semana pasada. Una semana bastante tranquila gracias a la lluvia que estuvo cayendo durante casi todos los días lo que ha aliviado el problema de la sequía aquí en el Norte y, de paso, me permitió reponerme un poco de tanto entreno ;-).

Pero, como os podéis imaginar por el tiempo que he tardado en publicar esta crónica, ya tenemos otra vez buen tiempo y, por lo tanto, vuelvo a concentrarme en el entrenamiento. Bueno, volviendo al pasado, durante la semana solo pude realizar una corta sesión de ¾ de hora en el rodillo el jueves día 31 (¡la primera del mes!), lo que me permitió terminar el mes con casi 1 200 km y unas 46 horas de bici. No está mal… ;-)

De lo que si tuve tiempo es de volver al gimnasio. Doble sesión: Una de piernas el miércoles que me las dejó como dos postes de telégrafos (aun tengo residuos de agujetas) y una de tronco el viernes (para que mi mujer pueda lucir marido en la playa… ;-)

Para colmo, el fin de semana no se presentaba muy bien, ya que el sábado (con un tiempo casi veraniego) tuvimos que ir a Paris para arreglar unos papeles en el Consulado y el domingo, tocaba lluvia.

Al final, conseguimos volver a casa a la hora de comer, así que después de la siesta que NO hice porque me entretuve instalando mi nuevo pedalier (un FSA SLK compact) me fui a dar una vueltecilla (de 105 km con 765 m de desnivel) por la vallée Chevreuse. Tiempo fantástico (entre 23 y 25° C) aunque con un poco de viento en contra (a la ida) que se transformó en viento de costado (a la vuelta). Normalmente debería haber sido favorable, pero en las inmediaciones de Chevreuse me equivoqué de carretera y volví por otro lado.

La verdad es que aun no me explico como pude dar ese rodeo para acabar donde acabé… Seguramente los efectos negativos del acido láctico en el cerebro causados por el pedazo rampón (con porcentajes del 20%) entre Milon y la Madeleine (el castillo de Chevreuse) y que me había marcado como objetivo para subir ese día…

Aunque da lo mismo ya que, aunque me perdí la subida del Escargot (donde quería probarme de verdad) volviendo por Port Royal, los paisajes son magníficos. Y no digamos la fauna… en el más puro estilo del Oeste americano (a 25 km de Paris).

Buen tiempo, paisaje magnifico, pedalier nuevo y, lo mejor, muy buenas sensaciones a pesar de las agujetas en las piernas… Para muestra, mi velocidad media: 28,3 km/h. Una de mis mejores medias en solitario, teniendo en cuenta que antes de entrar en la zona “civilizada” era de 29,0 km/h. Nada del otro mundo comparado con la de los fieras de la Cotesua (o incluso los de Babou) pero una buena indicación de los progresos que estoy realizando.

Y el domingo, que al final no salió tan lluvioso como previsto, sesión de recuperación activa en el rodillo (la mundialmente famosa séance du lundi ;-) y Tour de Flandes en la tele…

Esta semana, la última aquí en Francia antes de las vacaciones (aunque no estaré con la Cotesua el sábado ya que llego por la tarde) tengo planeadas dos idas y vueltas al trabajo (el martes y el jueves) eso sí, alargando por las tardes…

Así que nos vemos pronto y hasta entonces…

Bonne Route

SOBRE MOJADO

Hoy, después de la intensa semana de idas y venidas al trabajo, tocaba salida con el grupo Babou. Entre el cambio de horario, la lluvia que cayó ayer por la noche y que hoy no se sabía muy bien si también la íbamos a pillar, solo seis nos hemos dado cita, aunque como la semana pasada, en la primera rotonda nos hemos quedado a tres ya que el “Consejo de Ancianos” se ha ido por su lado.

Bernard y Marc... En blanco nuestro amigo de la randonneusse (que ha sido acogido en el Consejo de los Ancianos ;-).

Y Gerard, miembro ilustre del Consejo…

Bueno unos metros más tarde éramos cuatro aunque, el cuarto en discordia era Americo que ha llegado tarde a la cita y nos ha alcanzado poco después de la rotonda.

Rumbo hacia la vallée Chevreuse. Había que evitar la zona sur ya que había más riesgo de lluvia, aun sabiendo que eso significaba entrar con el aire de cara que, afortunadamente, hoy no soplaba muy fuerte.

Como os podéis imaginar, los relevos los hemos compartido a tres (la “garrapata” siempre enganchada detrás) hasta que, a medio camino, hemos alcanzado un grupo con el que hemos podido compartir el esfuerzo.

Llegando a Rambouillet, ellos han tirado hacia la Celle pero Marc quería alargar y yo que me habría quedado de buena gana con ellos ya que había muy buen rollo, he acabado cediendo y me he quedado con él. Bernard y nuestro “amigo” Americo se han quedado con el grupo.

La verdad es que no las tenía todas conmigo, 50 km de vuelta (después de la semana que llevaba) a dos contra el viento y encima empezaban a caer cuatro gotas. Pero al final, la lluvia ha parado (hemos entrado con sol) y el cuerpo no ha respondido mal del todo aunque me faltaba un poco de “punch” a causa del cansancio.

En conclusión: 110 km con 580 m de desnivel a 29,1 km/h de media (y eso que hemos entrado por una zona bastante urbanizada). Nada mal… sobre todo que la alergia me ha dejado tranquilo (con la lluvia, el aire se había limpiado bastante).

Y esta semana, empiezo a bajar el ritmo. Si el tiempo lo permite, solo haré dos idas y venidas al trabajo, eso si, alargando por las tardes ahora que nos han cambiado al horario de verano. Y la semana de después, justo antes de viajar a España, descanso total… ;-)

Bonne Route

SENSACIONES FUERTES

La primavera ya está aquí y con ella sigue el buen tiempo aquí por el Norte, así que he aprovechado para realizar una semana bien intensiva. Como siga sin llover voy a acabar completamente agotado ;-)

De echo, el lunes por la mañana fui al trabajo con la bici en el maletero y he estado yendo y viniendo toda la semana, hasta el viernes por la tarde. En total cuatro idas y venidas que totalizan 240 km integrando sesiones de recuperación activa, fuerza resistencia, intervalos y ritmo al umbral.

Físicamente, el cuerpo ha reaccionado muy bien y no he acusado demasiado el cansancio ya que he cuidado mucho la alimentación (y a pesar de ello, he empezado, por fin, a afinarme seriamente).

Lo que llevo peor es la alergia. En efecto, con tantos días sin llover el polen y el polvo están por todos lados y el jueves y viernes por la tarde las pasé canutas al llegar a casa.
Normal, por las mañanas como hace bastante fresquito, me pongo el buff tapándome la nariz y la boca. Con la humedad de la respiración hace de filtro e impide que me entren porquerías en los pulmones. Pero, la tarde del jueves, con el calor no me puse el buff y, encima, me piqué con un joven cicloturista que me adelantó (sobre una Trek Madonne) intentando descolgarme. Yo, aunque iba sacando el hígado le aguanté la rueda y encima, para más recochineo, me permití pegarle algún relevo. Imaginaos el mosqueo que llevaba el otro al ver que un viejo como yo (vestido con chaleco fluorescente), con una mochila de cuatro kilos encima y una bici de treinta años con más luces que un árbol de Navidad le podía aguantar el ritmo… ;-)

El ritmo lo aguanté, pero lo pagué en casa cuando empezó a hacerme efecto los kilos de polen que había tragado… aunque el viernes por la mañana ya estaba bastante recuperado y con el truco del buff y las pastillas pude mantener a raya los efectos de la alergia.
Pero por la tarde, volviendo a casa con el coche, al niño no se le ocurre otra cosa que rodar con las ventanillas y el techo abiertos… Resultado: Otro empacho de polen :-(

Bueno hoy sabado por la tarde ha caído un buen chaparrón que espero que haya conseguido limpiar un poco la atmósfera. Ya veremos como me va mañana con los Babou’s boys.

Y la semana que viene con el cambio de horario he previsto reducir la cantidad de salidas (dos como máximo si el tiempo lo permite) pero, a cambio, introduciré otra novedad: Alargaré mi recorrido por las tardes al volver a casa. Ya os contaré…

Bonne Route

ETAMPES – LA RUTA DES GUERRIERS

Difícil, muy difícil de escribir hoy estas líneas ya que (también a mi) la desaparición de Arturo me ha afectado bastante.

A pesar de no estar seguro si coincidí con él en alguna de mis esporádicas salidas con la Cotesua, la lectura de su blog me ha marcado por la manera de afrontar esta terrible enfermedad. Una auténtica lección para todos, digna de admirar y que me ha hecho reflexionar largas horas… Desgraciadamente, el final no fue el que nos habría gustado a todos y Arturo nos ha dejado.

Así que forzado y sin ganas, me he decidido a escribir ya que creo que es la mejor manera de rendirle homenaje. Eso sí, como muestra de respeto, hoy no habrá fotos ni gráficos, (aunque tampoco estaba de humor).

Semana bastante intensa con las idas y venidas del trabajo en bici (tres días seguidos: martes, miércoles y jueves). De hecho solo fui en coche el lunes y el viernes (y menos mal, porque, por primera vez este mes: llovió).

Poco a poco mi cuerpo se va acostumbrando a este ritmo y aunque el viernes por la noche estaba bastante cansado, nada comparado a la semana pasada (que tuvo un día de bici menos).

Y hoy domingo, vuelta con la Cotesua. Al principio éramos unos quince, aunque en la primera rotonda el “Consejo de los Ancianos” nos ha dejado. El resto del grupo (unos doce) nos hemos dirigido hacia Etampes con Joel y Hervé (que estaba de vuelta) tirando del grupo a un ritmo que era imposible de darles un solo relevo…

Aunque llegando a Etampes, con una media de casi 31 km/h, los dos han decidido acortar llevándose con ellos una buena parte del grupo. Nos hemos quedado Patrick, Bernard, Marc, Americo (que no cuenta porque no da un solo relevo) y yo.

De Etampes nos hemos dirigido hacia la cuesta de Chalo-St-Mars que hemos subido a fondo. Hemos seguido hacia La Foret le Roi, Angervilliers y la Ruta des Guerriers (por la que no pasábamos desde que Thierry nos dejó). Bueno, por el camino nos han dejado Bernard y luego Patrick que, después de picarse conmigo en todas las subidas, no se sentía con fuerzas para afrontar la famosa “Ruta”.

Así, que nos hemos quedado dos: Marc y yo, lo que no es demasiado cuando tienes el viento de cara (acordaos que Americo no cuenta, ya que ni así nos ha dado un relevo).

A partir de aquí, con el ritmo de la primera hora y los piques con Patrick, se me ha hecho bastante duro, pero al final me he ido recuperando y en el Escargot he vuelto a superar mi tiempo de la semana pasada.

Desde allí y aprovechando que Americo nos ha pegado la estocada y ha coronado delante nuestro, nos hemos puesto a su rueda y, en el último repecho del día (ya al lado de casa) le he pegado el hachazo de mi vida y… ¡Ha funcionado! ¡He conseguido coronar con media rueda de ventaja!

Buen final para una excelente ruta (102 km con 765 m de desnivel a 28,0 km/h de media), trazada una vez más, por Marc, pasando a través de las mejores zonas del Essonne.

Bonne Route

CUIDANDO LOS CAPILARES

Al final ha resultado que la lluvia no ha llegado aquí al Norte como estaba previsto pero yo, a pesar de que ayer noche todo parecía indicar que hoy no llovería, ya había decidido quedarme en la cama para recuperarme de la dura salida del sábado.

Así que después de desayunar tranquilamente en familia y aprovechando que no había ningún indicio de lluvia en el horizonte, he decidido salir un rato para realizar la sesión de recuperación activa en la carretera, la cual estaba completamente seca.

Una buena ocasión también para mantener los capilares en forma… Y es que, aquellos que creían que los famosos capilares son solo un asunto de principios de temporada están muy equivocados.

En efecto, durante la temporada, todo ciclista que se precie debería rodar alrededor de un 70% del tiempo a ritmo capilar (a nivel aeróbico). Y como comprenderéis, esto solo se consigue realizando salidas “cool” a lo largo de todo el año.

Al final, hoy, han salido 2h24 para realizar 62 km a una velocidad media de 26 km/h. La frecuencia cardiaca: 132 pulsaciones. Y lo mejor de todo, las piernas totalmente recuperadas y preparadas para la semana que viene.

Y mañana… ¡Prometido! Descanso absoluto… sin contar el trabajo, bien entendido ;-)

Bonne Route

ENTRENO DOBLE

Dicen que cuando sales a entrenar con lluvia, el entreno cuenta doble : A los kms que tu has hecho hay que sumar los que los otros no han realizado al quedarse en casa. Y, por una vez y sin que sirva de precedente, eso es lo que ha pasado hoy.

Bueno, aquí hoy no ha llovido, pero como lo ha hecho en Vilanova y teóricamente mañana lo hará aquí, pues eso, Jean Claude (el único del que tengo el número de teléfono) y yo hemos sumado un entreno de más. ¡Y qué entreno!

En efecto, unos 112 km con casi 1 000 m de desnivel (aquí es difícil de hacer más) a una media rayando los 28 km/h. Difícil de precisar ya que mi pulsometro se ha parado casi al final de la sesión sin registrar nada y he tenido que “reconstruir” la salida con Bikely :-(

Essarts le Roi

http://www.bikely.com/

Bueno al menos he podido registrar los últimos 25 km que incluyen la “mítica” subida del Escargot y que hoy he subido a una media de 19 km/h (+1 km/h que hace dos semanas) lo que, considerando el cansancio, no está mal aunque aun lejos de mi mejor marca.

Y puesto que hablamos de cansancio, pues eso, que como siga sin llover aquí en Francia voy a acabar agotado ;-)

La semana pasada, con la excusa del tiempo, me salté el reposo y empecé con los trayectos del trabajo y, ésta, como tampoco ha llovido, pues he continuado con las idas y venidas (dos en total) integrando las sesiones de entreno (el lunes: sesión de recuperación activa, el martes: fuerza resistencia por la mañana e intervalos por la tarde y el miércoles por la mañana: ritmo).

Y no he salido más porque el jueves tenia reunión en el colegio y el viernes me tuve que quedar ocupándome de mi hijo pequeño (aunque aun me quedó un poco de tiempo para ir al gimnasio ;-).

En fin, mañana sesión de recuperación activa (seguramente sobre el rodillo). Y la semana que viene tampoco hay lluvia en el horizonte por lo que… ;-)

Como veis… ¡Aquí nadie entrena!

Bonne Route

1er OBJETIVO DE LA TEMPORADA (en el saco)

A finales del año pasado os hablé de uno de mis objetivos de esta temporada: Ir y volver del trabajo en bici. Pues bien, esta semana ya lo he logrado y aunque aun estoy en periodo de ensayo, ya han caído cuatro trayectos (dos idas con sus dos vueltas, aunque “desparejadas”).

En efecto, por ahora aun utilizo el coche como campamento de base (para evitar llevar la mochila a la espalda). El martes por la mañana fui al trabajo con la bici y la bolsa en el coche y volví a casa en bici. El miércoles hice ida y vuelta en bici (los trastos siempre guardados en el coche) y el jueves fui al trabajo en bici y ya volví en coche.

Teóricamente tocaba semana de reposo, pero viendo que el del tiempo no había programado lluvia durante la semana y que los días ya empiezan a alargar, me decidí, y eso, a pesar del frío: Temperaturas entre 0°C (por la mañana) y 9°C (por la tarde a pesar del sol).

Las primeras conclusiones son muy positivas. Empezar o acabar una jornada de trabajo después de 1 hora y cuarto de bici (sin el stress de los embotellamientos) es un verdadero placer, aunque os puedo asegurar que el jueves lo pasé un poco grogui por el cansancio acumulado ;-)

Para la próxima semana (aprovechando que aun no anuncian lluvia) ya he introducido algunos ajustes: he puesto pedales de montaña para poder ir caminando hasta el vestuario (sin cambiarme de zapatillas en el coche), he modificado la primera parte del recorrido y, lo más importante, voy a intentar integrar algunas sesiones de entreno aunque eso sí, sin excesos, ya que por ahora no me pagan para pasarme el día recuperando ;-) Y si todo va bien (y aun no llueve), el viernes realizaré mi primera jornada en total autonomía (ir y volver en el mismo día sin el apoyo del coche).

Y hoy, la tradicional salida del domingo. Unos quince ciclistas nos hemos dado cita a pesar de la gélida temperatura (entre 3 y 9°C) para dirigirnos (ya empieza a ser una tradición) hacia Fontainebleau y volver por la orilla del Sena atravesando al final la Forêt Senart intentando evitar el viento de cara (hoy soplaba del NE).

Pierre que no venîa desde hacia unos cuantos meses

Joel, charlando con Patrice. Hoy venîa en mejor forma con su super Cervelo...
Y Jean Claude y Marc en lo que parecîa una premoniciôn...

Ritmo infernal desde el principio (rara era la ocasión en que yo me podía poner a tirar del grupo) lo que ha anticipado la ruptura poco después de Mennecy. Nos hemos quedado unos diez (el grupo más numeroso en lo que llevamos de año) y después de Fontainebleau cuando ya íbamos por la orilla del Sena (con el viento de cara) las fuerzas se han igualado un poco. Siempre pasa lo mismo, como Marc y yo tenemos más fondo que el resto del grupo, acabamos mejor que ellos y somos nosotros los que les hacemos sufrir ;-).

Hoy creía que íbamos a entrar los diez juntos pero finalmente en la subida que sale de Corbeil me he puesto a tirar en cabeza desde abajo relevado por Marc casi al final (que ha tirado a fondo durante el falso llano que sigue) y nos hemos quedado Jean Claude, Marc y yo solos. Los otros han tirado la toalla y han decidido acortar…

En lo que llevamos de invierno aun no hemos conseguido que atraviesen con nosotros la Forêt Senart…

En conclusión: 3h51 de bici para recorrer 105 km con apenas 400 m de desnivel a una velocidad media de 27,3 km/h y 145 pulsaciones. Estas salidas a ritmo (alrededor del umbral anaeróbico, en algunas ocasiones por encima) se me hacen aun muy duras. Sin duda la falta de costumbre pero las buenas sensaciones de base están ahí.

En cuanto al peso, esta semana con las idas y venidas al trabajo, la primera de las tres botellas se ha vaciado un poco (hace ya días que no veo los 68 kg en la balanza ;-).

Bonne Route y buen carnaval