domingo, 28 de agosto de 2011

VUELTA A LA RUTINA

Primera semana en Francia después de las vacaciones, aunque no para mí ya que el lunes cogía el avión para volver a Turquía por cuestiones de trabajo. La vida laboral empezaba exactamente igual que cuando la dejé…

El jueves por la noche, ya en Estambul, pude comprobar de cerca cómo se vive el Ramadán en estas tierras. Una auténtica fiesta familiar desde la puesta del sol. Las familias de Estambul se reúnen en las plazas y parques (que han sido acondicionados con mesas y bancos) para comer juntos al aire libre. Gente por todos lados y un ambiente genial…

Edificio a la entrada del palacio Topkapi…

El sábado, por fin de vuelta en casa y aprovechando que Jean Claude estaba por aquí, salimos a dar una vuelta tranquila por uno de nuestros circuitos favoritos.

Y hoy domingo, primera verdadera salida con el grupo Babou (el domingo pasado estaban casi todos los habituales de vacaciones, salvo Patrick, y encima los pocos que acudieron a la cita se dieron media vuelta demasiado pronto por lo que hice una buena parte de la salida yo solo).

Entre las marchas, el fin de semana en Estambul y las vacaciones hacía semanas que no veía estas caras…

Marc (que ha vuelto con unos quilos de más) y Jean Claude (al que no había visto desde la Etapa del Tour y que ha pasado un mes en Perú donde ha aprovechado para romperse la nariz)…


Gabi (que este año no ha participado a ningún Iron Man, “solo” a algunos triatlón “normales”) y Joel… Y el resto del grupo donde se puede apreciar a Patrick (vestido en verde y que ha estrenado bici nueva) y Gerard (en azul)…
Rumbo hacia la vallée Chevreuse (para volver con el viento favorable). Al principio sufriendo un poco ya que iban tirando los más fuertes. Pero en cuanto nos hemos ido alejando de casa, con la excusa de que era yo el que había planificado la ruta, me han dejado tomar las riendas casi sin darme ningún relevo y he ido tirando yo del grupo casi todo el rato.

En total un poco más de 3 horas y media de bici para recorrer 105 km a 29,4 km/h de media. Eso sí, en estos momentos mis piernas están peor que las del Purito en la etapa de hoy en la Covatilla.

Bonne Route

lunes, 8 de agosto de 2011

½ COTESUA Y MIS 1as CONILLERAS

Este sábado (no había excusas) vuelta con la Cotesua, impresionante como siempre, con más de cuarenta ciclistas.

Ritmo sostenido hasta Alió donde estaba previsto el desayuno… Algunos dicen que después de la QH las cosas se calman un poco pero yo no lo noté y fui con la lengua fuera todo el rato a la excepción de la subida hacia Masarbonés donde, con el Sisco, marcamos el ritmo del segundo grupo mientras íbamos charlando de nuestras últimas aventuras ciclísticas.

Foto del desayuno (by Andrew):

Y aquí se acabó mi excursión con la Cotesua ya que, nada más salir del bar, y como es habitual cuando estoy por estos lares, me falló mi lado femenino (no demasiado entrenado ;-). En efecto, como no estoy acostumbrado a desayunar, mi cuerpo no sabe gestionar dos cosas al mismo tiempo: la digestión y el pedaleo.

Las piernas funcionan pero como toda la sangre está concentrada en el estómago (acaparada por la digestión) me es imposible pasar de las 140 pulsaciones y claro, así o estás en plena forma (lo que, en estos momentos, no es mi caso) o te quedas. El efecto no dura más de ½ hora o ¾ pero suficiente para perder el rastro del grupo.

Para colmo, en una rotonda a la salida de Nulles (zona que no conozco muy bien), me fui a la derecha hacia Vilabella en vez de seguir recto hacia el Pont d’Armentera hasta cruzar la carretera de Sta Cristina. Después de preguntar en Vilabella, di media vuelta y enganché la ruta prevista: Sta Cristina, La Bisbal, Llorenç del Penedés, el Arboç y la carretera del Pantano.

Todo ello sin los efectos nefastos del desayuno ya que pude mantener una media cercana a los 31 km/h (yo solito y a pesar de un ligero aire en contra).

El domingo tocaba salida en BTT, pero entre el cansancio acumulado el sábado y que teníamos que ir a visitar a unos amigos cerca de Vic, me quedé en la cama. No me apetecía pegarme el madrugón para tan solo dos horas de bici (en el mejor de los casos).

Y hoy lunes me he ido a hacer mis primeras Conilleras, aunque puede que haya realizado unas “Sarellinoc” o unas “Llerasconi” ya que no sé si he seguido el circuito “oficial”.


Yo he cogido por el pantano, Torrelletas, La Munia, a la derecha por la crta de Vilafranca y en la rotonda (antes del desvío hacia la Bleda) a la izquierda. Luego he bajado por las Cases Noves de la Riera y llegando de nuevo a la Munia he tirado a la derecha (hacia St Jaume dels Domenys) para volver por St Marçal, Masuques, Torrelletas… Otro día lo haré al revés ya que el circuito me ha gustado bastante…

Bonne Route

viernes, 5 de agosto de 2011

BREAK TIME

Como dice el título, tiempo de pausa, creo que bien merecida después de una temporada que se cerró con la disputa de la Etapa del Tour.

Desde entonces, hace ya casi tres semanas, muy poca bici. Dos horas después de dejar la bici en casa, cogía un avión con destino a Turquía donde pasé la semana y, por una vez, también el fin de semana.

En efecto, mi mujer que ya estaba en Vilanova se reunió conmigo en Estambul donde pasamos un estupendo fin de semana (sin niños ;-).


No sé si os lo he comentado alguna vez pero Turquía es un país que me tiene cautivado, seguramente porque me hace rememorar ciertas imágenes de mi infancia. Un país de contrastes que se parece mucho a la España de hace unos cuarenta años.

Y Estambul es una ciudad preciosa que, si no habéis visitado aún, merece la pena que penséis en ello.

La mezquita azul...
A la entrada del palacio Topkapi...
La Torre Galata...


Y visitando la mezquita azul, donde las mujeres tienen que cubrirse (no hace tanto tiempo exigian lo mismo aqui en España para visitar ciertos monasterios y otros lugares de culto, puede que aùn lo hagan...)
Después de ese fin de semana me quedaban, tan solo, tres días de trabajo antes de coger las vacaciones. El jueves 28 de julio, después de casi diez horas de autopista, llegaba a Vilanova.

El “mal” tiempo de ese primer fin de semana, junto con el cansancio acumulado (seguramente también de orden psicológico), hicieron que me quedase en casa sin tocar las bicis (ni carretera ni montaña).

No salí en carretera hasta el martes por la mañana. Fui a subir las Ventosas a ritmo muy tranquilo, (aunque para ello me habría ido mejor un desarrollo más desahogado) y arriba me di media vuelta y para casa.

Por el camino pude comprobar que aquí la gente sigue sin entrenar… Me crucé con Germán, Jordi y, yo que sé cuántos otros.

El miércoles, salida en BTT (Casa Alta, Acueducto, de nuevo Casa Alta y bajada por mi mirador favorito: los Balcones).

Y desde entonces, nada más. En esta semana de fiestas me acuesto tan tarde que, después, cuando me levanto ya no son horas de salir a no ser que quieras pillar una insolación.

Lo que si he hecho es leer. Una vieja afición que tenía un poco abandonada. Ya llevo dos libros, uno de ellos un gran descubrimiento que, si os gusta leer, os recomiendo vivamente: El bolígrafo de gel verde.
Se lee, muy rápido (a mí solo me ha durado dos días) pero te hace reflexionar (y mucho) sobre el estilo de vida que nos hemos construido. Por cierto, la historia de Eloy Moreno, su autor, también merece la pena de ser conocida… la tenéis en: www.elboligrafodegelverde.com

Nada más, nos vemos este sábado, si consigo levantarme a tiempo… ;-)


Bonne Route