jueves, 27 de febrero de 2020

STREET & “SINGLE” ART

En nuestras ciudades los grafitis pululan por todas las calles. La mayoría son lo que podríamos llamar galimatías bastante feos y muy próximos al vandalismo urbano. Pero, a veces, se descubren algunas pinturas bastante simpáticas e, incluso, verdaderas obras de arte.

En mi trayecto al trabajo, en mi variante en “gravel mode”, paso bajo el puente de la autopista de Aquitania en Palaiseau, un sitio ideal para pintar algunos grafitis al abrigo de los problemas, aunque, en este caso, yo diría que el ayuntamiento ha subvencionado el tema.  




Como podéis ver, la imaginación y la creatividad de los artistas es sorprendente.

Pero lo que más me ha impactado últimamente, es el que se puede encontrar en el “single” que corre al lado del Yvette (entre las estaciones de Gravigny y Petit Vaux).


Además, yo he tenido la suerte de ser testigo del proceso de creativo (durante tres días consecutivos) durante mis recorridos de vuelta a casa. Realmente magnifico, a tal punto que me interesé al artista y, buscando en internet, mirad lo que encontré en su página perso.

Os dejo el link aquí abajo. No os digo nada, os dejo descubrir, os va a sorprender…

Bonne Route

miércoles, 19 de febrero de 2020

COMPARATIVO de NEUMATICOS GRAVEL

Desde 2016 me he vuelto adicto al Gravel. Comencé a practicarlo para preservar mi seguridad en mis trayectos al trabajo y, rápidamente, se ha convertido en una alternativa a la carretera y el BTT que, poco a poco, ocupa ya casi la mitad de mi tiempo consagrado al ciclismo.

Durante estos cuatro años de experiencia y algo más de 11 000 km he podido rodar con tres best-sellers en lo que se refiere a neumáticos gravel: Hutchinson Over Ride, Schwalbe G One Allround et Panaracer Gravelking. Siempre en sección de 35 mm, montados en tubeless y con presiones entre 2,5-3 bars delante y 3-3,5 bars atrás.

Os dejo aquí mis comentarios para aquellos a los que pueda interesarles, pero antes de todo, me gustaría precisar el tipo de terreno por el que me muevo habitualmente:

Commuting: 40% carretera – 60% caminos bien entretenidos y estabilizados.
En mis salidas gravel: 30% carretera – 70% caminos y/o singles no muy bien entretenidos y, a veces, con barro no muy profundo ((Vallée Bièvre, Merantaise, Fôret Senart, Bords de Seine, etc. al sudoeste de Paris).
Hutchinson Overide :

El primero que tuve y que se confirma como el más rodador (no es de extrañar teniendo en cuenta que la banda de rodadura es completamente lisa) en contrapartida, en cuanto encuentra la mínima capa de barro (aunque sea superficial) hay que poner pie a tierra ya que pierdes motricidad y control. Es muy confortable y es también con el que más he pinchado, (aunque esto también es un poco cuestión de suerte). Algo que sorprende mucho con este neumático es que, cuando empieza a estar un poco desgastado y después de tener aparcada la bici dos o tres días en el garaje, empieza a transpirar el liquido preventivo (algo que también me pasa con los neumáticos BTT y que aparentemente no impacta al rendimiento).

Schwalbe G-One Allround :

Lo primero que me sorprendió de este neumático es su agarre en barro “superficial”. Es increíble lo que pueden hacer esos pequeñitos crampones en la banda central. Donde estaba obligado a poner pie a tierra con los Hutchinson, con estos pasaba casi fácilmente (eso sí, no le pidáis milagros ya que no es un neumático especial para barro). En lo que se refiere a rendimiento sobre el asfalto, buena sorpresa, yo no resentí ninguna pérdida con respecto a los Hutchinson y hasta diría que son algo más confortables (con muy poca diferencia). Y por último, me parecieron algo más resistentes a los pinchazos. Solo tuve uno, que tuve que acabar reparando con un parche ya que el líquido no llegaba a cerrarlo definitivamente (y eso que el agujero no era grande).

Panaracer Gravelking :

No es el neumático que yo habría escogido, pero estaban montados en el Specialized Diverge que compré de ocasión. La primera impresión fue la falta de rendimiento con respecto a los otros dos. Realmente penoso sobre el asfalto con la sensación de no avanzar (sobre todo cuando se viene de los Hutchinson o Schwalbe). Mucho menos confortable también, se siente una goma dura lo que parece confirmar la excelente resistencia a la usura y los pinchazos (ninguno en 2500 km). Otro punto positivo es que, sus crampones un poco más pronunciados acentúan el agarre en barro y, sobre todo, el neumático previene antes de deslizar incontroladamente lo que permite atraparse.

Mi conclusión personal (para el uso que yo hago) :

En cuanto acabe de desgastar los Panaracer (puede que antes) voy a volver a los Schwalbe que me parecen el mejor compromiso de los tres entre rendimiento, control, confort, usura y resistencia a los pinchazos.

Si tuviese una bici exclusiva para ir al trabajo, escogería los Gravelking ya que el rendimiento en esas circunstancias pierde importancia con respecto a la resistencia a la usura y los pinchazos.

¿Y los Hutchinson? Yo lo dejaría para los que hacen carretera o pistas en tierra muy bien entretenidas sin nada de barro.

Bien evidentemente, hay muchos otros neumáticos Gravel así que, si queréis compartir vuestras experiencias, no lo dudéis, el blog está a vuestra disposición.

Bonne Route

viernes, 29 de diciembre de 2017

DE VUELTA CON EL RESUMEN DEL 2017

Llevo bastante tiempo pensando en recuperar el blog de ciclismo, seguramente de una manera menos asidua, pero algo más constante en función del humor y del poco tiempo libre que me dejan mis otras ocupaciones y que prefiero dedicar a pedalear en vez de escribir 😉.

Y qué mejor manera de volver que haciendo un pequeño resumen de este año 2017 que se termina… Pero, para intentar no hacerme muy pesado en esta primera entrega, he decidido restringirme a los tres eventos que han marcado de una manera excepcional mis últimos doce meses de ciclismo:

1)   Stage en los Dolomitas:

Un sueño hecho realidad… Seis días de pedaleo intensivo en una de las mecas del ciclismo subiendo algunos de sus puertos míticos: Fedaia, Pordoi, Campolongo, Valparola, Giau, Tre Crocci, Tre Cime Lavadero, Falzarego, San Pellegrino, Passo Sella, Gardena, Lago di Cancano, Mortirolo, Gavia, Umbrailpass y, para acabar, Stelvio.






En total 614 km y ~19 300 m de desnivel acumulado. Placer ciclista en estado puro con la suerte de gozar de una meteorología perfecta (mientras en el resto de Europa sufrían de la canícula) y buenos compañeros de “sufrimiento”.

Y de paso, una lección aprendida: a estos sitios no se puede ir con neumáticos demasiado usados porque puede costar caro… Por fortuna, aunque lo mío pudo ser muy grave (reventón de la rueda trasera bajando el Mortirolo) al final se quedó solo en un susto…


2)   Thomson Bike Tours:

Segunda temporada colaborando con “Peter’s people” en uno de mis territorios de “caza” preferidos, los Alpes. Curro intenso, pero en un ambiente excepcional, entre amigos, y gozando desde dentro de uno de los principales acontecimientos ciclistas del año: El Tour de Francia.

Una muestra en este video de promociôn grabado en los Pirineos este año:
https://youtu.be/Hz4Jgai7Qlc

En resumen, una experiencia ùnica ya sea sobre la bici  o en asistencia con la furgoneta asî que, si me dejan y quieren "contratarme" de nuevo, repetiré…

3)   Ciclismo Gravel:

Una manera diferente y, sobre todo, más “cool” de pedalear, a medio camino entre la carretera y el VTT.

Todo empezó como una alternativa más segura para alejarme del tráfico en mis trayectos domicilio - trabajo (vélo-taf en Francia). Pero poco a poco, esta nueva tendencia de practicar ciclismo, que hace furor en los países anglosajones y empieza a calar en Francia, se está convirtiendo en una parte importante de mis salidas y mis futuros proyectos ciclistas.


Bien evidentemente, reducir un año de pedaleo a estos tres hitos, es algo reductor, pero resumen muy bien mi manera de vivir esta pasión devorante.

Bonne Route y Feliz Año 2018

domingo, 11 de mayo de 2014

MI MINUTO DE GLORIA

Articulo aparecido en el n° 518 de Vélo Magazine:
La foto fue tomada en julio del 2013, el dia antes de correr la Etapa del Tour (Annecy - Semnoz). Todos los meses aparecen cuatro lectores seleccionados entre los abonados que participan a la Etapa, una manera como otra de fidelizarnos...

Bonne Route


miércoles, 31 de julio de 2013

PETER THOMSON BIKE TOURS

Peter Thomson, nuestro escocés “favorito”, es un ciclista que ha logrado transformar su pasión en “modus vivendi”. En efecto, instalado en Sitges desde hace unos años, es uno de los socios fundadores de la empresa que lleva su nombre y que se dedica a organizar “stages” ciclistas, en varios países europeos, (principalmente destinados al público anglosajón), algunos de ellos, asociados al Tour de France, el Giro o la Vuelta.


Este año he tenido la oportunidad de participar (como miembro del equipo y, más concretamente, como “ride leader”) en uno de los stages vinculados al Tour de France: Extreme Alps. Sobre el papel 670 km con 15640 m de desnivel. Sobre el terreno, por razones meteorológicas y de logística, tuvimos que acortar un poco.

Una semana muy, muy, muy intensa (en todos los sentidos) pero inolvidable. Para resumir rápidamente, aunque acabé completamente agotado, me sentía diez años más joven… ;-)

Todo empezó el sábado 13 de julio, TGV hasta Grenoble donde el resto del equipo, que venía de Vilanova, debía pasar a recogerme. Una vez juntos, rumbo a Deux Alpes donde pasaríamos la primera mitad de la semana y, de paso, reconocer, en furgoneta, la primera etapa.


En los alrededores del hotel en Deux Alpes:

El domingo, después de preparar el taller y la sala de reuniones gran jornada de reconocimiento (todavía en furgoneta) del recorrido de nuestra “casi-Marmotte”. Y, al acabar, rumbo a Lyon donde, el lunes, debíamos recoger a nuestros “huéspedes”.


Vistas pasado el sommet de la Croix de Fer…

Y el lunes por la mañana a las 08h30, el momento tan esperado… la acogida de nuestros 30 clientes (la mayoría de origen americano y australiano). Cargamos las bicis y maletas en las furgos y vuelta a Deux Alpes donde, el ambiente después de comer era bastante relajado…
No duró mucho ya que, después de remontar las bicis, nos esperaba nuestra primera salida yo (con Ricard en la furgoneta) como responsable del grupo B. El recorrido: Deux Alpes, Alpe d’Huez (hasta la curva n° 16) y vuelta a Deux Alpes por una carreterita casi desconocida pero con unas vistas increíbles sobre el valle.

Tiempo para conocernos y las primeras risas…






El martes por la mañana yo tenía que ocuparme de subir las mochilas de nuestros clientes al Alpe d’Huez (al restaurante donde veríamos pasar la etapa del Tour de France). Y, os puedo asegurar que sufrí más en la furgoneta que el resto del equipo sobre las bicis… En efecto, me pasé la subida esquivando a los miles de ciclistas, (y no exagero), que estaban escalando la famosa montaña.

El plan era volver al pie de Deux Alpes (donde me junté de nuevo con el grupo B capitaneado esta vez por Aigars) para subir, en bici, la Sarenne, de nuevo el Alpe d’Huez (por detrás) y abordar la subida a Deux Alpes por una carretera “secreta” con vistas increíbles.



Pero las condiciones meteorológicas (con un calor asfixiante) hicieron que modificásemos un poco el circuito (para gran alegría de nuestros clientes) dando media vuelta en la cima de la Sarenne y subiendo a Deux Alpes por la subida tradicional (con bici o en la furgoneta que yo había dejado aparcada abajo).











Aunque las chicas tenîan aun mucha fuerza... 

Por mi lado, como tenía permiso de Sergi, yo me fui solo a explorar la carretera “secreta” y, a pesar del rodeo que pegué, aun me dio tiempo de pillar a alguno en la subida a Deux Alpes en plena agonía… ;-)

El miércoles era el día más duro (Deux Alpes, Croix de Fer, Télégraphe, Galibier, Deux Alpes). Si remplazamos Deux Alpes por el Alpe d’Huez, el mismo recorrido que la Marmotte…


Greig en los últimos km de la Croix de Fer…

Aunque finalmente, esta vez por culpa de la lluvia, acortamos bastante. Para empezar en la cima de la Croix de Fer, todos los de mi grupo se subieron en la furgoneta, por lo que hicimos la bajada a cubierto y, sobre todo, sin arriesgar.

Comida en St. Jean de Murienne y sin apenas tiempo para digerir, rumbo al encadenamiento infernal: Télégraphe – Galibier.


Asistencia en la cima del Télégraphe…

Los siete últimos km del Galibier siempre tan difíciles y, encima, con lluvia y frio…   


Ya habíamos prevenido a todos que si llovía haríamos la bajada del Galibier en furgoneta… Con los americanos no se puede jugar en cuestiones de seguridad.. Y nadie se quejó, aun más, tuvimos que recoger algunos clientes de otros grupos y, por solidaridad, a dos turistas inglesas al borde de la hipotermia… Una gestión de crisis que nos ha valido bastantes felicitaciones.


El jueves, primera de las tres jornadas dedicadas al Tour, aunque eso sí, después de subir el Alpe d’Huez en bici (esquivando la marabunta humana que subía por allí a las 09h00 de la mañana).
Prueba de que subimos en bici…  Thomson Bike Tours moviliza bastante gente... ;-).
Y después del Tour, vuelta a “casa” en bici pasando por la Sarenne de bajada (como los pros) y subiendo Deux Alpes hasta el hotel.

El viernes, nuestra cita con el Tour era en la cima de la Croix de Fry (un clásico de la Time – Megève - Mt. Blanc). Teníamos que salir de Megève pero las condiciones drásticas de la organización del Tour y de la Gendarmerie nos hicieron neutralizar la primera parte ya que era imposible asegurar el apoyo logístico con las carreteras cortadas (al paso de coches) desde varias horas antes del paso de los pro. Una làstima ya que yo tenia bastantes ganas de descubrir el col de l’Epine…


Al final salimos de Serraval para escalar la Croix de Fry bajo condiciones caniculares… que no duraron mucho ya que mientras atendíamos el paso de los corredores, nos cayó la del pulpo… Consecuencia: La mayoría optaron por volver a casa en furgoneta.

El pasaje de los ùltimos... 

Aunque algunos pocos decidieron desafiar las condiciones meteorológicas sobre la bici (con Aigars y yo mismo como ride leaders). Y os puedo asegurar que pillamos una buena tromba de agua en la parte final de Aravis y el falso llano hasta Megève.

Si tenemos en cuenta la euforia del grupo una vez en el garaje del hotel (era una verdadera fiesta) parecía como si fuese la primera vez que pillaban la lluvia sobre la bici… ;-)

El sábado, última jornada sobre la bici, tuvimos que acortar de nuevo por cuestiones logísticas de Megève a Doussard y subir a Semnoz desde Annecy. 





Algunos aprovecharon para hacer una visita turística a la “Venecia francesa” y subieron un poco más tarde. Yo aproveché para subirla a mi ritmo, lo que no me impidió de acompañar un poco a aquellos a los que conseguí atrapar…


Vistas desde la cima de Semnoz y de nuestro « Vantage Point » (lo que se ve sobre la hierba son las mochilas de nuestros huéspedes que naturalmente desaparecieron cuando partimos)




Ambiente Tour a dos km de la llegada en el vantage point…

Los lideres...


Cuando terminó la etapa ya solo quedaba volver al hotel (los primeros km sobre la bici, luego en coche) desmontar las bicis y prepararse para la vuelta a casa al dia siguiente…
En conclusión : ~333 km – 11680 m de desnivel. Jornadas de trabajo sin fin (06h00 hasta 23h00 non-stop) donde lo más descansado era el rato sobre la bici… ;-). Pero sobre todo muchos buenos momentos con el equipo (Lydia, Père, Ricard, Jordi, Aigars et Sergi) y con la treintena de aficionados que tuvimos la suerte de acoger.

Una experiencia que os recomiendo, siempre y cuando habléis inglés y tengáis ganas de invertir un poco de tiempo para compartir vuestra pasión con unos cuantos “fanáticos” anglosajones. Eso sí, prepararos porque la aventura es durísima… yo tardé una semana en recuperarme ;-)


Bonne Route