EL RINCON DEL USUARIO

No sé si he hablado de ello anteriormente pero resulta que soy un auténtico devorador de revistas de bicis (leo unas tres al mes, como mínimo). La consecuencia de ello (y sin querer presumir) es que tengo una visión bastante buena de las novedades del mercado o, mejor dicho, debería tener una buena visión.

¿Por qué? Pues porque en la mayoría de los casos, los artículos que leemos en las revistas sobre las bicis o productos no son más que un resumen (o traducción) a veces literal, de la información contenida en los catálogos de los diferentes marcas presentadas.

¿Cuántas veces habéis leído una crítica objetiva sobre un producto ensayado? La verdad es que me cuesta encontrar los ejemplos. Y… lo que es peor, ¿cuantas veces habéis comprado algo para la bici confiando en los comentarios del artículo que acabáis de leer y os habéis sentido completamente defraudados? Yo formo parte de este club de “privilegiados” que habría preferido evitar de comprar esas ruedas que tienen un defecto de fabricación, esa tija de sillín que rompe sistemáticamente o la suspensión delantera a precio astronómico y prestaciones de muelle barato (todo esto no es fruto de mi imaginación… me ha pasado realmente).

Lo más curioso es que, en la mayoría de los casos, los redactores de las diferentes revistas conocen los defectos, problemas de calidad o fiabilidad del servicio clientela de los diferentes productos (en algunos casos, a través de sus lectores…) pero raramente hablan de ello y, sobretodo, casi nunca ponen a disposición de los sufridos consumidores (que al mismo tiempo son sus lectores) estas preciosas informaciones.

¿Por qué?… Supongo que permitiréis que no responda ¿no?... ;-)

Es por eso que me he propuesto compartir con vosotros mi experiencia de lector empedernido y sufrido consumidor. Así que en los próximos días comenzaré una serie de artículos sobre material y bicicletas en los que trataré de desvelaros todo lo que sé (y a veces no se dice en las revistas) sobre los diferentes productos.

Sin querer ser presuntuoso, a lo largo de estos últimos años he aprendido a leer entre líneas y, por lo tanto, a interpretar lo que no se dice claramente. Si añadimos a eso lo que leo en los diferentes forums, cartas al director y lo que me contáis en directo o a través de vuestros blogs, creo que tendremos una idea mucho más cercana a la del cliente lambda que la que nos transmiten a través de nuestras revistas “favoritas”.

Soy muy consciente de que estos artículos no serán más que una visión parcial y sobre todo subjetiva de los productos en cuestión. Además, en la mayoría de los casos, virtual ya que al igual que vosotros, yo no gozo de ningún privilegio y nadie me envía los productos para que los pueda ensayar gratuitamente.

Atención, tampoco se trata de criticar sistemáticamente las marcas sino de intentar de extraer las ventajas pero también los inconvenientes de los diferentes componentes presentados para que aquellos que decidan comprarlos lo hagan con conocimiento de causa. Y quién sabe si, por casualidad, un responsable de marketing lee este blog pueda extraer un poco de información para mejorar su producto.

Es por eso que, para poder enriquecer estas opiniones, cuento por anticipado con toda vuestra colaboración.

Novedad obliga, el primer artículo hablará sobre los pedales automáticos y principalmente sobre esos que acaban de salir al mercado con resortes en carbono (ya veréis, hay de qué hablar ;-).

Para ayudarme a completarlo me gustaría que me enviarais vuestras opiniones (y/o experiencia personal) con pedales de la marca Look, Time y Campagnolo principalmente.

Bonne Route