Como os podéis
imaginar, el título no hace referencia al entrenamiento con pulsómetro, sino a
las gélidas temperaturas que hemos tenido que soportar estos últimos días aquí
en el Norte.
En efecto, hemos
pasado toda la semana con el termómetro por debajo de 0° C, algunas mañanas a
tan solo -10° C lo que empieza a ser bastante frío. Menos mal que, coincidiendo
con el viaje a Valladolid, me tocaba reposo activo.
Durante la
semana, mi entrenamiento se ha limitado a la sesión de rodillo muy light que
hice el martes y otra de musculación de tronco y abdominales el viernes después
de aterrizar en París.
El sábado,
salida corta y tranquila a -2° C, la mitad de ella luchando contra el viento
mientras iba charlando con un ciclista del País Vasco francés que estaba
pasando unos días en casa de la familia. A pesar de ser bastante mayor (69
años) me había dado caza fácilmente aunque se tuvo que quedar conmigo porque no
conocía las carreteras de la región.
Y ayer domingo,
la apoteosis del frío: -8° C en el momento de la salida (a las 08h30), -5° C a
las 11h00 y +1° C tan solo una hora después, a las 12h00 (eso sí, donde daba el
sol).
Con esas
temperaturas no es de extrañar que yo fuese el único “pirado” que se presentó a
la cita (la primera vez que me ocurre). Así que, como estaba yo solo, decidí
tirar hacia la vallée Chevreuse intentando minimizar los efectos del viento del
NE.
Las carreteras
en perfecto estado, solo tuve que andarme con cuidado en la que veis en la
foto, a mitad invadida por el hielo.
Ni que decir
tiene que, con este frío, el rendimiento de los músculos de las piernas es casi
tan bajo como la temperatura. La media de escándalo: 22,6 km/h (casi al nivel
de la Marmotte ;-) Podría poner como excusa que el aire (que dicho sea de paso,
no era demasiado fuerte), me sopló todo el rato de cara, que había bastante
desnivel, etc. pero la única explicación posible (después de una semana de
semi-reposo) había que buscarla del lado del termómetro.
Otro de los
efectos colaterales del frío, fue que la bebida energética tardó menos de una
hora en convertirse en granizado de carbohidratos. Muy apetecible en esta época
del año, aunque a media mañana, se solucionó el problema ya que acabó helándose
del todo. El otro bidón de agua, ni hablar, completamente congelado en menos de
una hora. Es decir, prácticamente la mitad de la salida sin beber…
Los lagos de
Bretigny, completamente congelados y cubiertos de la nieve que había caído el
domingo 5 de febrero y que aun no se ha ido del todo.
La prueba de que
el frío influye bastante en el rendimiento es que, a partir de las once, cuando
el sol empezó a calentar un poco y a pesar de no haber bebido casi nada, las
piernas parecían recuperar un poco de fuerza y las “buenas” sensaciones
hicieron acto de aparición.
En total, 3h45
minutos soportando el frío para recorrer 84 km con 665 m (había que buscar las
cuestas para intentar calentar un poco ;-)
Menos mal que las
previsiones del tiempo para esta semana anuncian una subida de las
temperaturas. Esta mañana ya no hacía tanto frío (+1° C) aunque ya ha empezado
a llover… :-(
Bonne Route
Si te sirve de consuelo esta noche domingo-lunes -3 en Vilanova, q para nosotros q no estamos acostumbrados es poco menos q la hecatombe!!!! yo el sábado me hice un particular Vilanova-sitges-Ribes- Vilanova, y el domingo ni salí. Hoy lunes a medio día hacia 8 grados positivos pero el fuerte viento lo fastidiaba todo, viendo vuestras fotos... NO NOS PODEMOS QUEJARRR!!!!!
ResponderEliminarestá claro aqui nos quejamos de vicio, eso si que es autocontrol y motivación, salir a entrenar a -8, solo de pensarlo...
ResponderEliminaranda anda anda que salir en esas condiciones ya es tenerlos bien cuadraos !!! ;-)
ResponderEliminaroye por cierto el clembuterol tambien se hiela a esas temperaturas ?? jajaja
no veas la que estais liando por aki con los guiñoles esossss , jajaja !
bonne route !
Dolors: Aquí también nos hemos congelado el lunes 6 en el trabajo a -5, y sí hacía un pelín de frío, tardé todo el día en conseguir calentar los pies. Ya son ganas de salir en bici a semejantes temperaturas, pero, claro, la locura ciclista es así ¿no? jeje
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