domingo, 21 de marzo de 2010

RETORNO SOLITARIO

Hoy, han vuelto al redil una buena parte de los miembros de la grupeta que salen en invierno con sus clubs. Y curiosamente, a pesar de que al principio éramos una buena docena, Marc y yo hemos realizado una de las cabalgatas en solitario más largas de lo que llevamos de temporada: unos 50 km mano a mano.

Tres de los “nuevos”, desgraciadamente dos de ellos sin casco (el padre, dando ejemplo a la izquierda de la foto, y su hijo). Y es que, entre los “semi-pros” aquí en Francia, el casco es cosa de globeros. Sin comentarios :-(

Este es Hervé (o puede que Joel). Más de cuatro años saliendo con ellos y aun me confundo entre los dos. He intentado encontrar una regla mnemotécnica para no equivocarme pero no hay manera… algún día, tal vez…

Y este… ¿quién es?
Se trata de Cédric, el más joven del grupo. Una vez más, el teléfono me ha gastado una de las suyas (que ganas de cambiarlo que tengo). Al final he decidido dejarla como una alegoría, ya que hoy nos ha contado que se ha puesto a trabajar y abandona la competición. La semana que viene, prometido, tendréis la foto buena… si viene… ;-)

Salida tranquila, normal, éramos Marc y yo quienes tirábamos del grupo guiándolos, una vez más, hacia la vallée Chevreuse ya que el viento soplaba del sudoeste y estaba previsto que girase hacia el oeste.

Y llegando, en la primera subida de la mañana en St. Germain d’Arpajon, después de pasarnos como cohetes, pinchazo de… digamos Hervé (cuestión de coherencia… ;-).
Se me ha olvidado decir que ayer estuvo lloviendo casi todo el día y una buena parte de la noche, por lo que el asfalto durante las dos primeras horas de la salida, estaba completamente empapado.

Después de la reparación y ya al descubierto, con el viento de cara, los más fuertes se han puesto a tirar del grupo como posesos, de tal manera que han descolgado al “consejo de ancianos” en pleno. Hay que decir que nosotros (Patrick, Marc y yo) íbamos al límite de la ruptura…

Y cuando se han dado cuenta de los destrozos ocasionados, han decidido parar y, nosotros, sabiendo que los ancianos iban a darse la vuelta, hemos continuado a un ritmo más flojo creyendo que nos cogerían al cabo de un rato… pero no ha sido así, por lo que hemos continuado los tres juntos hasta Clairefontaine donde Patrick nos ha dejado ya que su hijo competía (en bici, por supuesto) esta tarde.

Como Marc y yo teníamos ganas de hacer un poco de distancia, hemos continuado hasta Sonchamp para luego entrar por Dourdan, Villeconin, etc.
Aquí podéis ver una foto del castillo de Pinceloup (en Sonchamp) que ha sido reconvertido en escuela de horticultura para jóvenes delincuentes.

En conclusión: 4h01 horas de bici para recorrer 112 km con no demasiado desnivel, 490 m, a una velocidad media de 27,9 km/h (teniendo en cuenta que cuando hemos soltado el grupo llevábamos 25,6 km/h). Os puedo asegurar que desde Sonchamp, Marc y yo llevábamos un ritmo de infierno (eso sí, la mayor parte del tiempo ayudados por el viento favorable), como ejemplo, el gráfico del cardio que esta vez muestra 147 pulsaciones medias.
Lastima que no tenga un gràfico que muestre las sensaciones de mis piernas en estos momentos ;-)

Bonne Route

2 comentarios:

  1. Joder con los jóvenes delincuentes!!! Yo ya estoy mayor para delinquir pero en Francia parece que: MOLA!!!!

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  2. nada nada de mayor , yo te digo que a ti en francia te meten entre rejas segurooo ;-)

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