El sábado pasado, muy temprano ya que había que escapar a las nevadas previstas durante la jornada, salimos hacia España. Ningún problema en la carretera a pesar de que la nieve estaba presente durante una buena parte del recorrido (hasta Millau, donde está el famoso viaducto).
Aquí en alguna parte entre Issoire y St. Flour (escenario de mi máximo reto para la próxima temporada: La Etapa del Tour) donde la temperatura era de -18°C. El lugar donde hacia más frío de todo el camino. Espero que este verano, cuando volvamos para la Etapa, las condiciones sean un poco más clementes… ;-)

Aquí en alguna parte entre Issoire y St. Flour (escenario de mi máximo reto para la próxima temporada: La Etapa del Tour) donde la temperatura era de -18°C. El lugar donde hacia más frío de todo el camino. Espero que este verano, cuando volvamos para la Etapa, las condiciones sean un poco más clementes… ;-)



Salida hacia Mas de l’Artís, para seguir hacia Canyelles, Pico de l’Aguila (el cual acabamos por un tramo de asfalto), bajada hacia el sendero del Golf (el que se coge en la entrada de la cantera para volver a subir al pico del Águila), el primer tramo del cual han convertido en una autopista. ¡Una pena!


Pero lo peor estaba por llegar: el descenso entre el Pico del Aguila y Casa Alta. En efecto, alguien ha decidido “arreglar” el camino (que no tenia ninguna necesidad de ser arreglado y menos en un país al borde de la quiebra) y el que ha ejecutado la obra merecería ser acusado de criminal (y me quedo corto…).
Siempre intento moderar mis comentarios en este y otros blogs pero esto… esto hay que verlo en directo para creerlo. Un camino de fuerte pendiente que no tenía ningún peligro en particular (para alguien acostumbrado a rodar en bicicleta de montaña) y que ha sido convertido en una auténtica trampa donde mantenerse en equilibrio sobre la bici constituye toda una proeza. El chapuzas que ha pasado la máquina por aquí, ni siquiera ha apisonado la tierra por lo que, en varias ocasiones, te encuentras con la rueda delantera hundida hasta el buje. En otros sitios ha acumulado tal cantidad de piedras y ramas que hacían que era casi imposible pasar en equilibrio.
En conclusión, estuve a punto de caerme dos veces y bajé acojonado durante toda la bajada. Y yo no era el único ya que Toni acabó cayéndose y Cristian bajaba (más rápido) pero tan acojonado como yo. Lo peor es que estoy seguro que, en los próximos días, este camino va a cobrarse más de una victima… esperemos que las consecuencias no sean graves. En EEUU, los responsables de algo así (el que ha encargado los trabajos y el que los ha ejecutado) serían penalmente responsables… una lástima que no estemos allí :-(
Después de este momento de pánico, continuamos hasta Vilanova donde llegamos sin ningún otro incidente. Pero yo no volví a casa ya que, se celebraba la Cursa del Pavo donde sabía que participaban algunos compañeros de la colla, mientras que otros estarían animándolos en lo alto de la cuesta del Casino. Una buena ocasión para encontrarme con los colegas a los que no había podido saludar el sábado.
Pues sí escapásteis a tiempo, con razón llegásteis más pronto que nunca, corre corre que nos coge la nieve jajajaja. Una pena que llevemos 2 días de lluvia pero comparado con la que cae en París esto es jauja. Pero ya se acaba, seguro que mañana ya puedes salir.
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