martes, 22 de febrero de 2011

UNA SEMANA MAS

Como os podéis imaginar (aunque solo sea por la tardanza de esta crónica) estos últimos días voy un poco de cabeza.

Dicho sea de paso, la semana pasada, no tuve demasiado tiempo para entrenar ya que, como os dije, estuve en Turquía (a causa del trabajo). Por lo tanto, mi preparación se limitó a una sesión de recuperación activa (el lunes) y otra de gimnasio (por cojones) el martes cuando conseguí encontrar el hotel después de más de una hora de deambular perdido.

No sé si os lo he contado alguna vez, pero para ir a Bursa (una “pequeña” ciudad de casi dos millones de habitantes) tengo que coger el avión hasta Estambul, un ferry (normalmente) hasta Yalova y luego unos 80 km de carretera (ahora ya en muy buen estado) hasta Bursa. En resumen, que sales de casa a las 05h30 de la mañana y raramente llegas antes de las 18h30 hora local (19h30 aquí en Francia o España).

Y todo eso sin contar con los aleas del viaje: Por ejemplo cuando te anulan el barco debido al mal tiempo y tienes que dar toda la vuelta al Bósforo (sin GPS, ni mapa por supuesto) o, como esta vez, en que decidí cambiar a un hotel que tenía gimnasio y, como no podía ser de otra manera, me perdí (a pesar de las tres toneladas de Google maps que había impreso con diferentes niveles de detalle para intentar orientarme).

Os puedo asegurar que cuando te encuentras, en plena noche, solo, perdido, sin tener la más remota idea de donde estás salvo que te vas alejando de Bursa por una autovía en la que no hay manera de dar media vuelta… te sientes muy, muy, muy pequeño… Solo S. King podría imaginar un escenario parecido… ;-)

Bueno, al final, conseguí dar media vuelta en lo que dentro de unos meses será un nuevo acceso a la autovía (con puente incluido) pero que los lugareños utilizan como si estuviese acabado desde hace años (a pesar de que ni siquiera está asfaltado). Ya en Bursa, encontré la buena salida, de puta chiripa, y preguntando, por signos, a tres personas (policía incluido) conseguí llegar, totalmente agotado, al hotel.

Como comprenderéis, después de un tal esfuerzo no era cuestión de abandonar y no ir al gimnasio… ;-)

Una foto de los baños termales (muy famosos aquí) que no he tenido aun la ocasión de ensayar. Están en el mismo hotel.

Vuelta a casa el jueves por la noche (bastante tarde), conducido por el único taxista del planeta (y puede que de la galaxia) que respeta las limitaciones de velocidad al pie de la letra. Y una vez en casa, recibir (entre bostezos) a mis padres que han venido a pasar unos días y que llegaron esa misma tarde.

Así que, entre los “ocupas” y la fatiga, nada de gimnasio el viernes y solo una hora de rodillo el sábado por la mañana, en ayunas, para acelerar el mecanismo de los lípidos. Con lo que se han traído de España, más valía que anticiparse un poco… ;-)

El domingo por la mañana, salida con la grupeta aunque, cuando solo llevábamos unos 30 km, Marc y yo nos volvimos a quedar solos. Y, para colmo, él estaba aun más cansado que yo (había tenido un sábado bastante agitado), por lo que me tocó tirar todo el rato.

En conclusión: 3h24 de bici para recorrer 89,2 km con 675 m de desnivel a una media de 26,3 km/h (básicamente mi media ya que solo tiraba yo). Frecuencia: 139 pulsaciones.

Y a pesar de todo, peso estable, la primera de las tres botellas sigue empezada pero, por ahora, el nivel no baja lo que no es poco si tenemos en cuenta las circunstancias… ;-)

Bonne Route

1 comentario:

  1. Madre mia qué aventuras, te tendrás q montar una sesión de gimnasia de estar por casa...

    http://misalondebelleza.files.wordpress.com/2010/04/chicas_en_clase_de_aerobic.jpg

    y/o plantearte correr, unas zapatillas en la maleta y a correr una horita aunque en Japón hay buenos gimnasios...

    http://www.youtube.com/watch?v=Cf_EjbVKdsY

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