Otra semana intensiva aprovechando el buen tiempo aquí en Francia. Ya ni me
acuerdo cuando fue la última vez que llovió. En principio, esto es una buena
noticia para nosotros, los ciclistas, aunque la ausencia de precipitaciones
obliga a rodar en una atmósfera fuertemente contaminada por las partículas
nocivas y el polen, un cóctel “explosivo” para los que sufrimos de alergia.
Sí, aunque me temía lo peor, finalmente no lo he pasado tan mal como me
esperaba… Gracias a la medicación todo se ha quedado en unos cuantos
estornudos, un poco de moqueo, ojos llorosos y alguna ligera dificultad respiratoria.
Aunque, aun no puedo cantar victoria ya que la temporada del polen no ha hecho
más que empezar…
Bueno volviendo a lo nuestro, mi semana ciclista empezó (como viene siendo
habitual) el martes con una ida y vuelta al trabajo. Por la mañana en plan
relax pero por la tarde, aprovechando el cambio al horario de verano, alargué
el recorrido añadiendo, de paso, cuatro buenas cuestas donde realicé una sesión
de musculación sobre la bici: Chateaufort,
la Madelaine, Boulay les Troux y el Escargot.
El miércoles, vine a trabajar en coche pero con la bici en el maletero ya
que tenía mi primera salida de la temporada con el club del trabajo, Entente
Sportive Renault (ESR). En esta primera cita (a las 17h30 en la entrada
principal del Technocentre) sólo nos juntamos tres, (Lionel, Seb y yo), una reunión
de última hora dejó a Steeves en el dique seco.
Como veis, por “consejo” de nuestro honorable presidente (que no vino),
todos con la ropa del club… ;-)
Fue una ruta de unos 53 km (Buc, Saclay, Vacherese, Les Molières,
Chevreuse, Dampierre y 17 tournantes) a una media de 28 km/h a pesar del viento
en contra durante casi todo el recorrido.
Aquí es donde pude comprobar aquella famosa leyenda que dice que los
ciclistas son todos unos mentirosos: Seb decía que era su primera salida de la
temporada y Lionel que tenia cinco kilos de sobrepeso y que no estaba en forma…
Pues bien, yo debo ser muy malo (rematadamente malo) porque con casi 3000 km
desde enero y tres kilos menos que el año pasado, no los pude hacer descolgarse
en toda la salida (iban agarrados a mi rueda como garrapatas, sobre todo
Lionel, que no saltaba ni en las subidas).
Al final voy a tener que cambiar de deporte y dedicarme al parchís… ;-)
Bueno, después de mis aventuras con el club, terminé mi semana ciclista con
dos idas y vueltas al trabajo: el jueves con unas sensaciones penosas,
consecuencia del cansancio de la salida del miércoles.
Aproveché para sacar alguna foto por estos parajes…
Imposible de no ser adicto a algo así… ;-)
Sorprendentemente, el viernes por la mañana volvía a tener muy buenas
sensaciones, así que aproveché para realizar una sesión de fuerza /
resistencia. Por la tarde, había planeado alargar un poco para aprovechar la
tarde y volver tranquilamente a casa pero, apenas salir del trabajo, cuando volví
a romper un radio de la rueda trasera (ya van dos en un mes). Así que, directo
a casa a ritmo de caracol reumático con la rueda rozando en las vainas (y de
paso el neumático a tomar por c…).
Aquí acabé el mes de marzo, ya que el sábado no salí. Lo dediqué a hacerle
la revisión anual a la bici de mi ex-cuñado: cambio de fundas y cables, caja de
pedalier y, de paso, le instalé el manillar que traía mi Trek, que se adapta
mucho mejor a su talla (él mide casi 1,90 m).
Y llegamos al domingo y la tradicional salida con el grupo Babou. A pesar
del viento en contra que nos esperaba a la vuelta, nos fuimos hacia la vallée
Chevreuse. Éramos cinco: Marc, Jean Claude, Gerard, Patrice y yo.
Gérard y Jean Claude en pleno esfuerzo… y luego Jean Claude nos hizo
descubrir una nueva ruta (muy guapa) para llegar a Auffargis.
Al final acabamos con ~102 km y unos 750 m de desnivel a una media de ~27,5
km/h. No estoy muy seguro porque en el pie del Escargot intenté poner el cronómetro
en marcha y, llevado por el fuego de la acción, desconecté el Garmin sin darme
cuenta hasta pasados siete u ocho kilómetros… Podéis imaginar mi estado después
de subir el Escargot… ;-)
En resumen, un mes de marzo muy “estudioso”: 1370 km, o dicho de otra
manera, casi 52 horas de bici. Y es que con esto de las idas y venidas al
trabajo, los km caen solos… ;-)
Ahora ya solo me queda esta semana de entreno ya que la próxima,
coincidiendo con mi viaje a Turquía, toca reposo y luego empalmo con dos
semanas de vacaciones en España (desde el domingo 15 hasta el 29 de abril)
donde espero realizar la marcha organizada por Arueda (en Rosas) y organizar la
ya casi mundialmente famosa salida “non stop”. Ya os contaré…
Y antes de acabar, mensaje para Pedrito: “Animo y a recuperarse pronto que
el grupo sin su capitán de ruta no es el mismo”
Bonne Route
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