lunes, 13 de febrero de 2012

ENTRENAMIENTO POLAR


Como os podéis imaginar, el título no hace referencia al entrenamiento con pulsómetro, sino a las gélidas temperaturas que hemos tenido que soportar estos últimos días aquí en el Norte.

En efecto, hemos pasado toda la semana con el termómetro por debajo de 0° C, algunas mañanas a tan solo -10° C lo que empieza a ser bastante frío. Menos mal que, coincidiendo con el viaje a Valladolid, me tocaba reposo activo.

Durante la semana, mi entrenamiento se ha limitado a la sesión de rodillo muy light que hice el martes y otra de musculación de tronco y abdominales el viernes después de aterrizar en París.

El sábado, salida corta y tranquila a -2° C, la mitad de ella luchando contra el viento mientras iba charlando con un ciclista del País Vasco francés que estaba pasando unos días en casa de la familia. A pesar de ser bastante mayor (69 años) me había dado caza fácilmente aunque se tuvo que quedar conmigo porque no conocía las carreteras de la región.

Y ayer domingo, la apoteosis del frío: -8° C en el momento de la salida (a las 08h30), -5° C a las 11h00 y +1° C tan solo una hora después, a las 12h00 (eso sí, donde daba el sol).

Con esas temperaturas no es de extrañar que yo fuese el único “pirado” que se presentó a la cita (la primera vez que me ocurre). Así que, como estaba yo solo, decidí tirar hacia la vallée Chevreuse intentando minimizar los efectos del viento del NE.

Las carreteras en perfecto estado, solo tuve que andarme con cuidado en la que veis en la foto, a mitad invadida por el hielo.


Ni que decir tiene que, con este frío, el rendimiento de los músculos de las piernas es casi tan bajo como la temperatura. La media de escándalo: 22,6 km/h (casi al nivel de la Marmotte ;-) Podría poner como excusa que el aire (que dicho sea de paso, no era demasiado fuerte), me sopló todo el rato de cara, que había bastante desnivel, etc. pero la única explicación posible (después de una semana de semi-reposo) había que buscarla del lado del termómetro.

Otro de los efectos colaterales del frío, fue que la bebida energética tardó menos de una hora en convertirse en granizado de carbohidratos. Muy apetecible en esta época del año, aunque a media mañana, se solucionó el problema ya que acabó helándose del todo. El otro bidón de agua, ni hablar, completamente congelado en menos de una hora. Es decir, prácticamente la mitad de la salida sin beber…

Los lagos de Bretigny, completamente congelados y cubiertos de la nieve que había caído el domingo 5 de febrero y que aun no se ha ido del todo.


La prueba de que el frío influye bastante en el rendimiento es que, a partir de las once, cuando el sol empezó a calentar un poco y a pesar de no haber bebido casi nada, las piernas parecían recuperar un poco de fuerza y las “buenas” sensaciones hicieron acto de aparición.

En total, 3h45 minutos soportando el frío para recorrer 84 km con 665 m (había que buscar las cuestas para intentar calentar un poco ;-)

Menos mal que las previsiones del tiempo para esta semana anuncian una subida de las temperaturas. Esta mañana ya no hacía tanto frío (+1° C) aunque ya ha empezado a llover… :-(

Bonne Route  

4 comentarios:

  1. Si te sirve de consuelo esta noche domingo-lunes -3 en Vilanova, q para nosotros q no estamos acostumbrados es poco menos q la hecatombe!!!! yo el sábado me hice un particular Vilanova-sitges-Ribes- Vilanova, y el domingo ni salí. Hoy lunes a medio día hacia 8 grados positivos pero el fuerte viento lo fastidiaba todo, viendo vuestras fotos... NO NOS PODEMOS QUEJARRR!!!!!

    ResponderEliminar
  2. está claro aqui nos quejamos de vicio, eso si que es autocontrol y motivación, salir a entrenar a -8, solo de pensarlo...

    ResponderEliminar
  3. anda anda anda que salir en esas condiciones ya es tenerlos bien cuadraos !!! ;-)

    oye por cierto el clembuterol tambien se hiela a esas temperaturas ?? jajaja

    no veas la que estais liando por aki con los guiñoles esossss , jajaja !

    bonne route !

    ResponderEliminar
  4. Dolors: Aquí también nos hemos congelado el lunes 6 en el trabajo a -5, y sí hacía un pelín de frío, tardé todo el día en conseguir calentar los pies. Ya son ganas de salir en bici a semejantes temperaturas, pero, claro, la locura ciclista es así ¿no? jeje

    ResponderEliminar