domingo, 27 de febrero de 2011

PRIMERA SALIDA A FONDO

Después de meses de “sacrificio” a ritmo capilar, sesiones de gimnasio para desarrollar la fuerza e innumerables horas de rodillo, hoy, por vez primera en esta temporada, ha tocado salir sin ningún tipo de freno y os puedo decir que… ¡estoy molido!

Muchos ciclistas se han dado cita esta mañana, no tantos como en la Cotesua, pero los suficientes (unos quince) para formar una buena grupeta aunque, como siempre, una buena parte de ellos se han vuelto a mitad de camino.

No es de extrañar ya que, como os he dicho antes, el ritmo hoy era bastante elevado y eso que hemos salido con el viento de cara (y hoy era fuerte, unos 40 km/h).

A los habituales…

Se nos ha juntado algún nuevo que, de paso, ha dado una nota de color… ;-)

Aunque ha tenido que dar media vuelta (en el momento de la foto) ya que ha petado un radio de la rueda trasera.
Rumbo a la vallée Chevreuse (hasta Rambouillet con el viento de cara) luego ya la cosa ha mejorado ya que entraba de ¾ por detrás aunque mis piernas, que no están acostumbradas a trabajar a ese ritmo, estaban ya bastante maltrechas. Sin embargo, esto no me ha impedido algún buen pique con Patrick justo antes de que a Marc se le ocurriese la buena idea de tomar una de las subidas más duras de la comarca… Os podéis imaginar como lo hemos subido Patrick y yo… :-(

Menos mal que, justo después, Bernard se ha sacrificado por la causa y ha pinchado, lo que nos ha permitido un momento de reposo al solecito…

Y mientras Philippe le echaba una mano…
Otros, como Americo y Jean Claude, tomaban un respiro. Por cierto, hay que señalar que hoy Americo nos ha dado algún relevo justo antes de avanzarse demasiado y seguir recto cuando nosotros hemos girado a la izquierda para dirigirnos a Janvry y acabar en el Escargot.
Justo después del pinchazo Marc (que hoy tenia un muy buen día) se nos ha marcado una serie en el más puro estilo de Flecha (ayer en la Het) escapándose durante un buen rato y sin que nadie pudiese aguantar su rueda…

Y, finalmente, hemos llegado sin ningún otro incidente hasta el Escargot, última subida que he hecho a fondo (bueno con lo poco que quedaba ya… ;-)

Después, relax en solitario durante los últimos diez kilómetros, para intentar limpiar un poco las toxinas de las piernas mientras el resto del grupo ha decidido continuar a ritmo. Y es que mañana no estoy seguro de poder realizar mi sesión de relajación ya que tengo hora con el cardiólogo (cita obligada antes de la prueba de esfuerzo).

En resumen: 3h48 de bici para recorrer 105 km con 500 m de desnivel a una media de 27,8 km/h (estaba por encima de los 28 km/h antes de dejar al grupo). Lo que si que ha “explotado” hoy son las pulsaciones medias: 149.

Ya veremos lo que dice mañana el cardiólogo porque por ahora, mirar la carita que se me ha quedado…
Y no os cuento las piernas… ¡Ay! ¡Qué dura es la vida del ciclista! ;-)

Bonne Route

martes, 22 de febrero de 2011

UNA SEMANA MAS

Como os podéis imaginar (aunque solo sea por la tardanza de esta crónica) estos últimos días voy un poco de cabeza.

Dicho sea de paso, la semana pasada, no tuve demasiado tiempo para entrenar ya que, como os dije, estuve en Turquía (a causa del trabajo). Por lo tanto, mi preparación se limitó a una sesión de recuperación activa (el lunes) y otra de gimnasio (por cojones) el martes cuando conseguí encontrar el hotel después de más de una hora de deambular perdido.

No sé si os lo he contado alguna vez, pero para ir a Bursa (una “pequeña” ciudad de casi dos millones de habitantes) tengo que coger el avión hasta Estambul, un ferry (normalmente) hasta Yalova y luego unos 80 km de carretera (ahora ya en muy buen estado) hasta Bursa. En resumen, que sales de casa a las 05h30 de la mañana y raramente llegas antes de las 18h30 hora local (19h30 aquí en Francia o España).

Y todo eso sin contar con los aleas del viaje: Por ejemplo cuando te anulan el barco debido al mal tiempo y tienes que dar toda la vuelta al Bósforo (sin GPS, ni mapa por supuesto) o, como esta vez, en que decidí cambiar a un hotel que tenía gimnasio y, como no podía ser de otra manera, me perdí (a pesar de las tres toneladas de Google maps que había impreso con diferentes niveles de detalle para intentar orientarme).

Os puedo asegurar que cuando te encuentras, en plena noche, solo, perdido, sin tener la más remota idea de donde estás salvo que te vas alejando de Bursa por una autovía en la que no hay manera de dar media vuelta… te sientes muy, muy, muy pequeño… Solo S. King podría imaginar un escenario parecido… ;-)

Bueno, al final, conseguí dar media vuelta en lo que dentro de unos meses será un nuevo acceso a la autovía (con puente incluido) pero que los lugareños utilizan como si estuviese acabado desde hace años (a pesar de que ni siquiera está asfaltado). Ya en Bursa, encontré la buena salida, de puta chiripa, y preguntando, por signos, a tres personas (policía incluido) conseguí llegar, totalmente agotado, al hotel.

Como comprenderéis, después de un tal esfuerzo no era cuestión de abandonar y no ir al gimnasio… ;-)

Una foto de los baños termales (muy famosos aquí) que no he tenido aun la ocasión de ensayar. Están en el mismo hotel.

Vuelta a casa el jueves por la noche (bastante tarde), conducido por el único taxista del planeta (y puede que de la galaxia) que respeta las limitaciones de velocidad al pie de la letra. Y una vez en casa, recibir (entre bostezos) a mis padres que han venido a pasar unos días y que llegaron esa misma tarde.

Así que, entre los “ocupas” y la fatiga, nada de gimnasio el viernes y solo una hora de rodillo el sábado por la mañana, en ayunas, para acelerar el mecanismo de los lípidos. Con lo que se han traído de España, más valía que anticiparse un poco… ;-)

El domingo por la mañana, salida con la grupeta aunque, cuando solo llevábamos unos 30 km, Marc y yo nos volvimos a quedar solos. Y, para colmo, él estaba aun más cansado que yo (había tenido un sábado bastante agitado), por lo que me tocó tirar todo el rato.

En conclusión: 3h24 de bici para recorrer 89,2 km con 675 m de desnivel a una media de 26,3 km/h (básicamente mi media ya que solo tiraba yo). Frecuencia: 139 pulsaciones.

Y a pesar de todo, peso estable, la primera de las tres botellas sigue empezada pero, por ahora, el nivel no baja lo que no es poco si tenemos en cuenta las circunstancias… ;-)

Bonne Route

domingo, 13 de febrero de 2011

MENTIRAS Y CICLISMO

Todo el mundo relacionado con nuestro mundillo sabe que los ciclistas tenemos una tendencia casi perniciosa a ocultar e incluso exagerar nuestras debilidades. Por ejemplo, cuando nos juntamos con nuestros compañeros de ruta, raro es aquel (y me quedo corto) que declara abiertamente que ha estado entrenando hasta por las noches, que ha perdido esos kilos de más que le sobraban y que se encuentra en un estado de salud y forma excelentes (aunque luego los de siempre le pasen arrancándole las pegatinas).

Todo lo contrario, al mas mínimo comentario sobre el estado de forma de alguien, todos los problemas reales o imaginarios aparecen de golpe: No he tenido tiempo para entrenar (“más de cuatro horas por día”), duermo mal (“hasta que me acuesto”), no pierdo peso (“porque ya estoy en los huesos”), etc. Y luego, tampoco es raro ver que el tío anda como un tiro y va dando palos a todo el mundo durante toda la salida ;-)

¿A qué viene esto? Simplemente porque hoy ha vuelto a la grupeta Americo:

(foto de archivo)

De origen portugués, tiene un poco más de 70 años y desde joven ha estado compitiendo en la región. Años en los que se ha labrado una, aparentemente, bien meritoria fama de chupa ruedas. Si os acordáis es el que lleva ponche en su bidón en los fríos días de invierno (puedo atestiguar de ello).

Pues bien, después de (según él) cuatro meses de no tocar la bici, y a sus años, no solo ha aguantado a rueda durante ¾ de la salida si no que ha subido todas las cuestas en cabeza del grupo (en fin, como de costumbre).

Para mas INRI, llegando a la subida de Mondeville (la penúltima antes de llegar a casa) se ha puesto en cabeza del grupo para llevarnos con el gancho durante toda la subida. Y no nos ha dejado solos porque se ha formado tal cachondeo (detrás de él) que se ha contenido, muy a su pesar. Eso sí, os puedo asegurar que los ojos los llevaba a la altura de las orejas para saltar a la más leve insinuación de ataque. Y yo, que como bien sabéis no me gusta provocar ;-) no he parado de meterle la rueda durante toda la subida para disfrutar con su reacción (me he pasado un poco de mis pulsaciones, aunque sin llegar al umbral, pero ha valido la pena ;-).

Finalmente, su discreción no ha durado mucho, ya que al pie de la cuesta de Mennecy (última subida del día) ha salido como un cohete dejándonos allí plantados. Os podéis imaginar los comentarios…

Afortunadamente, casos tan exagerados como el de éste personaje que raya lo esperpéntico (ya que parece ser el único en creerse sus propias “historias”) no se dan muy a menudo en nuestras grupetas.

Bueno, volviendo al principio, mañana gris y fría (entre 4 y 7°C), suelo mojado después de las lluvias de ayer por la tarde y, por lo tanto, bastante humedad ambiental lo que hacía las condiciones todavía más desagradables.

Nos hemos juntado nueve ciclistas (Americo, con su clase natural, nos ha alcanzado después de la salida ;-). Rumbo sur (para volver con el viento favorable) hacia Maisse, Milly la Forêt, Boutigny, Mondeville y Mennecy.

De izquierda a derecha: Patrick (ya repuesto de su gripe), Philippe y Gerard.
Uno nuevo con el que no he tenido la oportunidad de hablar.

Y Marc, Jean Charles, Bernard y Atilio que hoy estaban impacientes por salir.

Por mi parte, me he pasado buena parte de la mañana (junto con Marc) tirando del grupo. Ahora ya puedo permitirme estos lujos… aunque, como de costumbre, saltando en las subidas para contener las pulsaciones, excepto en la de Mondeville (por las razones que ya os he descrito).

En resumen, un poco más de tres horas y media de bici para recorrer 93,5 km con 490 m de desnivel a una media de 26,5 km/h. Frecuencia cardiaca media de 139 pulsaciones efectuando dos de las subidas justo por debajo del umbral y un acelerón al final para limpiar la carbonilla ;-)

Y por lo que respecta a esta semana, pues yo tampoco entreno. Tres sesiones de rodillo (lunes: recuperación activa, martes: fuerza y jueves: sesión de lípidos), dos sesiones de gimnasio y doble salida en carretera (la de hoy domingo y la de ayer sábado: 66 km).

El peso sigue bajando, ya tengo bien entamada la primera botella de las tres que me quedan por perder y todo ello sin pasar hambre y sin negarme ninguno de los placeres de la mesa aunque, eso sí, me paso el día entero pensando en la comida. Se está convirtiendo en tal obsesión que cada día que pasa me parezco más al tío Carpanta.
Bueno, la semana que viene pasaré tres días en Turquía (solo dos noches) y llegan mis padres a casa por lo que tendré ocasión de calmarme un poco aunque tendré que vigilar la comida para no volver a rellenar lo que llevo de botella ;-).

Bonne Route

domingo, 6 de febrero de 2011

RETORNO A LA VALLE CHEVREUSE

Semana un tanto atípica ya que el lunes, después de mi habitual sesión de recuperación activa (ahora ya hago la sesión de ¾ de hora) me sentí una pequeña molestia en el cuadriceps derecho.

Así que el martes, en vez de la sesión de fuerza inicialmente planeada, tocó descanso. Bueno, para ser sinceros, descansé porque tuve una reunión de esas en las que acabas llegando a un acuerdo por agotamiento del adversario (en este caso mis colegas turcos). En eso de la resistencia aeróbica, los ciclistas tenemos ventaja, aunque en este caso, la diferencia horaria (+1 hora en Turquía, ayudó un poco ;-).

Así que, como llegué tarde a casa, pues no tuve que plantearme el dilema entre entrenar o descansar… Ya que si no, estoy casi seguro que habría acabado cayendo en la tentación. El síndrome de abstinencia producido por las endorfinas sin duda… ;-)

Creo que el problema venía porque el viernes realizaba la sesión de musculación de piernas en el gimnasio y, luego con las salidas del sábado y el domingo, no me daba tiempo a recuperar. Así que, esta vez la cambié al miércoles (ya recuperado) dejando para el viernes la de la parte superior del tronco.

En lo que respecta a la salida de hoy. Unos doce ciclistas se han dado cita (la gente empieza a salir de las cavernas ;-) aprovechando la temperatura casi agradable (entre 8 y 10 °C) aunque el cielo estaba bastante gris.

Uno de los habituales, al menos en estas últimas salidas…
El retorno de Joel y Jean Charles (a la dcha y a la izquierda en la foto)…
El Sr. X (se me ha olvidado su nombre) en el centro, entre Jean Charles y Jean Claude que no se cansa de mirar su nuevo cuadro BMC (sacaré fotos la próxima vez ya que no me he dado cuenta hasta la última salida).Y los habituales Patrice (a la izquierda) esta vez sin amigos y Patrick (a la dcha) que ha pasado la semana en la cama con la gripe. Consecuencia: Por una vez, he tenido compañía en las subidas… ;-) Bueno, pues desde el primer momento, Marc y yo hemos cogido las cosas en mano y, como esta vez soplaba del suroeste (y bastante fuerte) nos hemos dirigido hacia la vallée Chevreuse.
Esta vez, el “Consejo de los Ancianos” nos ha acompañado hasta la rotonda entre Chevreuse, les Mesnil y las 17 Tournantes por donde han descendido para volver a casa. Nos hemos quedado cuatro: Joel, Patrice, Marc y yo.

Dirección hacia les Mesnil para descender las 7 Tournantes hacia Dampierre y subir las 17 Tournantes y entrar por Port Royal, Gif y Palaiseau. Aunque, en la subida de Gif, Joel (que está un poco corto de forma) y Patrice se han descolgado pero, como teníamos permiso para escaparnos, Marc y yo hemos continuado en solitario hasta casa.

En conclusión: 3h46 minutos de bici para recorrer 96,5 km con 635 m de desnivel a una velocidad media de 25,7 km/h. Y en un plano más personal, 138 pulsaciones medias.

Ahora ya aguanto sin problemas en el llano, incluso me permito el lujo de tirar del grupo durante buena parte de la salida (casi siempre en tandem con Marc) pero en cuanto llega una cuesta, subo piñones para no pasarme de pulsaciones. Además, como hoy llevaba la Orbea ORCA (con el desarrollo de verano) he aprovechado para desarrollar la fuerza resistencia en cada repecho (y hoy había bastantes ;-)

Bonne Route

sábado, 5 de febrero de 2011

RESUMEN DEL MES DE ENERO

Pues ya estamos en febrero… ¡Cómo pasa el tiempo!

El mes de enero de este año ha sido bastante productivo (más de lo que yo esperaba). Unas 31 horas y media de bici, 758 km a una media de 132 pulsaciones. Una buena parte de ellos gracias al rodillo o pequeñas salidas de 40 km. Muchos dicen que estas salidas tan cortas o que las sesiones de rodillo a baja intensidad no sirven para nada, pero yo pienso que: “De mica en mica s’omple la pica”.

Por cierto, nada que ver, pero es el título de un muy buen libro de J. Fuster, (creo). Os lo recomiendo, especialmente para aquellos que les gusta el género policíaco (en catalán).

Volviendo a lo nuestro, la gran novedad este año han sido las sesiones de gimnasio (nueve incluyendo las dos en el cuarto de ascensores del hotel en Valladolid ;-). Como os decía estoy descubriendo la anatomía humana gracias al dolor producido por las agujetas, pero el resultado creo que vale la pena (aunque en eso también hay controversia ya que muchos piensan que las sesiones de gimnasio no sirven para nada).

Entre los ejercicios de Akli (el encargado del gimnasio) y mis primeras sesiones de fuerza en el rodillo, las piernas se están transformando y ya empiezan a parecer las columnas de Hércules…
¡Bueno, está bien! Dejadme soñar un rato antes de que me descolguéis en la carretera… ;-)

El punto negativo es el peso: Esta semana he recuperado temporalmente una parte de la botella que había perdido. Aunque ya la he vuelto a vaciar… creo. El problema es que con tanto gimnasio, estoy desarrollando músculo...

Aunque no os creáis, aun me queda grasa para pasar el resto del invierno y parte de la primavera. Por ahora, aun no puedo ver mis nuevos abdominales ya que están bien protegidos por una buena capa de “acolchado” ;-)

En fin, menos mal que con la báscula de impedancia he podido comprobar que aun pesando un kilo y medio màs que el año pasado por estas fechas, tengo el mismo porcentaje de grasas. Lo dicho… puro músculo ;-). Si no fuera por esto, ya habría quemado el nuevo libro de Chema… El caso es quemar algo, si no son las grasas, pues el libro… ;-)

Bonne Route