jueves, 29 de marzo de 2012

VUELTA A LA CARGA


Como bien dice el título, la semana pasada fue una de las de carga en todos los aspectos: entrenamiento, trabajo y… bricolaje que, aquellos que me conocen bien, saben que es una de mis pasiones…  Por si no lo habéis captado, esto último es un comentario irónico… muy irónico ;-)

Bueno, pues eso, para empezar bien la semana y preparar lo que se me venía encima, el lunes me tomé descanso. El martes ya fui al trabajo en coche pero volví en bici paseándome por mi “strada biancha” particular.

El miércoles por la mañana empezó el espectáculo ya que me pegué un buen entreno de fuerza en el camino de ida al trabajo (con muy buenas sensaciones, por cierto).

Por la tarde, tuve que volver en coche ya que Renault (en colaboración con algunas universidades) había organizado un Forum sobre las carreras universitarias “en alternancia” (es decir, formaciones en las que pasas la mitad del tiempo en clase y la otra mitad en el trabajo aprendiendo el oficio de verdad). Y como mi “adolescente preferido” se había dignado reservar la cita en su agenda, me tuve que encargar de la logística (ir a buscarlo a la escuela y llevarlo de vuelta a casa).

Solo me quedó tiempo para hacer unas cuantas flexiones y abdominales, por la tarde, en casa… ;-)

Jueves y viernes, ida y vuelta al trabajo en bici. El primer día haciendo intervalos (tanto a la ida como a la vuelta). Los compañeros de trabajo que me vean por la carretera (mientras soportan los embotellamientos) y que no sepan de que va esto, deben pensar que estoy loco, ya que a veces les paso como un misil por el carril bici que corre paralelo a la carretera y, de pronto, cuando llego al punto que me he fijado mentalmente (normalmente una señal de tráfico, un cruce u otra cosa) me paro de golpe y adopto un ritmo normal.

Y el segundo día, una sesión de fuerza/resistencia por la mañana y por la tarde, volviendo a casa, de paseo por los caminos de tierra (con un tiempo espléndido).

El sábado, tocaba entreno invisible, es decir, ocuparse del jardín y empezar con la temporada de lijado y barnizado de las contraventanas. La verdad, es que están en tal estado que no me habría extrañado que un día de estos se hubiesen bajado de las ventanas para lijarse y barnizarse ellas mismas… ;-)

Finalmente, con la lijadora eléctrica que tengo desde hace al menos cinco años… (regalo de mi “queridísima” mujercita y que no había estrenado hasta este sábado ;-) la tarea no fue tan penosa como yo me esperaba. Menos mal, porque tengo trabajo acumulado hasta mediados de junio (después de la Time-Megève). Y eso sin contar las otras actividades que me ha planificado la jefa… :-(

Y el domingo, la tradicional salida con el grupo Babou. Bueno, es un decir, ya que salimos en grupo (incluyendo al consejo de los ancianos) a ritmo muy tranquilo.

Pero pasado Mennecy me puse en cabeza, apreté un poco las tuercas y cuando, después de tres o cuatro kilómetros, volví la cabeza, el único que quedaba detrás mío era Marc… los otros nos habían abandonado en una rotonda un kilómetro antes… (incluyendo Jean Claude y Gérard, dos de los incondicionales).

Tengo que aprender a controlar mis super-poderes cuando estoy en forma… ;-)

Así que, Marc y yo continuamos mano a mano hasta Fontainebleau, volviendo por la orilla del río Sena con el aire de tres cuartos desfavorable. Al final nos salieron 112 km con 500 m de desnivel a 29,5 km/h y, lo que es mejor, con muy buenas sensaciones… tan solo 135 pulsaciones de media.


Y esta semana, aprovechando el cambio de horario y el súper-buen tiempo (si no tenemos en cuenta los picos de polución y la sequía que se está generando aquí en el Norte por falta de lluvia), seguiré con el entrenamiento intensivo: Fuerza, Intervalos y fuerza resistencia. Eso, siempre y cuando la alergia, no me haga cambiar los planes. Ya os contaré…

Bonne Route

1 comentario:

  1. Pedro Pérez
    Manel, encontrándote en ese estado de forma, será mejor que no vengas, así no nos espachurrarás.
    A propósito, de momento estoy en el dique seco,el domingo en la marcha de Vilafranca me salió un coche y le metí un trompazo que te cagas,le rallé todo el frontal y le rompí el espejo retrovisor,ellos que bayan haciendo el tonto que ya verás,bueno el me rompió el homoplato pero eso no es nada,me ha dicho el médico que en tre o cuatro meses está curado. A, las clses de francés van muy bien
    Salud, y hasta el verano

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