lunes, 20 de junio de 2011

LA VIDA CONTINUA (contra el viento…)

Vuelta con el grupo Babou después de la caída y mis “aventuras” en la Time – Megève. Ya con la bici recién llegada de España.

No había demasiada gente en el punto de encuentro, seguramente a causa de las condiciones meteorológicas y el fuerte viento del Oeste (casi 40 km/h) que nos acompañó una buena parte del camino hasta la vallée Chevreuse.

Menos mal que esta vez Patrick tenía la brújula bien sintonizada y nos condujo por carreteras un poco al abrigo del viento.

Aunque el héroe del día fue Joël que se pegó un “pequeño” relevo de unas 3h45 minutos. Es decir, se puso en cabeza del grupo y nos llevó en su rueda durante los 114 km de la salida. Y a pesar de todo, acabamos con una media de 30,5 km/h.

En lo que a mí respecta, imposible de echarle una mano a ese ritmo. Y aunque estaba un poco cansado a causa de la ida y vuelta del trabajo del viernes y la sesión de bricolaje en casa de mi cuñada del sábado, NO hay excusas… En este momento, Joël está que no se le puede toser…

Otro que está alcanzando un estado de forma muy bueno, después de un largo periodo con problemas, es Gérard que lanzó dos o tres aceleraciones asesinas que hicieron estragos en el grupo (exceptuando Joël, claro…).Un solo incidente: El pinchazo de Yannick que tuvo que pedirle una cámara de válvula larga a Joél (ya que la suya era de las cortas y sus llantas son de perfil alto)

Y para acabar, me hicieron pasar por el sitio de la caída… eso sí, vigilando que rodase bien en el centro de la calzada para que no me diese con el bordillo… No tienen piedad… ;-)

Conclusión: 114 km con 465 m de desnivel a 30,5 km/h de media y un dolor de piernas como hacía mucho tiempo que no tenía… ;-)

Bonne Route

lunes, 13 de junio de 2011

« NO TIME »

En estos momentos os estaréis diciendo que vaya título más raro he ido a escoger para resumir el principal objetivo deportivo de mi temporada pero es que, finalmente, no la he disputado…

¿POR QUE?

Pues simplemente porque el sábado por la noche me robaron la bici en el garaje del hotel (a pesar de estar encerradas bajo llave y cogidas con cables antirrobo)… y, aunque no sea un consuelo, no fui el único… en total se llevaron diez bicicletas de gama alta (entre ellas la de Florian) por un valor total de unos 50 000 € (dejaron tres de gama media) lo que presupone que los “hijos de puta” no eran principiantes sino que sabían muy bien lo que hacían.

Os podéis imaginar cómo se nos quedó el cuerpo, grogui, igual que después de la caída aunque peor, porque, de hecho, aún no me he repuesto y sigo en ese estado.

Meses de planificación, 200 horas de entreno, acumulando 5 000 kilómetros y toneladas de ilusión y… de pronto, cuando te levantas a las 07h00 de la mañana del día “D”, con todo preparado… recibes el mazazo.

Al principio no te lo crees pero cuando ves la cara de los otros ciclistas, vas al garaje, ves la puerta forzada, entras en él con la vana esperanza de encontrar tu bici y… cuando compruebas que no está allí… ¡se te hunde el mundo a tus pies!

Lo más duro de soportar no es el perjuicio económico (bastante importante, cuando se trata de una Orbea ORCA) sino el de no haber podido disfrutar del sueño de toda una temporada de bici… Y no os digo nada, cuando después de todas las gestiones con la Gendarmería y el hotel (por el tema de los seguros), te acercas a la línea de llegada y ves cómo va llegando la gente después de haber disputado de “TU” marcha favorita que, dicho sea de paso, se desarrolló en un día con un tiempo perfecto para rodar en bici.

Lo dicho, unos verdaderos hijos de puta… que me harán recordar para siempre mi primera salida con el club del Comité de Empresa.

En efecto, el fin de semana empezó el viernes ya que como encargado de organizar esta salida, tuve que ir a recoger la furgoneta (Renault Trafic) y asegurarme que todo estaba correcto (niveles, presión de ruedas, etc.)

Y el sábado por la mañana a las 06h30 recogía a Hervé, Emmanuel y Gauthier a las puertas del Technocentre para salir con rumbo a Megéve… Seis horas de viaje que dan un poco para todo…

Para conducir (era el turno de Emmanuel)…
Para leer… (Hervé)
Y para remontarse la moral, ya bastante alta…


Llegamos al hotel a la hora prevista y, diez minutos después, se nos juntaban Florian y su novia Christelle que venían desde Lyon donde habían pasado la noche.

Después de comer, la tradicional recogida de dorsales, visita a los stands y salida para probar el material y soltar un poco las piernas (la que, finalmente, sería mi última hora y media sobre mi Orbea). El único en quedarse en el hotel fue Hervé…

Emmanuel…Aquí, Gauthier un poco mosqueado porque no había conseguido ajustarle bien el cambio trasero que me tenía amargado (por el ruido que hacía desde la primera salida que hicimos juntos hace ya más de un mes). Al final encontré la causa y se lo dejé perfecto… ;-) Y Florian con su maillot Companys…


Cena en el hotel, en un ambiente jovial y pequeño paseo a pie por Megéve antes de ir a dormir…


Por la mañana, el ya mencionado mazazo. Aunque, objetivamente, nuestro grupo tuvo “suerte” ya que solo desaparecieron las bicis de Florian y la mía. Las otras tres (una Cyfac, una Bianchi y una Decathlon) que estaban atadas con las nuestras no merecieron la atención de los ladrones. Cortaron el cable antirrobo y las dejaron intactas y bien apoyadas en la pared…

Así que después de algunas dudas y aunque al principio su motivación había sufrido un buen golpe acabaron tomando la salida. Por mi parte, yo les animé a que lo hicieran. Ya había bastante con nuestro calvario como para encima añadir su penitencia…

Emmanuel y Hervé completaron el circuito intermedio (de 105 km y 2680 m de desnivel) en 4h40 y 5h23 respectivamente, quedando 338 y 583 sobre 675 clasificados.

Por su parte, Gauthier que hizo el circuito largo (133 km con 3500 m de desnivel) realizó un buen tiempo (a pesar de pillar un buen pajarón subiendo les Saisies, último puerto del día): 5h37 que le sirvió para acabar el 228 sobre 476 participantes.

El circuito largo lo ganó Nicolas ROUX un cicloturista como nosotros que acabó en 4h02 (os dejo sacar la media)
por delante de un profesional, Dimitri CHAMPION (ex campeón de Francia en ruta).
La primera vez que puedo ver la llegada… :-(

Cuando comieron, se ducharon y se recuperaron un poco, volvimos a casa, donde llegamos a las 22h30 después de seis horas de autopista en las que no les dejé tocar el volante. Me hacía falta tener la mente ocupada…

En fin, hoy, aprovechando que no llovía, he salido a dar una vuelta con mi antigua VITUS pero, aunque las piernas pedaleaban automáticamente, la mente no estaba por la labor (a pesar de las endorfinas).

Seguramente podré participar a las dos marchas que me quedan (Les Copains y la Etapa del Tour) porque mis padres se están organizando para traerme la Orbea ONIX que tengo en Vilanova (la VITUS ya no está para esos trotes) pero me va a costar un huevo recuperar la motivación por lo que no sé en qué estado de forma las realizaré.

Como comprenderéis, hoy me ha costado mucho escribir estas líneas pero, a las puertas de la QH, me he dicho que era mi deber de preveniros para que no dejéis vuestras bicis en cualquier parte (INSISTIR para subirlas al apartamento o a la habitación del hotel) y tenerlas siempre a la vista, porque los hijos de puta ladrones de sueños están al acecho en todas partes.

Y aunque sin duda, en esta vida, hay cosas mucho peores incluso irreparables (vosotros sabéis a lo que me refiero), no perdáis el sueño de toda una temporada ya que como podéis ver… estas cosas NO siempre les pasan a los otros.

Bonne Route

jueves, 9 de junio de 2011

SALIDA CON EL CLUB

Como ya sabéis, desde el principio de la temporada estoy inscrito en la sección ciclista de la Entente Sportive Renault (que pertenece al Comité de Empresa).

Y desde hace algunas semanas intentamos organizar una salida semanal saliendo desde el Technocentre y que nos permite recorrer las magníficas carreteras de la vallée Chevreuse. En efecto, Por Royal, les 17 tournantes, Dampierre, la Madelaine, etc. están a tan solo diez minutos del despacho… ;-)

Normalmente siempre somos los mismos: Olivier (nuestro Tesorero, al fondo en la foto), Sébastien (para él era la primera vez),

Gauthier (el más joven pero también el más fuerte)

También estábamos Lionel (al que no saqué en foto) y yo.

El recorrido, esta vez decidido por Olivier : Port Royal, 17 Tournantes (de bajada), Auffargis (que he subido por la primera vez desde hace años), 7 Tournantes (de subida), Les Mesnils St Denis y vuelta por Port Royal ya que era un poco tarde.

¿La causa? Olivier que ha intentado de realizar una fórmula un poco complicada con su cadena. Se había enredado tanto que hubo que abrirla con un troncha y volverla a cerrar. Menos mal que Sebastien estaba allí…


Porque Olivier, experto en Excel, no encontraba la manera de realizar este cortar-pegar tan especial… ;-)


Pero a pesar de la reparación, la cadena quedó un poco torcida y tuvo que entrar directamente a casa.

Por mi lado (y lo mismo para Gauthier) solo me quedaba cargar la bici en el coche y volver a casa, por una vez sin embotellamientos. En efecto, era mi último entrenamiento antes de la Time-Megéve y no había que cansarse en exceso…

En cuanto a mis heridas, a pesar de que la rodilla está un poco hinchada, todo fue bien. Ya os contaré…

Bonne Route

domingo, 5 de junio de 2011

UN FIN DE SEMANA ATIPICO

El otro día empecé la crónica de la salida del jueves por el final, es decir, por la caída. Y la verdad es que es una pena de limitar el resumen de una salida tan bonita y con tan buen ambiente a este “simple” incidente. Así que ahí van unas cuantas explicaciones suplementarias:

Éramos unos diez ciclistas en esa fresca mañana, algunos con mucho nivel: Joel (con el maillot y bici Cervelo y que realmente tenía su día) y Hervé, (a la derecha en la foto y que el domingo pasado me ayudo en los relevos de vuelta a casa)...
pero también Patrick (que por vez primera superó los 70 km en buenas condiciones). Vuelta “a casa” también para Patrice que va cogiendo la forma poco a poco…
No estaba Marc ya que él siempre tiene que trabajar entre semana aunque sea festivo. Yo por mi parte, no estaba tan fino como el último domingo ya que acusaba un poco el cansancio de las salidas del martes y el miércoles) pero la moral a tope.Salida hacia la vallée Chevreuse, para venir con el viento de cara… parece que este año Patrick (el de la Giant Rabobanck) tenga la brújula estropeada, (él que conoce tan bien, o mejor, que Marc, las carreteras de la zona lleva dos semanas seguidas volviendo con el viento de cara).El ritmo impuesto, en su mayor parte por Joel, era bastante alto. Cuando llegamos a Saint Michel (con un poco más de 100 km) la media superaba los 31 km/h.

Los únicos que podíamos seguir su ritmo éramos, Hervé, Patrick y yo. Los otros se quedaban cortados así que yo me dediqué, en muchos momentos, a hacer el tampón (o enlace) entre los dos grupos.

Una vez en Saint Michel, relax total y en vez de tirar por el camino habitual, dimos un rodeo para ir a dejar a Patrick (el de la Giant). Fue allí, casi a las puertas de su casa, que me pegué el primer tortazo de mi vida en bici de carretera. Después del susto, vuelta a casa, con 106 km en las piernas y, a pesar de todo, a una media de 30,2 km/h. Eso sí, con esta cara… :-(Como ya os dije, viernes y sábado los hemos pasado en Saint Malô, la perla de la costa esmeralda (y que merece su nombre),
en el Mont Saint Michel, el sitio más visitado de Francia (yo no sé cómo puede caber tanta gente en un sitio tan pequeño ya que, como era de esperar en un fin de semana largo, estaba hasta los topes)y en Dinan, pequeño pueblecito medieval al lado de St. Malô y que fue la buena sorpresa del fin de semana. Como veis, a pesar de estar un poco tocado, dio tiempo para los deportes de riesgo… ;-)


El sábado por la noche, vuelta a casa (para evitar los atascos que se preveían para hoy) y, nada más llegar… revisión general del cuadro y desmontaje de la horquilla (para verificar el pivote). Todo bien salvo el manillar (de aluminio) que se ha torcido un poco en el lado derecho y que cambiaré en cuanto pueda. Por lo demás: solo la maneta del cambio un poco rallada, al igual que el plato grande que tiene una buena muesca que no afecta al funcionamiento. He decidido no cambiarlo para que me recuerde, cada vez que lo limpie, que la vida es efímera y que hay que disfrutar cada momento.

Y hoy domingo, después de las tormentas de la noche y el desayuno en familia, he salido a probarme (en solitario) sobre uno de mis circuitos fetiches (50 km con 365 m de desnivel que incluyen el Escargot).

Muy buenas sensaciones, solo algunas molestias en el empeine al soltar el pedal derecho y, sobre todo, en las cervicales (no sé si por haber dormido mal en St. Malô o por el golpe… seguramente un poco los dos). Por lo demás todo perfecto, las piernas siguen respondiendo aunque, hoy, no he batido record en el Escargot…

Así que a estas alturas creo que no tengo excusa para evitar la Time – Megéve del domingo que viene… Eso sí, la cara sigue igual de mal…
mañana me espera un buen día en el trabajo… ;-)

Bonne Route

viernes, 3 de junio de 2011

LA INCONMESURABLE FRAGILIDAD DEL SER

Hace unos días os estaba hablando de mis buenas sensaciones y pocos días después, entrando con el grupo Babou, ya al lado de casa, basta inclinarse a buscar un bidón, al mismo momento una banda ralentizadora desvía la rueda delantera hacia el bordillo, hago el afilador contra este y directo al suelo, intentando, al mismo tiempo, evitar un pilón de cemento de medio metro… lo consigo pero aterrizo con la cara. Las consecuencias: En esos momentos, completamente aturdido, te pasan dos cosas por la cabeza: el fin de semana que tenías que pasar en el Mont Saint Michel con la familia y las posibles consecuencias sobre la Time Megéve (a tan solo diez días) y sobre el resto de objetivos de la temporada después de tanto sacrificio.

Bueno, al final, una vez superado el susto (y sobre todo la bronca de la mujer ;-), curado, comido y después de la siesta, nos vamos a Saint Malô (ciudad balnearia a tan solo 40 km del Mont Saint Michel).

En principio las consecuencias no parecen graves aunque tengo que ver cómo va a responder la pierna derecha (que está tocada en la rodilla y el tobillo) cuando empiece a pedalear. También tendré que desmontar la horquilla para asegurarme que el mástil (de carbono) no tiene nada, no sea que le dé por acabar de romper bajando la Colombière o les Saisies.

Bueno, nada más por ahora, ya os contaré llegando a casa, pero lo más importante es que por el momento, Manuel va bien…

a pesar de que, con esta cara, he conseguido ser la atracción en estas tierras cargadas de leyenda ;-)

Bonne Route

miércoles, 1 de junio de 2011

LA VUELTA DEL CAMPEON ;-)

Reconozco que el título es un poco pretencioso pero es que estos últimos días (salvo ayer martes en que me encontraba algo cansado) estoy teniendo muy buenas sensaciones sorprendiendo a más de uno aquí en Francia. Aunque, eso sí, soy muy consciente de mi nivel, sobre todo, cuando veo los resultados de algunos en Ribagorza, Remences o durante un “simple” día de entrenamiento.

Por cierto, para aquellos que se estaban preguntando dónde me había metido después de la Look. Muy sencillo… ¿conocéis el dicho aquel de… “cuando el diablo no tiene nada que hacer… pues sale en bici”? ;-)

Aunque no todo ha sido bici, de hecho, la semana después de la Look, ni mirarla. Tocaba descanso y además tenía que pasar unos días en Valladolid. Teóricamente, solo debía realizar una sesión de refuerzo del tronco en el gimnasio del hotel pero… ¡ni eso! El alineamiento de Saturno y Plutón combinados con la posición de Mercurio hicieron que todo se pusiese en mi contra y acabase, junto con el compañero que me acompañó en esta ocasión (otro antiguo ciclista), atiborrado a tapas bien regadas con Ribera del Duero. Nuevo record: Un kilo recuperado en tan solo tres días de misión… :-(

Como os podéis imaginar en cuanto llegué a casa mi primera misión fue intentar atrapar el peso… ganado. Cinco días saliendo sin parar: Sábado, domingo, lunes, martes y miércoles (y no salí el jueves y el viernes porque amenazaba lluvia ;-)

El sábado, aprovechando que Jean Claude estaba por aquí, hicimos una salida corta pero intensa por uno de sus circuitos preferidos que estoy intentando memorizar para adoptarlo como propio… Y, por vez primera, conseguí descolgarle en el Escargot donde volví a batir un nuevo record (ya voy por 23,1 km/h de media) y eso que era yo el que iba tirando todo el rato.

El domingo, salida con el grupo. Lo siento, como veis no hay fotos ya que llevaba el móvil sin carga. Y la verdad es que había mucho para fotografiar, por ejemplo, la nueva Willier de Marc o la Giant (el mismo modelo que el equipo Rabobank) de Patrick una bici realmente espectacular que me ya me dejó boquiabierto cuando coincidí en el hotel de Metz con una parte del equipo.

Bueno, pues como no podía sacar fotos, me dediqué a incordiar a Claude FLY en cada subida. Es, con diferencia, el más fuerte del grupo aunque, esta vez, no consiguió descolgarme en ninguna subida (eso sí, yo con el hígado en la mano). Y luego, a la vuelta, me dio por tirar del grupo y a pesar del viento favorable Hervé fue el único en darme algún que otro relevo durante al menos 30 km, los otros… ni respirar (eso sí, creo que están haciendo una colecta para comprarme una batería de repuesto para el móvil y que me pueda dedicar a hacer fotos en vez de llevarlos con el gancho ;-). Acabamos con 100 km en las patas a 31,5 km/h de media (en gran parte, por culpa mía).

Ayer martes salida con un compañero del trabajo que me acompañó hasta Janvry. En efecto, este invierno me inscribí a la sección cyclo del comité de empresa (voy con ellos a la Time y a la Copains) y desde mediados de mayo intentamos organizar una salida por semana desde el Technocentre, aunque por ahora solo lo he conseguido dos veces (una vez más, soy yo el instigador) y, encima, no hemos sido demasiados.

Y esta mañana, al trabajo en bici, otra vez con buenas sensaciones después de haber dormido como un tronco…

Como veis estoy saliendo bastante, aunque desde hace un mes, un poco a mi bola, sin plan de entreno pre-establecido ni series. Eso sí, apretando a fondo en las subidas, a ritmo sobre el llano (cuando se me dispara la neurona) o practicando la fuerza resistencia contra el viento (si me apetece), etc. Algunos entrenadores clasifican este tipo de salidas como “fartlek”, puede que sea verdad, pero para mi es el momento de disfrutar lo máximo posible sin comerme demasiado el tarro por mantener un nivel aceptable de cara a las próximas citas de la temporada y… ¡vistos los resultados! ¡parece que funciona!

Lo que no va tan bien es el peso… Engordar no engordo, aunque tampoco bajo, me mantengo entre los 66,5 y 67 kg. Y es que parece que todo se confabule en mi contra aunque también es verdad que yo no pongo mucho de mi parte… (la carne es débil ;-).

A la misión “gastronómica” de Valladolid hay que añadirle una sucesión sin fin de despedidas de gente que parte en refuerzo a las nuevas fábricas de Rusia o Tánger con sus consiguientes desayunos pantagruélicos, seminarios o convenciones con buffets de antología (cada vez que pienso en la tarta de chocolate que nos pusieron el lunes me pongo a salivar ;-) o, como ayer, presentación de una nueva versión sobre la que también voy a trabajar a partir de ahora acompañada de… sus croissants, pans aux raisins, pans au chocolat, etc.Bueno, nada más por ahora, mañana es fiesta aquí en Francia así que aprovecharé para salir con los del grupo Babou (si me dejan ir con ellos ;-) y luego, por la tarde, cuando todos los embotellamientos se hayan disipado nos vamos a pasar el fin de semana a St Malô y, de paso, de peregrinaje al Mont St. Michel. Eso sí, volvemos el sábado por la noche para evitar la operación retorno (que se prevé monstruosa) y, sobre todo, para poder salir en bici el domingo… ;-)

Ya os contaré…

Bonne Route