Hoy, después de un sábado en el salón del auto de Paris (con mi hijo) tocaba sesión de BTT.
Para aquellos que han vivido la terrible experiencia de un sábado en IKEA, os puedo decir que lo del Salón es diez veces peor. Gente por todos lados… Apenas se puede caminar por los pasillos y, acercarte a un coche, es casi un acto heroico, sobre todo si se trata de una de las ultimas novedades o de uno de los prototipos tan espectaculares que se suelen presentar en estas ocasiones y que, desgraciadamente, casi nunca llegan a ser producidos.
Para colmo, todo el mundo se empecina en sacar fotos de todos y cada uno de los modelos en exhibición por lo que se hace aun más difícil acercarte a ellos. Como si no hubiera revistas que los muestran con todos sus detalles y con una calidad de fotografía que, sin duda, no tiene nada que ver con la de estos reporteros improvisados (el lado negativo de la era digital, ya que si tuviesen que pagar el revelado, se lo pensarían dos veces antes de sacar una foto ;-)
Bueno, tengo que confesar que yo también hice alguna…
Aquí (detrás de mi hijo Marc) tenéis el Twizy, uno de los modelos eléctricos de Renault (ese que parece una moto con cuatro ruedas) y en el que llevo trabajando, entre otros, desde hace algunos meses.
Y aquí tenéis otra de las estrellas del stand de Renault (Wind). Como podéis ver no la saqué en el Salón sino una tarde, hace dos semanas, cuando me lo dejaron para probarlo. Un verdadero juguete con su espectacular techo rotativo que se abre en tan solo doce segundos… ¡Quien la hubiera pillado con veinte años menos!
Bueno, basta ya de publicidad “encubierta” de Renault ;-) y volvamos a lo nuestro…
Con tanto “pateo” entre la gente, os podéis imaginar las ganas que tenia de levantarme esta mañana cuando sonó el despertador a las 06h30. Pero la randonnée de Choisel (en plena vallée Chevreuse), es una de las más famosas de nuestra Región y no me la quería perder por nada del mundo (lo mismo que las otras casi 1 800 personas que han asistido).
Por una vez, y sin que sirva de precedente, he llegado alrededor de la 08h00 antes que Mikael y sus amigos (y como “a quien madruga Dios le ayuda” he podido aparcar el coche (un Renault Scénic ;-) al lado de las inscripciones que se hacen, como todos los años, en el ayuntamiento de Choisel.
El día era espléndido, 14°C por la mañana y más de 20°C a las 12h30 cuando hemos llegado aunque, con todas las lluvias que han caído durante el último mes, el terreno estaba bastante embarrado. Suerte que mi nuevo neumático trasero, un Hutchinson TORO, ha respondido muy bien en estas circunstancias, haciéndome sentir bastante seguro (lo que os puedo asegurar que no es poco para un alérgico al barro como yo ;-).
Nos hemos decidido por el circuito más largo (el de 60 km con casi 1000 m de desnivel). Y para empezar a calentar motores la subida al castillo de Breteuil…
Este castillo es un sitio ideal para hacer visitar a los niños ya que cuenta con un montón de marionetas de animales y estatuas de cera que representan algunas de las escenas históricas que se han vivido entre sus muros (la mayoría en torno a napoleón).
Hemos continuado hacia Chevreuse donde nos han hecho subir al castillo de la Madelaine… Una subida con un buen porcentaje aunque de camino bastante ancho y arreglado, el descenso en medio del bosque a través de un single-tracks es mucho más divertido.
Todo iba bien hasta que, después del avituallamiento, Mikael ha pinchado (un llantazo cuando se ha salido de la trayectoria intentando adelantar a alguien).
Aquí reparando…
Mientras los demás esperábamos tranquilamente al solecito. Aquí Laurent y Fred…
Por cierto, fijaros en la capa de barro de un dedo de grosor que tenía en el tubo diagonal (evidentemente, nuestras bicis estaban igual… o peor).
Y cuando estábamos llegando al segundo avituallamiento (en uno de los repechones alrededor des Vaux de Cernay) ha partido la cadena…
Después de la obligatoria parada, hemos continuado sin ningún otro incidente. Bueno si no es que, a falta de una media hora de la llegada y aprovechando una de las pocas porciones de camino ancho del recorrido, he decidido poner la directa hasta que he conseguido descolgar a los otros tres.
La idea era de sacarles un poco de ventaja para pasar tranquilo los pasajes bastantes técnicos des Vaux de Cernay pero, al final, nos han desviado por otro sitio por lo que he continuado en “modo contrarreloj individual” hasta la llegada.
Y aquí tenéis el momento en que Mikael, “el héroe” del día llegaba (unos tres minutos después). Y es que hoy, he batido mi record de frecuencia cardiaca media en una salida: 153 pulsaciones. Lo que quiere decir que he ido, casi todo el recorrido cerca del umbral (bastante por encima durante la media hora del sprint final).
En resumen: Una de las mejores salidas de mountain bike de la temporada en la que posiblemente será la última edición de la Rando de Choisel ya que la persona que se encargaba de la organización hasta ahora ha decidido lanzar la toalla (es una persona ya bastante mayor) y, por desgracia, nadie quiere tomar el relevo: ¡Una lástima!
Bonne Route
Para aquellos que han vivido la terrible experiencia de un sábado en IKEA, os puedo decir que lo del Salón es diez veces peor. Gente por todos lados… Apenas se puede caminar por los pasillos y, acercarte a un coche, es casi un acto heroico, sobre todo si se trata de una de las ultimas novedades o de uno de los prototipos tan espectaculares que se suelen presentar en estas ocasiones y que, desgraciadamente, casi nunca llegan a ser producidos.
Para colmo, todo el mundo se empecina en sacar fotos de todos y cada uno de los modelos en exhibición por lo que se hace aun más difícil acercarte a ellos. Como si no hubiera revistas que los muestran con todos sus detalles y con una calidad de fotografía que, sin duda, no tiene nada que ver con la de estos reporteros improvisados (el lado negativo de la era digital, ya que si tuviesen que pagar el revelado, se lo pensarían dos veces antes de sacar una foto ;-)
Bueno, tengo que confesar que yo también hice alguna…
Aquí (detrás de mi hijo Marc) tenéis el Twizy, uno de los modelos eléctricos de Renault (ese que parece una moto con cuatro ruedas) y en el que llevo trabajando, entre otros, desde hace algunos meses.
Y aquí tenéis otra de las estrellas del stand de Renault (Wind). Como podéis ver no la saqué en el Salón sino una tarde, hace dos semanas, cuando me lo dejaron para probarlo. Un verdadero juguete con su espectacular techo rotativo que se abre en tan solo doce segundos… ¡Quien la hubiera pillado con veinte años menos!
Bueno, basta ya de publicidad “encubierta” de Renault ;-) y volvamos a lo nuestro…
Con tanto “pateo” entre la gente, os podéis imaginar las ganas que tenia de levantarme esta mañana cuando sonó el despertador a las 06h30. Pero la randonnée de Choisel (en plena vallée Chevreuse), es una de las más famosas de nuestra Región y no me la quería perder por nada del mundo (lo mismo que las otras casi 1 800 personas que han asistido).
Por una vez, y sin que sirva de precedente, he llegado alrededor de la 08h00 antes que Mikael y sus amigos (y como “a quien madruga Dios le ayuda” he podido aparcar el coche (un Renault Scénic ;-) al lado de las inscripciones que se hacen, como todos los años, en el ayuntamiento de Choisel.
El día era espléndido, 14°C por la mañana y más de 20°C a las 12h30 cuando hemos llegado aunque, con todas las lluvias que han caído durante el último mes, el terreno estaba bastante embarrado. Suerte que mi nuevo neumático trasero, un Hutchinson TORO, ha respondido muy bien en estas circunstancias, haciéndome sentir bastante seguro (lo que os puedo asegurar que no es poco para un alérgico al barro como yo ;-).
Nos hemos decidido por el circuito más largo (el de 60 km con casi 1000 m de desnivel). Y para empezar a calentar motores la subida al castillo de Breteuil…
Este castillo es un sitio ideal para hacer visitar a los niños ya que cuenta con un montón de marionetas de animales y estatuas de cera que representan algunas de las escenas históricas que se han vivido entre sus muros (la mayoría en torno a napoleón).
Hemos continuado hacia Chevreuse donde nos han hecho subir al castillo de la Madelaine… Una subida con un buen porcentaje aunque de camino bastante ancho y arreglado, el descenso en medio del bosque a través de un single-tracks es mucho más divertido.
Todo iba bien hasta que, después del avituallamiento, Mikael ha pinchado (un llantazo cuando se ha salido de la trayectoria intentando adelantar a alguien).
Aquí reparando…
Mientras los demás esperábamos tranquilamente al solecito. Aquí Laurent y Fred…
Por cierto, fijaros en la capa de barro de un dedo de grosor que tenía en el tubo diagonal (evidentemente, nuestras bicis estaban igual… o peor).
Y cuando estábamos llegando al segundo avituallamiento (en uno de los repechones alrededor des Vaux de Cernay) ha partido la cadena…
Después de la obligatoria parada, hemos continuado sin ningún otro incidente. Bueno si no es que, a falta de una media hora de la llegada y aprovechando una de las pocas porciones de camino ancho del recorrido, he decidido poner la directa hasta que he conseguido descolgar a los otros tres.
La idea era de sacarles un poco de ventaja para pasar tranquilo los pasajes bastantes técnicos des Vaux de Cernay pero, al final, nos han desviado por otro sitio por lo que he continuado en “modo contrarreloj individual” hasta la llegada.
Y aquí tenéis el momento en que Mikael, “el héroe” del día llegaba (unos tres minutos después). Y es que hoy, he batido mi record de frecuencia cardiaca media en una salida: 153 pulsaciones. Lo que quiere decir que he ido, casi todo el recorrido cerca del umbral (bastante por encima durante la media hora del sprint final).
En resumen: Una de las mejores salidas de mountain bike de la temporada en la que posiblemente será la última edición de la Rando de Choisel ya que la persona que se encargaba de la organización hasta ahora ha decidido lanzar la toalla (es una persona ya bastante mayor) y, por desgracia, nadie quiere tomar el relevo: ¡Una lástima!
Bonne Route
Venga Manuel, coje a tus colegas y la montais vosotros... el relevo gerenacional tiene q tener continuidad. Ey, esos Renaults están muy chulos, el descapotable se sale mucho de presupuesto???
ResponderEliminarvenga ya manolin , si no te visto coger un coche desde que te conozco , que lo quieres pa ir a fardar al paseo en plan belen esteban o ke ! ;-)
ResponderEliminarke no sabes conduciiiir ! jajaja
Buenas,
ResponderEliminarPara poder organizar deberiamos ser de ese club (que queda a 40 km de casa).
El precio del juguete: Un poco màs que un Twingo (de hecho es el mismo chasis).
Un saludo.
Tengo carnet de conducir hace 20 años lo q pasa es q me lo saqué para trabajar en una empresa y al poco me cambié y ya no compré coche y claro, se pierde. Soy muy-muy malo conduciendo, un peligro vamos. Solo lo pillo en autopista para quiatrle kms a la señora, q por cierto, conduce muy-muy bien y le gusta... si no hay mas remedio lo cojo. Ja-ja-ja...
ResponderEliminar¿Ahora trabajas en coches moto de juguete? Jajajaja realmente parece sacado de los Clicks de Famobil. Seguro que para aparcar en ciudad debe ser genial!!!!!
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