Esta primera semana de recuperación de la temporada la he pasado en Valladolid por razones de trabajo. En efecto, tenía que pasar una semana en fábrica y, como por una vez podía elegir, la hice coincidir con la semana de descanso… ¿Por qué privarse cuando se puede?
Por cierto, que hacía un frío de tres pares de cojones, para que luego nos quejemos… Los ~25 m entre la escalera del avión y el hall del aeropuerto quedarán marcados en mi memoria durante mucho tiempo.
Esta vez, íbamos dos, Mikael con el que, si recordáis, he tenido la ocasión de salir unas cuantas veces en BTT y que ahora se está preparando para la semi-maratón de París.
Como os podéis imaginar, con tal compañía, lo primero que nos planteamos fue el encontrar un hotel con gimnasio en pleno centro de Valladolid. Aunque al final, el susodicho gimnasio resultó ser una sala de 25 m² al lado de la sala de máquinas del ascensor equipado con dos bicis estáticas de las de estar por casa (en un estado un poco lamentable), un tapiz para correr y un aparato de remo (ambos de juguete) y dos aparatos para hacer un poco de musculación bastante básicos (pero que bastaron).
Para Mikael las cosas quedaron claras desde el principio. A pesar del frío, tendría que entrenar en el parque a lo largo del río Pisuerga. Yo, por contra, me tendría que conformar con ese ridículo gimnasio aunque, al final, fue suficiente para gestionar la semana de “descanso”.
Y es que hay que tener en cuenta que en Valladolid trabajan de 07h00 a 15h00 (y aunque nosotros prolongábamos la jornada hasta las 17h00) nos quedaban bastantes horas libres para entrenar un poco y dedicarnos a ese otro deporte que gusta tanto a los extranjeros cuando están de paso por aquí: ¡Ir de tapas!
Tres semanas aprendiendo los fundamentos de la nutrición, para tirarlos por tierra en cuatro noches de tapeo y vinillos… Aunque, no me puedo quejar, al final las consecuencias sobre la báscula no han sido tan desastrosas (unos 300 gr).
En resumen, dos sesiones de gimnasio (martes y jueves), una de shoping (para aprovechar las rebajas) y cuatro sesiones de tapeo (bien regadas con Ribera del Duero para “aromatizar” mis nuevos capilares… ;-)
Bonne Route
Por cierto, que hacía un frío de tres pares de cojones, para que luego nos quejemos… Los ~25 m entre la escalera del avión y el hall del aeropuerto quedarán marcados en mi memoria durante mucho tiempo.
Esta vez, íbamos dos, Mikael con el que, si recordáis, he tenido la ocasión de salir unas cuantas veces en BTT y que ahora se está preparando para la semi-maratón de París.
Como os podéis imaginar, con tal compañía, lo primero que nos planteamos fue el encontrar un hotel con gimnasio en pleno centro de Valladolid. Aunque al final, el susodicho gimnasio resultó ser una sala de 25 m² al lado de la sala de máquinas del ascensor equipado con dos bicis estáticas de las de estar por casa (en un estado un poco lamentable), un tapiz para correr y un aparato de remo (ambos de juguete) y dos aparatos para hacer un poco de musculación bastante básicos (pero que bastaron).
Para Mikael las cosas quedaron claras desde el principio. A pesar del frío, tendría que entrenar en el parque a lo largo del río Pisuerga. Yo, por contra, me tendría que conformar con ese ridículo gimnasio aunque, al final, fue suficiente para gestionar la semana de “descanso”.
Y es que hay que tener en cuenta que en Valladolid trabajan de 07h00 a 15h00 (y aunque nosotros prolongábamos la jornada hasta las 17h00) nos quedaban bastantes horas libres para entrenar un poco y dedicarnos a ese otro deporte que gusta tanto a los extranjeros cuando están de paso por aquí: ¡Ir de tapas!
Tres semanas aprendiendo los fundamentos de la nutrición, para tirarlos por tierra en cuatro noches de tapeo y vinillos… Aunque, no me puedo quejar, al final las consecuencias sobre la báscula no han sido tan desastrosas (unos 300 gr).
En resumen, dos sesiones de gimnasio (martes y jueves), una de shoping (para aprovechar las rebajas) y cuatro sesiones de tapeo (bien regadas con Ribera del Duero para “aromatizar” mis nuevos capilares… ;-)
Bonne Route
Jajajaajaa... ya quisieran algunos una sala de esas para hace gimnasia ya, entreno oscuro y mucho Ribera de Duero para empacar los hidratos en el musculo... no sabes tu na!!!!
ResponderEliminarMira el gabacho pijo, si no vas a un hotel de 5 estrellas eso es lo que te vas a encontrar como gimnasio, esto es España!!!! Has venido en una de las semanas más frías del año y a uno de los sitios más fríos, así no te ha impactado el cambio de clima jejeje. ¿Trabajan de 07 a 15? ¿Dónde tengo que mandar el curriculum?
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