jueves, 21 de julio de 2011

L'ETAPA DU TOUR 2011: Apoteosis final…

Con la Etapa del Tour (Issoire – St. Flour) pongo punto y final a la temporada 2011. A partir de ahora y hasta finales de año (cuando empezaremos a marcar nuevos objetivos) mis salidas en bici van a disminuir bastante, voy a aumentar las excursiones en BTT y, sobre todo, el único objetivo va a ser disfrutar (aun más) del estado de forma obtenido.

¿Qué como me fue la Etapa?

Para explicaros, os traduzco un extracto del artículo aparecido en “L’Equipe” al día siguiente:

“Había 4056 ciclistas en la salida de ayer domingo para la 2ª etapa del Tour-Mondovelo, entre Issoire y St. Flour. Si la etapa de los profesionales fue espectacular y marcada por el maillot amarillo de Voeckler, las desgracias de Vinokourov, Van den Broeck, Hoogerland o Flecha, la de los “amateurs” fue DANTESCA.

La culpa: unas condiciones meteorológicas apoteósicas. Una lluvia intensa, un fuerte viento desfavorable y una temperatura que no excedía de 7° C (apenas 2° C en la cima del Pas de Peyrol) acompañaron los corredores una buena parte de la jornada.

Resultado, más de 50% de abandonos (solo 1982 lograron acabar, sobre 6500 inscritos inicialmente)…”

Florian, casi todos los de la grupeta Orgerus (solo abandonó Christian) y yo formamos parte de los que lograron acabar. En lo que a mi respecta, en 9h 40 minutos, (entre una hora y una hora y media más de lo previsto), vistas las condiciones, mi único objetivo era terminar… ¡vivo!

En efecto, en los dos primeros avituallamientos estaba empapado y al borde de la hipotermia. Me tuvieron que abrir los bidones para reponer agua y me temblaban tanto las manos que no acertaba a llevarme el plátano a la boca. De todas maneras, los dientes me castañeaban de tal manera que me era imposible masticar.

Los primeros 90 km fueron realmente apoteósicos, sobre todo las dos primeras horas en que la lluvia torrencial y el viento de cara acabaron con la mayor parte de los participantes.

No fue mi caso ya que, psicológicamente, estaba bastante bien (o loco de atar, todo depende de cómo se mire ;-). Me veía a mi mismo, (casi desde fuera), como el protagonista de una de esas hazañas de supervivencia que hemos visto alguna vez en películas y/o documentales. Consciente de que estaba viviendo un momento único que recordaré toda mi vida… ¡casi disfrutando! ¡vaya! ;-)

Bueno, también ayudó el hecho de encontrarme con Olivier en un momento clave (a unos 50 km de la salida, sobre la meseta con el viento, casi huracanado, y la lluvia de cara) y con Michel en el primer avituallamiento donde abandonaron casi la mitad de los ya relativamente pocos participantes que tomamos la salida). Un soporte moral que nos transmitimos mutuamente y que, sin duda, contribuyó a que acabásemos la salida.

A partir de las tres horas y media, dejó de llover (exceptuando los cortos chubascos aislados y no demasiado molestos que nos acompañaron hasta la meta) e incluso pudimos atisbar el sol durante breves periodos de tiempo.

Como os podéis imaginar, la moral subía casi tan rápido como la temperatura corporal aunque había gastado tantas energías (y eso que me alimenté bien) que ya no pude pasar de las 150 pulsaciones en ningún momento. A pesar de todo, las sensaciones en las piernas seguían siendo bastante buenas.

Incluso me permitir tirar una buena parte del tiempo del grupo en el que íbamos después del avituallamiento situado en el sommet del último puerto del día. Allí me alcanzó Florian que había salido 20 minutos más tarde aunque iba tan fundido que, a partir de ese momento, se quedó escondido detrás.

Y en el último repecho que llevaba a la línea de meta, ya St. Flour, intenté sprintarle en la misma curva en que Samuel Sánchez pegó el hachazo definitivo pero me cerraron en el interior y se me escapó unos metros… los suficientes :-(

En fin, nada más, como veis hoy no hay fotos ya que mi teléfono corrió peor suerte que yo, él no resistió el chaparrón y ha decidido abandonarme… creo que definitivamente ;-)

Bonne Route

1 comentario:

  1. Jjajajajajajaaa, tu mujer debe estar encantada, MADRE de DIOS!!! Menudo panorama, valientes, ¿quien dice eso de q en verano apetece q hasta llueva encima de la bici? Estimado Manuel, ya sabíamos de tu perseverancia, resistencia física y psíquica, de tu pundonor in extremis, una cabeza increíblemente amueblada... pero, quizás, el acicate de la pérdida de tu bici ha hecho el resto, sentirte abatido allí en el hotel... si tienes una bici, aleluya, hay q pedalear, el móvil para el arrastre, ya se decía en aquella frase mítica Manuel y te la dedico: "somos lo que queda después de un naufragio" y añadairía: ni mas ni menos. BRAVO CAMPEÓN!!! Pero yo ya sabía todo esto, eres: LA BESTIA PARDA, NENG!!!!

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