viernes, 25 de mayo de 2012

LOS CUATRO MOSQUETEROS del ESR


Después de una larga ausencia por culpa de los desplazamientos a fábrica, las vacaciones y los numerosos puentes (más bien acueductos) del mes de mayo, ayer pude volver, por fin, a salir con los colegas del trabajo. Y la verdad es que valió la pena…

Nos juntamos cuatro: Vincent, Lionel, nuestro presidente Emmanuel y yo. 



El objetivo era pasarnos por la piedra (¡bueno! Por las ruedas ;-) la mayor cantidad posible de cuestas de la vallée Chevreuse, en fuerza con el plato grande, para preparar la Time-Megève-Mt. Blanc.

De paso nos solidarizábamos con Emmanuel al que… desde hace un año, no le entra el plato pequeño. Ese pequeño detalle deja imaginar la potencia del “animalico” ;-)

El otro que estaba que salía ayer era Lionel. Ni con la Trek pude descolgarle y… peor aun, me pegó una buena lección de humildad. Y encima se queja de sobrepeso… ¡Pues menos mal! (pensaba yo ;-)

Bueno, al menos, pude ganarle (o me dejó por imposible… ¡vaya usted a saber!) en la Madelaine (una cuesta en pleno centro de Chevreuse que lleva hasta el castillo del mismo nombre con rampas del 13%). Lo que es seguro es que, en esta cuesta, le gané la batalla sicológica ya que YO la subí con el plato grande… ;-)


Y Vincent, como siempre, aguantando en el llano y cada vez más cerca en las subidas… Dentro de unos meses no estará lejos de nuestro nivel, puede que mejor.


Emmanuel habría tenido tiempo de subir dos veces en vez de quedarse enganchado al muro… ;-)


En conclusión: Unos 60 km con 576 m de desnivel a una media de 27,5 km/h. Nada mal aunque nuestro objetivo era desarrollar la fuerza. Y lo mejor… súper ambiente en el maravilloso cuadro de la vallée Chevreuse y con temperatura estival…

Una lastima que la semana que viene no pueda salir porque me vuelvo a ir a Turquía…


Bonne Route

miércoles, 23 de mayo de 2012

UNA LOOK PASADA POR AGUA


El domingo pasado, fuimos hasta Nevers para participar en la Look. La Entente Sportive Renault estaba representada por Emmanuel (nuestro responsable de grupo), Vincent y yo. Y con nosotros, Florian y su novia Christelle que aprovechó para estrenarse en estas lides participando a la randonnée de 57 km. Bueno, luego nos enteramos que había otra persona (René) que vino, aunque por su cuenta. Es él, el que me ha pasado las fotos de Vincent y de la salida de nuestro grupo.

Llegamos el sábado por la tarde con el tiempo justo para coger los dorsales, los maillots de regalo, preparar las bicis y cenar. Economía obliga, estábamos alojados los tres, con nuestras bicis en la misma habitación, en mi opinión, apenas dimensionada para dos personas y que, encima, solo tenía dos camas… ;-)

Bueno, al final, como Emmanuel prometió portarse bien durante la noche, dejé la bici en un rincón y le permití acostarse a mi lado (ya se sabe, cuando uno es responsable de grupo tiene que sacrificarse por los otros y dormir en el suelo si necesario ;-).

El despertador sonaba a las 05h40 para estar listos a las 07h00 en el punto de encuentro y salir, en grupo, a ritmo muy tranquilo, hacia el circuito de Magny Cours donde estaba prevista la salida.



En el punto de encuentro, el ambiente empezó a caer en picado en cuanto las primeras gotas de lluvia tocaron el suelo, las cuales nos acompañaron durante la casi totalidad de los 17 km entre Nevers y el circuito.

Pero sobre la línea de salida, la lluvia nos dio un respiro por lo que no tardamos en sacarnos los chubasqueros para lucir nuestros maillots…




Y comer un poco… ;-)


La salida del circuito largo (155 km con 1400 m de desnivel) estaba prevista a las 08h00. Éramos tres (Florian, Emmanuel y yo). El recorrido de 89 km, en el que participaba Vincent, salía a las 08h20 y la randonnée, en la que estaba inscrita Christelle, a las 08h30.

Como siempre, desde que los semáforos cambiaron al verde, a fondo durante todo el circuito y, a fondo también, durante la primera hora de la marcha. Aunque como el suelo estaba bien mojado, la gente parecía un poco más prudente, lo que no impidió dos primeras caídas (aun dentro del circuito), una de ellas, con rotura de clavícula incluida.



La relativa prudencia de los “pros” nos permitió (a Florian y a mi) engancharnos al grupo de cabeza durante toda la primera hora (con una media superior a los 36 km/h).

Aunque, finalmente, la realidad acabó imponiéndose y, en un falso llano ascendente donde el ritmo se aceleró un poco, mi “elástico” se rompió definitivamente (ya había estado a punto otras tres veces ;-). De su lado, Florian que parecía tener su día de gracia (sobre todo comparado con el nivel del jueves) podría haber resistido con ellos durante unos km suplementarios, pero se quedó conmigo.

No nos quedamos solos durante mucho tiempo ya que poco a poco íbamos siendo alcanzados por otros ciclistas aislados hasta formar un pequeño grupo de unos ocho ciclistas. Y, después del primer avituallamiento (donde, como estaba previsto, no nos paramos) pasamos directamente a cuarenta unidades cuando al ser absorbidos por el “segundo” pelotón.

Durante todo ese tiempo, la lluvia caía de nuevo y, esta vez, abundantemente. Casi dos horas (quizás más) bajo el agua. Afortunadamente, no hacia frío (15° C), por lo que los únicos problemas eran el estar bien atento para no tener ninguna caída (me pasé casi toda la marcha en tensión) y no tragar las porquerías que saltaban de las ruedas de los de delante… ;-)

El segundo avituallamiento lo pasamos, todos, en modo “AVE”, es decir, a toda leche y sin parar. Florian y yo, ya lo habíamos previsto así (no queríamos que nos pasase como el año pasado cuando perdimos el tren y tuvimos que pegarnos una contrarreloj de 60 km en mano a mano), por lo que tampoco nos paramos a pesar de que teníamos bastantes ganas de cambiarle el agua al canario.

Y, a cinco km de la llegada, Florian, que seguía en estado de gracia, lanzó un ataque... :-0

Su objetivo no era otro que el de meter un poco de ambiente antes de la llegada aunque no resistió mucho tiempo en cabeza a pesar de que el ritmo del grupo (donde yo me había quedado) no se había alterado… ;-)

Finalmente llegamos a meta con 4h 46 min (en los puestos 127 y 133 sobre 230 participantes) a 35 minutos del primero y con una velocidad media, oficial, de 32,7 km/h (nuestros cuentas marcaban 33,3 km/h).


Por su lado, Emmanuel acabó en 5h 31 minutos (en el puesto 203) con una media de 28,2 km/h. Un resultado más que honorable ya que este inicio de año lo ha dedicado, casi exclusivamente, a preparar y correr su primer maratón.

Pero el que más me sorprendió fue Vincent quien, sobre el recorrido de 89 km acabó en el puesto 112 (sobre 233) en 2 h 46 min con una media de 32,1 km/h… Este, en cuanto tenga un poco más de fondo nos va a hacer sufrir… Sobre todo teniendo en cuenta que es uno de los habituales en nuestras salidas entre semana.


Y por su parte, Christelle consiguió acabar su primera rando sobre un VTC Btwin de más de 20 kg. Era la segunda salida más larga de su vida…



Estábamos TODOS más que felices de haber acabado esta marcha sin ningún incidente (a pesar de la lluvia) pero nuestras aventuras no se habían terminado ya que, cuando fuimos a ducharnos al hotel, tuvimos que aguantar los “humos” del gerente.

No entraré en los detalles, solo deciros que si alguna vez venís a Nevers (cosa que me extrañaría, ya que no está muy lejano del culo del mundo… ;-) NO os alojéis en el hotel VERDUN… :-(

Por cierto, el Di2 muy bien, sin ningún incidente bajo la lluvia. Y, lo que más me sorprendió, es que en el grupo en el que estuve rodando durante casi toda la marcha había al menos cuatro Di2 (incluyendo un Dura-ace) casi todos sobre bicis Trek, aunque no solo.

Como era de esperar y aunque no se gana gran cosa, a parte de un poco de peso compensado por el aligeramiento de la cuenta bancaria (y lo dice uno que lo tiene ;-) el grupo eléctrico se está imponiendo rápidamente. Efecto moda o avance tecnológico… el tiempo lo dirá…

Tal vez, dentro de unos años se organicen marchas tipo “Manetas de cable” donde, para participar, se tenga que llevar un grupo mecánico… ;-)

Bonne Route

jueves, 17 de mayo de 2012

EL FIN DE UN CICLO


El domingo pasado, después de más de un mes sin quedar con el grupo Babou, pude, por fin, salir con ellos…  Bueno, para ser fieles a la realidad, pude saludarlos en el punto de encuentro y salir a rodar con Marc.


En efecto, esto ya no es lo que era… Hace ya algún tiempo, el grupo Draveil se separó de nosotros. Luego, el “Consejo de los Ancianos” decidió irse por su lado para poder rodar a un ritmo más tranquilo… (como ocurre en otros grupos). Un poco más tarde, los más fuertes (Joel, Hervé, etc.) cambiaron de grupo para salir con gente de su nivel (lo de los capilares en invierno no era realmente lo suyo ;-)

Y ahora, ni Patrick, ni Patrice, ni Gérard, etc. vienen con nosotros (Marc y yo) porque alargamos demasiado y/o hacemos rutas con mucho desnivel (aquí en el llano ;-) o…

Y digo yo, si en esta época del año no metes un poco de distancia, desnivel e intensidad (lo que no quiere decir ir todo el rato a saco)… ¿Cuándo lo haces?

En conclusión, una vez más, Marc y yo nos quedamos solos desde el principio y eso que el circuito, aunque salieron 120 km, no tenía gran dificultad (550 m de desnivel). Como soplaba viento del NE fuimos a Fontainebleau para volver, un poco protegidos, por la orilla del Sena.

Ningún incidente de ruta, solo dos paradas para cambiar el agua al canario y quitarnos los manguitos y/o perneras… 


Las sensaciones, muy buenas, las pulsaciones bastante bajas (137) y la velocidad media bastante alta (29,4 km/h). Creo que estoy algo mejor que el año pasado aunque, el sábado, no conseguí batir mi record en el Escargot (donde fui a probarme). Hice la tercera mejor marca (a tan solo 2 segundos de la 2ª y a 10” del record ;-).

El martes, como llovía a cántaros, realicé una sesión de intervalos en el rodillo y hoy jueves, aprovechando que es fiesta aquí en Francia, he quedado con Florian. Hemos acordado encontrarnos en Les Molières para acompañarle hasta la casa de su abuela (a unos 20 km de la mía).

En el punto de encuentro donde, hace poco han abierto una tienda de bicis…


Florian nada más llegar (con un poco de retraso ;-)…


toboganes ya que atraviese en perpendicular los diferentes valles de la región y que yo no realizaba desde hace bastante tiempo).

Hasta allí llevábamos el viento más bien de cara pero íbamos un poco protegidos. Pero desde St. Yon hasta la Ferte Alais (sobre todo alrededor antes y después de Lardy) ha sido terrible con un viento muy fuerte que no nos dejaba casi avanzar…

Además, viendo que Florian no iba muy bien, ya que este año lleva la preparación bastante retrasada, le he dicho que se quedara a rueda por lo que me he pegado las larguiiiiisimas líneas rectas yo solo contra el viento del SE.


Finalmente hemos llegado al pie de la cuesta de Mondeville donde ya estábamos protegidos y, a partir de allí ya era favorable (al menos para mi). En efecto, nos hemos separado en la rotonda de Chevannes (él tenia que tirar para la derecha durante nueve km para llegar a su destino, con el viento otra vez de cara) y yo he seguido recto, a toda leche gracias al aire favorable (en 20 km he subido la media de casi 1 km/h ;-)

El link para ver el recorrido en detalle…


Seguramente esta salida (de 112 km con 836 m de desnivel) pasará factura este domingo durante la Look. Aunque, como es una marcha de preparación, no tiene mucha importancia y, ya se sabe… ¡lo que no mata engorda! ;-)

Ya os contaré…

Bonne Route

lunes, 7 de mayo de 2012

DOMAINE DE SOUCY


Ayer domingo habían anunciado lluvias por lo que me quedé en la cama. Aunque al final, todo se quedó en un día muy gris en el que no cayó ni una gota. Así que, después de desayunar en familia, me fui a dar una vuelta en solitario a ritmo tranquilo (29,4 km/h de media ;-) para estirar las piernas.

Lo de la media tiene truco, ya que solo hice 67 km bastante planos. La única subida, más bien un falso llano, fue la de las Poupettes.  Aunque al final entre una cosa y otra, acabé gastando más energía de lo que había previsto.

Y hoy lunes, aprovechando el puente, (mañana es la fiesta del armisticio de la II Guerra Mundial) había programado una salida intensiva (en solitario) en la vallée Chevreuse: 114 km con 928 m de desnivel en la que, finalmente, me ha salido una media de 28,1 km/h.

La idea era de meter mucho desnivel para trabajar la fuerza-resistencia aprovechando que, para hacerlo más “interesante”, había remplazado el 12-25 por mi 12-23 (algo habitual en esta época del año ;-).

Durante los primeros 60 km iba muy bien (tal vez… demasiado bien). Es el “problema” de la Trek, responde tan bien que, te entusiasmas, y no paras de darle, y darle, y darle… hasta que la fatiga (y en este caso, con la jornada de ayer, tenía para dar y vender) te pone en tu sitio… ;-)


Y aunque en la segunda mitad he seguido dándole, las sensaciones ya no eran las mismas. Y para colmo de males, hoy no podía meter el 23 por lo que he tenido que seguir forzando más de lo previsto… (¿no querías sopa?... pues toma dos platos ;-).

En efecto, ayer cuando cambié la cassette no metí la arandela que lleva de suplemento (como vi que todo ajustaba bien creí que no la necesitaría) así que cuando llegaba al 23, y aunque el tope del cambio dejaba subir la cadena, ésta hacía ruido y, a veces, descendía al segundo piñón.

En un grupo mecánico todo se habría quedado aquí pero, ya se sabe, con la electrónica todo se complica. Y justamente cuando estaba en el punto más lejano del circuito, en Auffargis, intentando “forzar” el 23, el cambio trasero se ha metido en modo protección (es decir, se queda bloqueado en el susodicho 23 y ya no cambia).

Ni reset, ni “ost…s” que el “cab…azo” no quería volver a funcionar. Resignado, me he vuelto a montar y… ¡milagro! El problema se ha resuelto. Eso sí, durante el resto de la salida iba bien atento a no volver a meter el piñón más grande para no bloquearlo.

Esta tarde, ya en casa, he puesto la arandela y… parece (tocaremos madera ;-) que todo vuelve a funcionar perfectamente. Digo parece, porque mientras estaba haciendo los reglajes, la batería (con 1450 km) ha empezado a decir ¡hasta aquí hemos llegado!

Esto, en el lenguaje Shimano, se traduce por una inmovilización del cambio delantero (en el plato pequeño) mientras te sigue dejando cambiar atrás para que puedas entrar a casa. En estos momentos la tengo en carga y, cuando acabe, podré terminar de confirmar los reglajes.

Por cierto, os dejo unas fotos del Domaine de Soucy (un parque que pertenecía a uno de los numerosos castillos que hay por la zona) donde hay una exposición de esculturas de Edgardo Carmona (un artista colombiano).





Hacía tiempo que quería sacar unas fotos pero como casi siempre paso acompañado no me da tiempo a pararme. Aunque, esto de la fotografía no es lo mio, he intentado esmerarme lo máximo posible… ;-)

Bonne Route

domingo, 6 de mayo de 2012

VELOSTAR 2012


Todo llega en esta vida, en este caso la primera marcha de la temporada. Esta vez un poco a contrapié, después de dos semanas de entrenamiento intensivo en España y sin tiempo de reposarme, pero eso es lo de menos ya que éste no era más que el primer test para preparar mi verdadero objetivo deportivo de la temporada: La Time – Megève – Mt. Blanc (siempre y cuando no me quiten la bici, nos caiga el diluvio universal o cualquier otra cosa ;-)

Este año esperé a última hora para inscribirme ya que las condiciones meteorológicas aquí en el Norte no son muy buenas. Y la verdad es que la cosa estuvo bastante ajustada ya que por el camino aun estaba lloviendo aunque, finalmente, en el chateau de Chamarande (a 25 km de casa y punto de salida de la marcha) ya había parado y no nos llovió en todo el día.


Tenía miedo a la salida, sobre todo con el suelo mojado (y eso que había cambiado los Bontrager por los Michelin Pro Race). Pero al final, partir desde la avenida central del castillo (un camino semi-asfaltado lleno de gravillón), giro de 90° para coger la carretera con casi dos km de subida a fuerte porcentaje, fue una buena idea ya que salimos al ralentí y las filas se estiraron muy rápido con la consiguiente disminución del riesgo.

En este tipo de marchas, con poco desnivel (y sobre todo en días de viento como el martes pasado) lo más importante es coger un grupo de tu nivel. Aunque esto no es evidente durante la primera hora ya que todo el mundo va a fondo (esperando tal vez coger a los de cabeza… ;-)

Y cuando la cosa empieza a calmarse un poco y crees que vas a poder respirar, llegan los del circuito corto (casi todos habituados a las carreras), te adelantan como balas (arrancándote las pegatinas) y se vuelve a liar… Esta vez conseguí permanecer con el segundo grupo del circuito corto. No fui el único y, encima, iban entrando por detrás por lo que nos juntamos una treintena (más los que íbamos absorbiendo por delante).

El ritmo era un poco fuerte pero poco a poco me fui encontrando mejor y empecé a colaborar con los de delante.  En el llano iba un poco justo (me falta un poco de ritmo) pero en las cuestas, de pie sobre los pedales subía muy bien (la Trek en este tipo de terreno es verdaderamente genial aunque supongo que la pérdida de peso también ayuda… ;-).

Así llegamos hasta el km 72 donde, afortunadamente para los que hacíamos el circuito largo, se separaban los dos grupos… El ritmo disminuyó un poco, por lo que me encontraba aun mejor y pude colaborar aun más… Incluso me permití escaparme con otros tres (que iban muy fuertes) aunque no les di ni un solo relevo. Bastante faena tenía con aguantar detrás…

Bueno la verdad es que no nos escapamos, si no que los tres se pusieron a tirar y cuando volví la cabeza con la intención de esconderme en el grupo, me di cuenta que solo quedaba otro ciclista detrás mio (el cual iba casi tan mal como yo ;-).

Como es lógico, al final acabaron escapándose y el otro chaval y yo nos quedamos solos esperando que nos volviese a pillar el grupo que habíamos dejado detrás. Y a partir de aquí… decidí quedarme tranquilito ;-)

En efecto, mi problema ahora (cuando aun quedaba cerca de una hora y cuarto para acabar) era que no me quedaba casi agua ya que no me había parado en ningún avituallamiento para no perder la estela del grupo. Y dos bidones pequeños no dan para mucho…

Aunque me fueron dando un trago por aquí y otro por allá, esto no era suficiente y tampoco quería abusar, por lo que a medida que avanzaban los km sentía como cada vez iba más justo de fuerzas.

La verdad es que a estas alturas todo el mundo en el grupo iba bastante justo por lo que pude aguantar con ellos hasta que llegamos a una pequeña cuesta a tan solo diez km de meta donde me descolgué, entrando a mi ritmo en meta (dos minutos después que ellos).

Al final salieron 155 km con 1275 m de desnivel recorridos en 4h40 (es decir, una media de 33,1 km/h) pero lo más importante es que conseguí acabar la prueba sin incidentes graves, disfrutando de un buen día de cicloturismo y con muy buenas sensaciones (mucho mejores que el año pasado).

En cuanto a la clasificación, algo mejor que el año pasado: 205 sobre 367 y, en mi categoría de edad, 67 sobre 127. Lo que me confirma como un cicloturista del montón… ;-)

Por cierto, el Ultegra Di2 no mostró el más mínimo fallo, al contrario, me di cuenta que cuando el cansancio se va acumulando, yo cambiaba mucho más rápido que mis compañeros (sobre todo al final de las cuestas ya que apretar un botón para pasar al plato grande gasta menos energía que mover la palanca ;-)

Bueno, ahora, si el tiempo lo permite, solo queda entrenar un poco el ritmo para poder ir un poco más cómodo en el llano de cara a la próxima cita: La Look (el domingo 20 de mayo).

Bonne Route